Llama la atención que en estos tiempos de profunda crisis económica global y la quiebra de instituciones financieras y de empresas, gobiernos de otros países han rescatado estas empresas, con miles de millones de dólares del erario. Disolver una empresa pública simbólica justifica la pregunta de muchos mexicanos: ¿qué hay detrás del decreto de Calderón?
Esta brutal agresión a la clase trabajadora mexicana trasciende fronteras, porque se afectan derechos internacionales con plena vigencia en el ordenamiento interno de cada país, como el derecho al trabajo, al empleo estable y digno; la prohibición de los despidos arbitrarios y sin causa; la seguridad social; el derecho humano a un proyecto de vida; la integridad y dignidad de los trabajadores, reconocidos por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y se vulneran las garantías consagradas en la Organización Internacional del Trabajo de empleo y libertad sindical.
Por lo anterior, la AAJ expresa solidaridad con los 44 mil trabajadores afectados y exige del gobierno mexicano la restitución de los derechos laborales y la revisión de la liquidación de la empresa.
Por la AAJ, Beinusz Szmukler y Vanessa Ramos
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