sábado, 20 de marzo de 2010

DECLARACION DEL MOVIMIENTO MEXICANO DE SOLIDARIDAD CON CUBA SOBRE LA CAMPAÑA CONTRA CUBA

Los enemigos de la revolución cubana a escala mundial y en México han aprovechado la muerte tras una huelga de hambre de Orlando Zapata y la huelga de hambre de Guillermo Fariñas para lanzar una campaña injerencista cuyo eje gira en torno a supuestas violaciones de derechos humanos en la República de Cuba.
A este respecto, el Movimiento Mexicano de Solidaridad con Cuba considera necesario hacer las siguientes aclaraciones:
1. Orlando Zapata estuvo encarcelado por una serie de delitos comunes cometidos con lujo de violencia durante el período de 1993 a 2003, no por motivos políticos. Durante este período nunca figuró en la lista de los supuestos presos políticos elaboradas por organismos internacionales. Fue sólo durante su último encarcelamiento que se
juntó con elementos contrarrevolucionarios, quienes lo animaron a lanzar su huelga de hambre para exigir una televisión, estufa, y teléfono personal en su celda. Orlando Zapata recibió atención médica de alto nivel por profesionales de la salud quienes le advirtieron en repetidas ocasiones sobre las consecuencias de su huelga de hambre. Antes de su muerte su madre, Reina Tamayo, agradeció la atención
médica recibida por su hijo, una postura que posteriormente cambió.
2. Guillermo Fariñas, que no está encarcelado, está en su 23ª huelga de hambre (que incluye una en la cual exigió acceso a internet en su casa en forma gratuita). Es colaborador de Radio Martí, emisora financiada por el gobierno norteamericano, pero políticamente dirigida por las fuerzas más reaccionarias de Miami, cuya meta es la
desestabilización de Cuba.
3. Las autoridades cubanas han lamentado la muerte de Orlando Zapata y han proporcionado atención médica a Guillermo Fariñas; sin embargo principios bioéticos impiden el uso de la fuerza física para poner fin a una huelga de hambre (como habitualmente hacen las autoridades norteamericanas en las cárceles y centros de tortura de
Guantánamo, Abu Ghraib y Bagram en violación de los derechos de los detenidos). En Cuba se respeta el deseo del individuo de recurrir a vías de protesta como la huelga de hambre. No obstante, el gobierno de Cuba ha manifestado que no aceptará chantajes de ninguna clase.
4. Los presos contrarrevolucionarios en la isla no fueron encarcelados por sus opiniones políticas sino por su colaboración abierta y bien documentada con la política hostil del gobierno norteamericano contra Cuba. La legislación cubana, como la de muchos países -entre ellos México y Estados Unidos- prohíbe a sus ciudadanos
colaborar y recibir financiamiento de un gobierno extranjero para fines políticos.
5. Un aspecto fundamental y permanente de la política norteamericana contra Cuba es de subvertir el orden mediante la promoción de organizaciones supuestamente de la sociedad civil que son montadas, dirigidas y financiadas desde Estados Unidos y con fondos públicos del presupuesto del gobierno federal estadounidense. (Este año está destinado más de 45 millones de dólares para tales fines). Ante estas agresiones y de igual manera que con el bloqueo económico, los actos terroristas y atentados contra la vida de Fidel Castro (que
suman 638) y los dirigentes de la revolución cubana, Cuba tiene el legítimo derecho de defenderse y tomar las medidas que considere necesarias contra esas políticas injerencistas.
6. En más de 50 años de Revolución, en Cuba no ha habido un solo caso de desaparecidos políticos, ni presos torturados ni ejecuciones extrajudiciales.
El gobierno de Estados Unidos no tiene autoridad moral para condenar a Cuba por supuestas violaciones de derechos humanos cuando ese país tiene la tasa de encarcelación más alta del mundo y mantiene numerosos
presos políticos, entre ellos los 5 cubanos (Antonio Guerrero, Fernando González, Gerardo Hernández, Ramón Labañino y René González) que lucharon contra actos terroristas patrocinados por los mismos que apoyan a Zapata y Fariñas; Mumia Abu Jamal y Leonard Peltier. Estados Unidos, además, sí práctica la tortura en sus cárceles y en prisiones militares como Abu Ghraib en Irak y Guantánamo en Cuba. De igual forma, los gobiernos europeos y el de Felipe Calderón con su larga trayectoria de espantosas violaciones de derechos humanos en sus
propios países carecen de la autoridad moral para erigirse en jueces sobre el tema y usarlo como pretexto para intervenir en los asuntos internos de Cuba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario