A la memoria de Alberta Cariño Trujillo
Desde su fundación el Centro de Apoyo Comunitario Trabajando Unidos A.C. (CACTUS A.C.) ha desplegado su acción social y procesos de acompañamiento principalmente en las regiones triqui y mixteca en el estado de Oaxaca. Además, su solidaridad y compromiso los ha llevado a apoyar procesos en otros lugares del país, en los que diferentes organizaciones hemos tenido el privilegio de colaborar con este colectivo.
Desde el año 2006, el Centro de Investigación y Capacitación Rural A.C. (CEDICAR), ha contado con el apoyo de CACTUS, con quienes se impulsó primero una serie de trabajos orientados a promover el ahorro comunitario entre comunidades pesqueras del sur de Sonora, concretamente en la zona mayo-yoreme de la Bahía del Tóbari. De esta manera, CACTUS replicaba parte de sus avances más significativos para romper los mecanismos hegemónicos impuestos por el capital financiero desde procesos locales.
Desde ese momento comenzó un proceso de articulación que hasta la fecha nos mantiene cerca de esta organización, compartiendo diferentes acciones que van desde la esfera educativa de la formación popular alternativa, como bachilleratos comunitarios y Escuelas Campesinas Itinerantes en la mixteca oaxaqueña, hasta la confluencia en espacios de lucha más amplios como la Alianza Mexicana por la Autodeterminación de los Pueblos (AMAP).
En estos andares, compartimos el trabajo y la amistad con Bety Cariño y con su compañero Omar Esparza, fundadores de CACTUS, cuya fuerza nos animó y seguirá impulsando al trabajo comprometido con los sectores más oprimidos, bajo la orientación de un horizonte de justicia social.
Después de los hechos ocurridos en las inmediaciones del municipio autónomo de San Juan Copala el 27 de abril pasado, en los que le fue arrebatada la vida a nuestra querida compañera Bety, manifestamos nuestro duelo, nuestra indignación y el rechazo absoluto a este tipo de acciones perpetradas por el Estado mexicano y el gobierno estatal de Oaxaca, a través de los grupos paramilitares con los que mantiene el control de diferentes regiones del país, como la Unidad de Bienestar Social para la Región Triqui (UBISORT), autores materiales de este y otros cobardes asesinatos y actos de violencia que niegan cualquier posibilidad de construcción de comunidad.
Exigimos que se castigue a los culpables, aún sabiendo que ello no es una acción de plena justicia, pues desgraciadamente la vida de Bety no nos puede ser devuelta y los abusos y actos de represión contra el pueblo triqui en resistencia seguirán existiendo mientras el mal gobierno, junto con los caciques de la región mantengan el control, y se siga garantizando la impunidad y manteniendo los actos represivos que impiden la reproducción de la vida de los pueblos.
El camino recorrido por Bety seguirá siendo una enseñanza e inspiración de lucha para quienes formamos parte de CEDICAR y de quienes se mantuvieron brazo con brazo, junto a ella.
Hasta siempre, compañera y camarada Bety Cariño
Karla Cruz-González Zamora, Sofía I. Medellín Urquiaga,
Mauricio González González y Milton Gabriel Hernández García
Ciudad de México, a 4 de mayo de 2010.
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