lunes, 18 de octubre de 2010

EL SME EN RESISTENCIA, A UN AÑO DEL DECRETO DE EXTINCION DE L y FC Y LA NECESIDAD DE LA ORGANIZACIÓN DE LA CLASE TRABAJADORA

A un año del decreto de extinción de L y FC, les comparto algo que escribi, quedan infinidad de cosas fuera, resulta un tanto dificil y mas cuando uno tiene tantas cosas involucradas en el aspecto personal y con la premura del tiempo al final resulto esto, se los comparto, para mi era importante por las vivencias durante este año. Al final fue dificil, como diria el buen Silvio Rodriguez:"compañeros de historia, tomando en cuanta lo implacable que debe ser la verdad, quisiera preguntar, me urge tanto, que debiera decir? que fronteras debo respetar, si alguien roba comida y después da la vida que hacer? hasta donde debemos, practicar las verdades, hasta donde sabemos, que escriban pues la historia, su historia los hombres..."

En fin, un fuerte abrazo camaradas.

EL SME EN RESISTENCIA, A UN AÑO DEL DECRETO DE EXTINCION DE L y FC Y LA NECESIDAD DE LA ORGANIZACIÓN DE LA CLASE TRABAJADORA.

“…como brazos solidarios, como días y noches de luchas y resistencias,

como caminar en multitud por las calles de la ciudad, como compartir un volante,

un mitin, una guardia, como saber lo que significa la sed de la esperanza,

como enjuagar la frente del hermano caído, como saber comprender las razones

que finalmente, nos llevan a triunfar, en el ardiente amanecer el mundo.”

A un año de la extinción de la compañía Luz y Fuerza del Centro, tras el decreto emitido por parte del ilegitimo presidente Felipe Calderón, como reflejo de su política implementada desde el asalto gubernamental perpetrado en el 2006, se abrió un proceso importante dentro del escenario nacional, por un lado se evidencia cada vez más el ataque sistemático contra la clase obrera, que se torna más visible a partir de la desaparición de L y FC y el golpe dado al SME (Sindicato Mexicano de Electricistas) caracterizado por ser uno de los pocos sindicatos democráticos y participativos en consecuencia con las luchas sociales, este ataque se hará más evidente con los golpes posteriores contra los mineros y los pilotos como una línea clara a seguir por este régimen, haciendo patente así los intereses económicos y políticos de la clase dominante contra la clase trabajadora.

Por otra parte y contrario a la posible apuesta del gobierno, que se ha hecho una constante en su actuar, provocando a los movimientos, para luego criminalizarlos y con esto justificar la represión para deslegitimar al movimiento, el SME en resistencia con más de 16 mil trabajadores actualmente de los 44 mil que fueron despojados de su fuente de empleo, se ha mantenido, evitando caer en las provocaciones gubernamentales y pasando por diferentes fases durante todo este año, con una persistente decisión de agotar por todas las instancias legales los recursos a su alcance, pero también acompañado de presión con la movilización y la búsqueda de la solidaridad de otros sectores y organizaciones de diversos tipos.

Tras este golpe de gran magnitud histórica, por sus implicaciones, no solo contra SME sino a toda la clase trabajadora en su conjunto se abre un proceso importante en cuanto a la organización y respuesta que como clase se puede dar, a pesar de que sin duda actualmente el SME se perfila como uno de los principales referentes que puede aglutinar la simpatía y solidaridad de la clase trabajadora y los más diversos sectores, la respuesta para detener la ofensiva no ha sido suficiente ni contundente, la solidaridad mostrada durante todo este año en las acciones convocadas por el SME, tanto en las movilizaciones periódicas, el llamado a los paros cívicos y huelgas, en donde de manera real la participación se ha visto disminuida por parte de los otros sindicatos quienes cuentas con las bases materiales para emprender una acción más determinante y que a pesar del llamado no ha sido suficiente su participación para posicionarse como una fuerza que logre hacer retroceder la embestida contra los trabajadores.

Esto se ha tornado en un punto medular, porque a pesar de que el SME ha sido claro en los llamados formulados al plantear que el ataque no va solo contra ellos, sino que se dirige contra el conjunto de la clase trabajadora, la respuesta de esta sigue siendo limitada, pasiva, en algunos casos hasta escéptica, lejos de ser rotunda, con sus contadas excepciones, muestra de ello es la alianza conformada por los electricistas del SME y los mineros, de manera más formal y firme en defensa de la autonomía sindical y por la pronta solución de los conflictos que en ambos sectores se ha agudizado constantemente. El resto de los sindicatos a pesar de la participación, la solidaridad, los pronunciamientos y discursos se han mantenido un tanto al margen en cuanto a una mayor y firme participación, reflejo del corporativismo que aun impera en sus direcciones y de viejas prácticas del sindicalismo mexicano que aun no termina por entender la importancia de las decisiones y acciones que podría emprende como sector para obtener un beneficio de clase.

