jueves, 1 de octubre de 2009

Institutos de Estudios Latinoamericanos y Tanques de Pensamiento

Barómetro Internacional

Luis Britto García
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Nuestros países se ignoran unos a otros porque son enseñados a ignorarse. Como acertadamente señaló José Martí: “Conocer es resolver. Conocer el país, y gobernarlo conforme al conocimiento, es el único modo de librarlo de tiranías. La universidad europea ha de ceder a la universidad americana. La historia de América, de los incas acá, ha de enseñarse al dedillo, aunque no se enseñe la de los arcontes de Grecia. Nuestra Grecia es preferible a la Grecia que no es nuestra. ¡Nos es más necesaria!”
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Para ello es indispensable la creación y el fortalecimiento de una eficaz red de institutos de estudios latinoamericanos y del Caribe. En otra parte destaqué que donde menos facilidades hay para el estudio de Nuestra América es precisamente en la región. No llegan a dos decenas los institutos especializados en su estudio dignos del nombre: el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos, el Instituto de Estudios Hispanoamericanos de la Universidad Central y el Instituto de Altos Estudios de América Latina de la Universidad Simón Bolívar en Venezuela; el Centro Coordinador y Difusor de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Nacional Autónoma de México; la Fundaçao Getulio Vargas del Brasil, el Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano de Buenos Aires, el Instituto de Estudios Interamericanos de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, el Centro de Estudios de América, el Centro de Investigaciones del Caribe y Casa de las América en Cuba. Pero en líneas generales ni en nuestras universidades ni en los organismos regionales (ECLA, ILPES, CELADE, CELA) hay programas multidisciplinarios permanentes y operativos que la estudien en conjunto. Mientras, en Estados Unidos hay más de dos centenares de institutos de estudios latinoamericanos, y el National Directory of Latin Americanist inscribe cerca de tres millares de estudiosos de la región. Registra medio millar de especialistas sobre la materia el Latinoamericanistas en Europa: Registro Bio-bibliográfico compilado por Adrián Van Oss. España dedica a tales estudios cinco institutos de primera magnitud; Francia, tres; Inglaterra, seis; Italia, ocho; Alemania, diez, Japón, seis. Son datos de hace décadas: las cifras deben haber aumentado en un tercio por lo menos. América Latina y el Caribe parece ser primordial objeto de estudio para todo el mundo, menos para nosotros.
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La supervivencia cultural -que es, a la larga, la política y la económica- de nuestros países requiere que en cada uno de ellos funcione por lo menos un instituto cultural de estudios latinoamericanos de alcance continental, y otro académico, que coordinen los estudios de especialización sobre la materia en el país, ambos con programas de investigaciones sistemáticas sobre la región y de publicaciones y actividades, con relaciones continuas y sistemáticas de intercambio, difusión y apoyo mutuo entre entidades similares del área y del mundo. Sólo así cesaremos de ignorarnos, desvincularnos y dejar a otros el conocimiento de todo aquello que nos concierne.
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Así como faltan institutos de estudios sobre América Latina y el Caribe, también resalta en la región la relativa escasez de grupos de estudios interdisciplinarios dedicados al análisis de problemáticas específicas sobre ella o sobre el desarrollo de políticas de largo plazo que le sean aplicables: lo que los anglosajones llaman “Think Tanks” o “Tanques de Pensamiento”. La revista Foreign Policy del 13-1-2009 en su estudio “The Think Tanks and Civil Societies Program 2008: The Global Go-To Think Tanks. The Leading Public Policy Research Organizations In The World”, destaca que en Estados Unidos funcionan 1.777 instituciones de tal género; en Inglaterra 283, en Alemania 186, en Francia 165, en India 121, en Rusia 107, en Japón 105, en Canadá 94 y en Italia 87; y como dato curioso acusa que en Argentina operan 122, pero no registra datos para el resto de América Latina y el Caribe, omitiendo, entre otras, la prestigiosa Fundación Getulio Vargas de Brasil. Hay 5.467 institutos de tal género en el mundo; Estados Unidos cuenta con la mayor cantidad; sólo en Washington funcionan 350, más que en cualquier otro país del mundo. Entre ellos figuran las influyentes Corporación Rand, la Heritage Foundation, el Cato Institute, Human Right´s Watch y el Center for American Progress, todas con generosas dotaciones multimillonarias (http://www.foreignpolicy.com/story/cms.php?story_id=4598).
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Por su poder de inspirar políticas y de formar los hombres para orientarlas, los Tanques de Pensamiento han sido llamados “governmentes in waiting” (gobiernos a la espera). De ellos han surgido directrices tan dañinas como los Informes del Comité de Santa Fe o las del “Nuevo Siglo Americano”. James McGann compila un índice de tales institutos, en el cual señala que funcionan en América Latina y el Caribe unos 538, entre ellos el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (Argentina): la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Costa Rica); Libertad y Desarrollo (Chile); el Centro de Estudios Públicos (Chile); el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Argentina) (McGann, 2009). La mayoría opera en el Cono Sur; posiblemente sean conservadores. En el 2008 empieza a funcionar en la Fundación Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) de Venezuela un Centro de Investigaciones Teóricas (CENIT) destinado a estudios interdisciplinarios para la coordinación entre las políticas de investigación de las ciencias exactas y las ciencias sociales. Una vez más, la desproporción entre los institutos que trabajan en nuestra región con los que operan en Estados Unidos es evidente. América Latina y el Caribe debe multiplicar las instituciones interdisciplinarias que generen nuevas ideas, planes y proyectos para su complejo y desafiante porvenir. Sólo pensando sobre el futuro podremos controlarlo.
http://luisbrittogarcia.blogspot.com

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