jueves, 28 de abril de 2011

Morena avanza: se hunde la alianza del PRD con el PAN en el Edomex

Escrito por:
Edén Alcíbar

El Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), las bases del PRD y el propio Andrés Manuel López Obrado (AMLO) han conseguido una primera victoria en el Estado de México, lograron echar abajo los intentos del ala de derechas del PRD por coaligarse con el PAN para contender juntos por la gubernatura del Estado de México (Edomex). Es importante sacar todas las lecciones de este hecho y desprender de ellas las siguientes tareas.

El objetivo de la alianza PAN-PRD en el Edomex.

El objetivo fundamental de la alianza entre el PAN y el PRD en el Edomex era, cómo en los casos de Oaxaca, Sinaloa y Puebla, evitar que las aspiraciones de la clase trabajadora se reflejaran en el terreno electoral, impidiendo que surgiera un gobierno de izquierda que emprendieran acciones en favor de las masas trabajadoras, expoliadas por la crisis económica y los ataques del gobierno de Calderón.

Otro objetivo de las alianzas entre el PRD y el PAN, ha sido fortalecer al PAN, partido que desde el 2006 ha perdido espacios de gobierno, incrementando así la debilidad de Calderón y exacerbando su dependencia hacia el PRI.

Por último y no menos importante, la burguesía y el PAN han visto en las alianzas PAN-PRD una oportunidad de oro para desprestigiar al principal partido de izquierda con que cuenta la clase trabajadora, fortaleciendo al ala de derecha del partido (colabora ésta última del gobierno de Calderón y del imperialismo norteamericano, como se ha demostrado en los cables de Wikileaks), han intentado crear confusión, desmoralización y apatía entre los sectores más activos del movimiento y entre los millones de trabajadores que sin una militancia activa dentro del PRD, inclinan su apoyo y simpatías hacia esta organización.

Específicamente en el caso del Edomex, la alianza debería de cumplir una función más: aislar a AMLO del PRD, a las bases del Morena y a su candidato Alejandro Encinas, obligándolos a contender fuera del éste partido y en cierto sentido en oposición al mismo. Los cálculos iniciales de los “chuchos” eran que con la alianza obligarían a AMLO a contender “solo”, sin el apoyo de las bases del PRD; ellos esperaban que Morena y AMLO mostraran debilidad y una capacidad pobre para atraer las simpatías de las masas del Edomex. Por otro lado esperaban verse respaldados con la fuerza del PAN en el estado de México, que ayudaría a sostener la falacia de que sin alianza con el PAN, la izquierda sería incapaz de ganar al PRI. Los resultados finales han sido muy distantes de los planes originales de la derecha del partido.

Fracaso de la consulta ciudadana

Hasta antes de la llamada consulta ciudadana, el bloque de derechas del PRD se sentía confiado. Con los “triunfos” de las alianzas PRD-PAN en Oaxaca, Sinaloa y Puebla, se sentían fuertes para mantener a capa y espada esta alianza para el Edomex. Además todavía en el mes de diciembre del 2010 Alejandro Encinas seguía renuente a aceptar el apoyo de AMLO y del Morenapara impulsarlo como candidato. Y en una vez que aceptó el apoyo del movimiento, él mismo planteó que si la dirección de PRD (en manos de los chuchos) aprobaba la alianza con el PAN, él no sería candidato por el PRD, pero tampoco sería el candidato de Morena, PT y Convergencia. Osea que de prosperar la alianza del PRD con el PAN el movimiento genuino de izquierda se quedaría sin candidato, al menos él no lo sería. Éste era un elemento que estimulaba la confianza y la traición de los “chuchos”.

En un momento determinado, a finales de febrero, era tal la incertidumbre dentro de Morena, que el mismo AMLO tuvo que presionar a Encinas para que no fuera a aceptar ser candidato de la alianza, además tuvo que advertir que si Alejandro Encinas no aceptaba la postulación por parte del PT, Convergencia y Morena “entonces vamos a pensar en otra propuesta, pero no nos vamos a quedar sin participar, de eso no hay la menor duda”. Eran momentos de mucha incertidumbre, dada la poca claridad de los dirigentes.

Así, los “chuchos” en el Edomex encontraron en la realización de una consulta la forma menos patética de avalar la alianza con el PAN. A todas luces se trataba de una estratagema que pretendía forzar la declinación de Encinas, descabezar la campaña de AMLO en el Edomex y concretar la alianza con el PAN.