En el trascurso de este año de resistencia se lleva a cabo el llamado de manera más formal para hacer converger las diversas fuerzas políticas y sociales convocando a la conformación de la ANRP (Asamblea Nacional de la Resistencia Popular), así como a otros esfuerzos organizativos para coordinar a otros actores en defensa no solo del SME y por la solución de sus demandas que en primer instancia era confirmar la inconstitucionalidad del decreto de extinción de L y FC y la reincorporación a sus centros de trabajo a los más de 44 mil trabajadores que habían sido despojados de su fuente de empleo, sino apuntalar a la necesidad de modificar de fondo lo que estaba generando esa embestida contra la clase trabajadora, es decir, una política gubernamental con intereses económicos y políticos que favorecían solo a la clase dominante.

Paulatinamente dicha Asamblea junto con el resto de los esfuerzos de crear una mayor coordinación se fueron debilitando, sin duda por la falta de perspectiva por parte de muchos de los grupos que participaban en estos espacios, en cuanto a los planteamientos que deberían priorizarse, en algunos momentos confundiéndose si la prioridad debía ser la solidaridad con el SME y la solución del conflicto o la discusión de otros elementos que si bien son importantes a veces parecían desviar la discusión, al final sin lograr concretizar en planteamientos que lograran dar salida a alguna de las demandas inmediatas o a largo plazo.

La apuesta del SME para presionar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que resolviera a favor de la inconstitucionalidad del decreto de extinción de L y FC, fue la instalación de un plantón junto con la Huelga de Hambre emprendida por trabajadores y trabajadoras del SME en la plancha del Zócalo Capitalino, esta fue precedida unos meses antes por una huelga realizada solo por trabajadoras electricistas la cual no es menor y fue de gran importancia para dar el siguiente paso. La Huelga de Hambre del SME en el Zócalo sin duda es un momento muy importante durante este año de resistencia de los trabajadores, con una duración de 90 días, hombres y mujeres electricistas se expusieron a los daños e inclemencias que dicha huelga traía consigo, no solo en cuanto al deterioro de la salud, sino en cuanto a las implicaciones que esta acción trajo consigo; como las provocaciones y hostigamiento constante orquestados por el propio gobierno para levantar la huelga, el ruido, las condiciones climáticas y un sinfín de condiciones que agudizaron dicha huelga junto con la salud de los trabajadores que participaron en ella.

Este momento es crucial durante este periodo de resistencia ya que puede ser visto con diversos matices, a pesar de las criticas, el campamento en torno a la huelga de hambre y la huelga de hambre misma, implemento una dinámica de trabajo y organización entre los trabajadores electricistas y algunas de las organizaciones solidarias que permanecimos durante este periodo instaladas en la plancha del Zócalo, esto trajo consigo, no solo la cohesión del grupo de trabajadores que aún permanece en resistencia, sino que permitió un crecimiento importante en el nivel de conciencia de los trabajadores quienes a partir de las marchas diarias que recorrían el centro histórico para dar información, las asambleas, los volantes, la elaboración de carteles, la instalación de mesas informativas y de asesoría para la campaña de amparos en contra de las altas tarifas de la CFE (Comisión Federal de Electricidad) ante PROFECO, entre otras actividades, dio pie a una mayor formación de los trabajadores quienes en muchas de las ocasiones comenzaron a vislumbrar la necesidad de la organización ya no solo para la resolución de sus demandas en especifico y de manera inmediata, sino direccionando a la necesidad de una transformación del actual sistema económico y político el cual implementa una seria de repercusiones que no solo los afectan directamente a ellos sino a toda la clase trabajadora en su conjunto.

De manera critica hay que subrayar que este embate contra la clase trabajadora, junto con la política implementada por Felipe Calderón no es nuevo, no surge el 11 de Octubre del 2009 junto con el decreto de extinción de L y FC, es una continuidad de la lógica implementada por un sistema que lleva años generando marginación, desigualdad y precariedad en la vida de la clase obrera, esta idea debe permear en los trabajadores del SME, ya que han vivido momentos difíciles o de desesperación ante la poco o nula respuesta de otros sectores incluidos el resto de los trabajadores a los llamados para participar en las acciones convocadas por este. La falta de respuesta no es más que un reflejo de lo que durante años ha influido en la conciencia colectiva que a pesar de saberse amenazada en su mayoría al ser un blanco posible del ataque, no es capaz de reaccionar para organizarse en su defensa, en algunos casos ni cuando el ataque ya es inminente como se ha demostrado hasta ahora.

