lunes, 30 de noviembre de 2009

A RESISTENCIA POPULAR FRENTE A SI MISMA Y FRENTE AL PODER

Mauricio Macossay Vallado

La resistencia popular organizada que se ha venido expresando públicamente en los últimos meses logró dos importantes momentos recientes: el 11 de noviembre con el paro cívico nacional de cientos de sindicatos, organizaciones civiles, campesinas, estudiantiles e indígenas, agrupadas en la Asamblea Nacional de la Resistencia Popular (ANRP) y el 22 de noviembre, en la asamblea del zócalo del DF, que realizó el movimiento obradorista (MO).

La resistencia popular nacional civil e indígena anticapitalista del EZLN y cientos de colectivos y organizaciones se expresa en luchas puntuales, por su lado, con pocos nexos con las de la ANRP y el MO. Siguen caminos diferentes.

La resistencia popular profunda, de la gran mayoría del pueblo mexicano parece estar todavía poco organizada, fluyendo por el subsuelo y la infrapolítica, sin confluir y poder expresarse clara y organizadamente. Parece refugiarse en las múltiples batallas cotidianas individuales y familiares, en el día a día de la dificultosa sobrevivencia a que la han arrinconado el capital y sus agentes y personeros. Quienes hasta ahora mantienen la ofensiva y la iniciativa política, y no por sus habilidades y claridad, sino más bien por la fuerza de sus imposiciones y el control y hegemonía que ejercen desde los aparatos del Estado y los poderes fácticos.

La lucha de la ANRP, que confluyó en el paro del 11, se ha centrado en la defensa del SME, aunque incluye otras importantes demandas y fuerzas sociales, que no han crecido lo suficiente.

La lucha del obradorismo se centra en lograr el cambio político por la vía pacífica electoral e institucional, que se concreta en la campaña de López Obrador para las elecciones presidenciales del 2012, organizando paso a paso una nueva, aunque incipiente, estructura nacional y un proyecto político de nación que modere al capitalismo, con planteamientos no neoliberales. Construcción paralela al PRD, PT y Convergencia y en los marcos constitucionales vigentes. Anteponiendo esto a las demandas y necesidades de corto plazo de la resistencia popular. El proyecto de los 10 puntos de López Obrador no debiera ser un programa político máximo, sino mínimo, del cual partir para llevar adelante los intereses populares más profundos y legítimos.

Es el obradorismo abiertamente, y la ANRP implícitamente, quienes reivindican el marco constitucional, ya que el gran capital, los medios, el PAN y el PRI lo violentan con cada vez mayor frecuencia y profundidad, para sacar adelante sus intereses y proyectos.

En la política real es el obradorismo el principal garante político del marco constitucional e institucional del México de hoy y quienes detentan el poder económico y político real quienes lo violentan, generando enormes tensiones y daños sociales, políticos y económicos a la gran mayoría de la población. Qué tan conscientes son de ésto. Qué tanto es prepotencia y prisa por imponerse y qué tanto es provocación deliberada. El ataque al SME bien pudiera ser una provocación que busca profundizar la inestabilidad y generar respuestas duras del SME y otras fuerzas sociales, para reprimir y enfrentar con toda violencia.

La lucha del paro del 11 no ha tenido la continuidad que la situación nacional y el propio movimiento amerita y necesita para crecer e imponerse, para arrancar logros concretos, tangibles, de corto plazo, como la derogación del decreto, la salida de la policía y la reinstalación, aunque sea parcial, de los electricistas, como la baja de precios, tarifas e impuestos o por lo menos que no sigan subiendo, como detener la alianza educativa y frenar el poder de Elba Esther Gordillo, etc.

La lucha del SME continúa, pero también se desgasta. El 24 de noviembre inician una ejemplar huelga de hambre 11 mujeres y varios hombres del SME, mientras continúan presionando por las vías legales y la movilización social en calles y plazas públicas. Ello ante el creciente acoso y hostigamiento mediático y policiaco. Las tensiones crecen y crecen, podrían desbordarse. Calderón le apuesta al desgaste y a la represión. No hay signo alguno hasta ahora de que vaya a dar marcha atrás o abrir espacios de salida negociada. Tenemos que imponer con la mayor movilización y presión social posible y con los mecanismos legales e institucionales, que el calderonismo y la oligarquía den marcha atrás, tengan que aceptar salidas pacíficas y prontas a las demandas sociales.

El 24 de noviembre los diputados del PRI, PAN, PVEM y PANAL, con el total y abierto respaldo de los medios, muestran de nueva cuenta sus arreglos cupulares, sirviendo al capital financiero transnacional, al negarse a promover la controversia constitucional de la cámara de diputados federal por el decreto de desaparición de la C L y F C. De manera cada vez más abierta evidencian que la única ley que respetan, es la ley de la ganancia de los grandes capitales y los beneficios propios que con ello obtienen.

La Campaña Libertad y Justicia para Atenco continúa pese a todo, contra viento y marea, hostigada en Oaxaca, ninguneada e invisibilizada en los medios. Así como la campaña por l@s pres@s de Candelaria: Sara, Joaquín y Guadalupe.

Otro agravio es el cobarde asesinato de Mariano Abarca Roblero, activista opositor a la destrucción que genera la minera canadiense Blackfire en Chiapas. El clamor de justicia crece en el país y en el mundo.

La aprobación en 17 entidades del país de reformas legales con las que se criminaliza el aborto es un agravio más contra la sociedad y en especial contra las mujeres. Es evidente la complicidad, que raya en asociación delictuosa, de l@s dirigentes y legisladores, principalmente del PAN y el PRI, con la cúpula de la iglesia católica y los medios de comunicación. Agravios así no se olvidan ni quedan impunes.

En Yucatán, el Frente de Unidad Popular -FUP-, se construye paso a paso, abierta y flexible, ligado a la ANRP, como una opción viable de lucha, denuncia, información y organización de la resistencia popular regional, que vaya modificando en favor del pueblo, la relación de fuerzas y abra paso a las demandas y necesidades populares. La organización de los artesanos comerciantes de Chichén Itzá, parte del FUP, mantiene la resistencia en esa área y denuncia las maniobras y proyectos empresariales y gubernamentales que pretenden seguir usando, sin importar la destrucción cultural y ambiental que generan, esa antigua ciudad maya.

La resistencia popular en sus diversas expresiones va, crece, a lo largo y ancho del país entero, en la medida de los agravios e imposiciones del poder y los poderosos.

Necesita sumar más y más fuerzas y grupos, preparar mejor, ser audaces y muy imaginativos, afinar la mira y tomar la iniciativa.

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