La intromisión del PAN-gobierno en los asuntos internos de los sindicatos se está convirtiendo en una constante. En 2006, el gobierno de Vicente Fox intentó la imposición de una dirección sindical a modo de los patrones en el Sindicato Nacional Minero, lo que generó una respuesta masiva de los mineros, que derivó en diversas huelgas mineras en el país y en un grave enfrentamiento en Sicartsa, donde fueron asesinados dos trabajadores a manos de la Policía Federal Preventiva y de las fuerzas policiacas del gobierno de Lázaro Cárdenas Batel.
El entonces secretario de Trabajo y Previsión Social (STPS), Francisco Javier Salazar Sáenz, en una reunión previa (de gabinete) donde se le preguntó “si él iba a dar la cara si había muertos”, Salazar respondió: “No se preocupen, son una bola de collones, cuando vean la fuerza pública, el operativo que vamos a desplegar, van a salir corriendo todos, no va a haber ni un rasguño, ni un herido ni un muerto”. (“Son collones, dijo Salazar Sáenz antes de ordenar el desalojo”: Gómez Urrutia. Carolina Gómez Mena, La Jornada, 24 de abril de 2006).
El combate de abril de 2006 en Sicartsa demostró varias cosas: primero, que los obreros no son ningunos “collones”, que los obreros con el apoyo del pueblo pueden derrotar a las fuerzas policiacas y que los planes de la patronal y el gobierno no están necesariamente asegurados de antemano.
Lo anterior adquiere particular relevancia en el caso del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), donde el espurio Calderón y el actual secretario de Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano Alarcón Mr. Copelas o Cuello, promueven la división del SME y el desconocimiento de la dirección electa, encabezada por Martín Esparza, con la idea de imponer a sus incondicionales; es relevante el ejemplo de los mineros de Sicartsa, sobre todo porque hoy vivimos una profunda crisis económica que está teniendo efectos devastadores para las familias trabajadoras y porque se está generando un gran descontento popular que ya tuvo sus primeras expresiones en las pasadas elecciones, donde el PAN empezó a pagar costos muy altos.
Los claros deseos de Calderón y de las cámaras patronales, que son destruir al Sindicato Mexicano de Electricistas y privatizar la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, se van a enfrentar con una fuerte resistencia, porque la lucha del SME es la lucha de todo el pueblo trabajador y porque los dueños de este país y su gobierno nos están imponiendo condiciones cada vez más insoportables.
Desde Morelia y con nuestro modesto esfuerzo, nos pronunciamos incondicionalmente a favor de la lucha de los electricistas del SME y llamamos al pueblo michoacano a movilizarse para derrotar los planes hambreadores y represivos del gobierno impuesto de Calderón.
No al paquetazo económico de Calderón.
Que la crisis la paguen los patrones, no los trabajadores.
Alto a las amenazas represivas contra el SME.
Por una asamblea de los sindicatos y de las organizaciones populares que organice el apoyo a la lucha del SME.
Fraternalmente:
Comité Promotor de la Unidad de los Socialistas
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