Sin embargo, hay que resaltar que hasta en el propio discurso de la dirección del SME se muestra la necesidad de ampliar las demandas, al plantear que ya no es suficiente con la aspiración de un retorno hasta antes del 11 de Octubre del 2009 (día que fueron tomadas las instalaciones de L y FC por elementos del ejército y la PFP a partir del mandato del presidente ilegitimo Felipe Calderón) sino que comienza a perfilarse aun difusamente la apuesta por un cambio más de fondo en la trasformación de un orden social que hasta ahora no es favorable para la mayoría que ha sido marginada.

Posteriormente se toma la decisión de dar por terminada la Huelga de Hambre después de 3 meses de dar inicio, con la instalación de una mesa de negociación de “Alto Nivel” por parte de la Secretaría de Gobernación, dicha decisión fue criticada en su momento, algunos sectores hasta de los propios trabajadores electricistas veían a la huelga de hambre como una garantía de presión, además de que era poco confiable creer en una negociación con quienes en primera instancia generaron el conflicto además de que en otros momentos los intentos de negociación no habían sido fructíferos, ahora se puede ver que dichas opiniones no distaban del todo de la realidad, las negociaciones han estado nubladas por declaraciones ambiguas por parte del Secretario de Gobernación, el Secretario del Trabajo y algunos otros funcionarios, quienes constantemente se deslindan o hacen oídos sordos a las exigencias de una solución necesaria y urgente al conflicto, mas aun ahora con la demanda del patrón sustituto o la toma de nota y el reconocimiento legal del SME, bajo el argumento de interminables procesos para revisar ciertos requerimientos legales o la imposibilidad de entrada para llevarse a cabo las demandas. Desde este intento, aun se ve lejana una posible solución al conflicto.

Durante este año de resistencia, el gobierno ha usado todo su aparato para desacreditar como ya ha sido costumbre en otros momentos, la lucha de los electricistas, con fuertes campañas mediáticas de desprestigio en radio, prensa y televisión buscando polarizar a la opinión pública, colocando las conquistas alcanzadas por la clase trabajadora a través de largas luchas durante años como privilegios de unos cuantos y el contrato colectivo de trabajo como una amenaza para el resto de la población ya que los pocos beneficios que conlleva dicho contrato se disfrazan de excesos de algunos afortunados que deben ser borrados para no traer consigo efectos negativos en la economía, todo esto acompañado de campañas de liquidación dirigidas a disminuir las filas de los trabajadores en resistencia,las constantes acusaciones de sabotaje en algunas instalaciones eléctricas, así como el discurso de ineficiencia de L y FC que busca ser el detonante para justificar el ataque a los electricistas, todo esto a la par de la imponente promoción de CFE como el referente de una empresa de “clase mundial” a la altura de las necesidades, disfrazada de “progreso”, avance y tecnología apuntalando estos adjetivos de manera benéfica para los usuarios, ocultando la lista de irregularidades en las operaciones de dicha empresa, así como las constantes denuncias contra los altos cobros emprendidas en otros estados del país contra CFE.

Ante la falta de una respuesta clara por parte del gobierno para la solución del conflicto y aun año ya del inicio de este, el SME con sus altibajos sigue en pie, ahora de manera paralela a las negociaciones se mantiene en la búsqueda de construir una base social como respaldo que pueda servir como una fuerza que ayude a presionar y resolver el conflicto, ante la ya evidente ineficiencia e incapacidad mostrada por CFE con los notables excesivos cobros en las tarifas, los constantes apagones, la implementación de nuevos medidores digitales de prepago con un abusivo consto de instalación y ineficiente funcionamiento, sumándole las acusaciones de irregularidades por parte del los directivos de CFE, la base conformada por la propia ciudadanía a través de la conformación de las asambleas de usuarios delegacionales, es un paso más en la búsqueda de una mayor organización a largo plazo, buscando, acompañado de esto la aplicación de una tarifa social para el pago de luz.

Sin duda esta larga lucha de resistencia del SME, a un año de dar inicio es muy importante y trascendente, por los logros alcanzados en cuanto el avance en el nivel de conciencia de los trabajadores electricistas y por la organización que han logrado a partir de estos meses, a pesar de ello, sigue siendo insuficiente y puede caer en un periodo de estancamiento, este momento es decisivo y crucial, las decisiones tomadas ahora pueden perfilar un futuro triunfo o por el contrario, ante el desanimo, el desgaste y la falta de pequeños triunfos que den garantía pueden agudizar más la difícil situación por la que atraviesan los trabajadores electricistas a un año sin una fuente de empleo formal, la disminución de sus filas se puede perfilar como un peligro en la lucha que han emprendido.

Sin embargo, es momento de dar un paso más, con una perspectiva clara a largo plazo, los esfuerzos hasta ahora no han sido inútiles, sin embargo no son suficientes para alcanzar una victoria contundente de la clase trabajadora, el gobierno al parecer sigue apostándole al desgaste y debilitamiento del movimiento de resistencia del SME, ante este panorama se vuelve necesario por parte de la clase trabajadora la construcción y consolidación de una base y una fuerza política de largo plazo en miras de una transformación de fondo, a pesar de que en algunos momentos se perfila esta intención en el discurso de la dirección del SME, en la realidad no se ha llevado a cabo ningún esfuerzo claro por consolidar esta aspiración.

La necesidad de la conformación de un movimiento político de los trabajadores se vuelve urgente en perspectiva de construcción para dar causes a la lucha de resistencia del SME, sin duda el único que puede convocar con el peso necesario para esto es el propio SME quien gracias a la lucha mantenida durante estos meses ha logrado alcanzar la legitimidad necesaria para hacerlo, aun resulta incierto si este será el camino y el rumbo que el SME tomara, sería un error especular sobre si esto ocurrirá en algún momento, a pesar de ello, de concretarse seria un salto de suma importancia que daría una fuerte coordinación y organización de la clase trabajadora si tiene una perspectiva clara y objetivos marcadas desde el inicio.

Tras el balance que realizamos en el pasado XII Congreso Nacional Ordinario del PRT, los planteamientos ahí expuestos en la discusión se reafirman como puntos fundamentales, la importancia del SME como un referente y la trascendencia de la lucha emprendida por este, son indudables, así como la necesidad y la confirmación bajo este escenario de la pertinencia de nuestro planteamiento como partido se hace más firme, es importante seguir con nuestra participación activa y reafirmar nuestra solidaridad con los trabajadores del SME, acompañar los procesos de esta lucha y abrir los causes para la discusión, confirmando la pertinencia de nuestro planteamiento, sin disolvernos, sin desviar nuestra perspectiva, por el contrario reafirmando nuestra necesidad de reorganización partidaria en miras de una mayor consolidación de nuestro programa revolucionario.

Reitero que las decisiones que a partir de este momento se tomen por parte del SME son de suma importancia y van a determinar el rumbo de un posible triunfo de la clase trabajadora, ya que el desgaste y la falta de triunfos concretos en lo inmediato se vuelven cada vez más un peligro, por eso la importancia de reforzar y fortalecer la participación dando alternativas y salidas que ayuden a dar el siguiente paso, aunque el patrón sustituto o la creación de una posible empresa de carácter social, de materializarse evidentemente, serán un gran triunfo para el movimiento, la victoria más importante puede perfilarse en una organización amplia de la clase trabajadora con una perspectiva a futuro de transformación del actual orden imperante en donde el SME puede jugar un papel fundamental.

A un año, la muestra de fuerza por parte del SME no es menor, tras la Magna Asamblea del SME celebrada el pasado 6 de Octubre en el Palacio de los Deportes con una importante asistencia así como la serie de movilizaciones que se llevaron a cabo días después, el 11 de Octubre en diferentes puntos de la ciudad, culminando con un mitin en el Zócalo Capitalino, dejan como evidencia que hoy se encuentra un SME fuerte y comprometido que a pesar de lo difícil que ha sido el camino a lo largo de un año, los trabajadores que aún permanecen en las filas de este sindicato están dispuestos a luchar para defender las conquistas que durante años se obtuvieron en base a trabajo.

A un año de resistencia, a un año del inicio de este proceso, no todo está perdido, se han obtenido cambios cualitativos en los trabajadores electricistas y en el horizonte se perfila la posibilidad del triunfo, porque es posible y de verdad lo es, a pesar de todo, el SME a un año de resistencia sigue vivo, en pie y en lucha.

Ingrid Elisheva Camarena Matehuala.

Octubre 11 de 2010.

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