Los miserables resultados de la consulta sin embargo fueron decisivos para que toda la confianza y arrogancia de los “chuchos” se viniera por tierra. El objetivo de participación que se fijaron los convocantes era desde el principio muy escaso, imprimieron 350 mil boletas, los que representa al 3.5% del padrón electoral del Estado de México que es de más de 10 millones de electores.

Lograron una participación de 250 mil 985 personas, apenas el 2.5% del padrón electoral. Dentro de los participantes el 79% votó por el sí a la alianza (198 mil 217 votos), el 17% por el no (43 mil 080 votos), 3% por no sé (6 mil 330) y el 1% fueron votos nulos (3 mil 358 votos). Además de los resultados cuantitativos, cave decir que la consulta contó con el más amplio desprecio entre la base de ambos partidos y la población en general, no solo fue indiferencia, sino un repudio tácito.

La consulta estaba llamada a mostrar el músculo coercitivo del PAN y de la burocracia del PRD, éste era el objetivo mínimo, conseguir una participación en base al control burocrático de un sector del electorado, por medio de la compra del voto, entrega de despensas, amenazas a los burócratas del gobierno para que fueran a votar, etcétera. Es significativo de lo que realmente ocurrió el balance que de la encuesta hicieran las organizaciones que la realizaron, en un apartado titulado “Éxito o Fracaso” plantean que ellos toman como referencia el padrón de miembros del PRD y PAN, que en total suma “alrededor de medio millón de militantes” para con ello decir que participaron alrededor de la mitad de los miembros de los partidos. A pesar de los rodeos, el mero nombre que pusieron a su encuesta desdice su balance, desde un inicio se planteó que la encuesta captaría la percepción de los votantes y no sólo de los miembros de los partidos, por ello le llamaron “encuesta ciudadana”, para precisamente minar la participación de la base, especialmente del PRD, ya que de haber consultado a esta base es un hecho que, salvo los dirigentes de derechas, el resto se hubiera pronunciado en contra de la alianza, tan es así que cuando se quiso aprobar la alianza en el consejo estatal del PRD del Edomex, no se alcanzaron los votos necesarios, de ahí que la salida fuera hacer la “consulta ciudadana”. Por otro lado aun siguiendo los argumentos de los organizadores, tomando en cuenta una participación del 50% del padrón de afiliados del PRD y del PAN, tendríamos que apenas el 79% voto por el sí a la alianza, en otras palabras, la mayoría de la base de estos partidos no participó o se pronunció en contra de la misma.

De poco valieron las loas del presidente del PAN a la consulta, el cual la caracterizaba como “Mejor imposible”, pocos días después se vería el fracaso de la estratagema.

Los chuchos se dividen y gana el No a la alianza

Un sector de los “chuchos” que al encontrarse más que con el músculo, se encontró con los huesos del PAN, vaciló a la hora de concretar la alianza, lo que debía ser una respuesta mecánica al terminar la consulta se convirtió en un conflicto entre la misma derecha del partido. Estos se cuestionaban hasta dónde forzar la alianza con el PAN los dejaría suspendidos en el aire, en tanto Acción Nacional no tenía una fuerza que ofrecerles y por otro lado no habían conseguido engañar a las bases del PRD, corriéndose el riesgo de que éstas apoyaran la candidatura de Encinas, aun cuando su candidatura fuera al margen del PRD. Para esos momentos el mismo Encinas había radicalizado su discurso en contra de la alianza, además de que se encontraba también bajo la presión de AMLO y sobre todo de los seguidores de su campaña.

Un sector importante de los “chuchos” conscientemente retrocedió en sus aspiraciones originales, primero en el Comité Ejecutivo del Estado de México los “chuchos” no lograron los dos tercios de votos necesarios para aprobar la alianza, esto se debió, como explicamos, no a que no tuvieran suficientes adeptos a su corriente, sino a que elementos de la derecha del partido decidieron no seguir por esta senda. Posteriormente en el Consejo Político Nacional del PRD, donde unas semanas antes los “chuchos” consiguieron retener la presidencia del partido, tampoco se logró la aprobación, en este caso se reunieron los dos tercios de los votos para rechazar la alianza, la votación quedó con 129 votos a favor de la alianza únicamente con PT y Convergencia, 1 en contra y 44 abstenciones.

Las bases de Morena y del PRD

Éste resultado es significativo en tanto que la fuerza de las bases de Morena y del PRD apenas ha tenido oportunidad de mostrarse. En la gira de AMLO y Encinas que se realizó a lo largo del mes de marzo, previamente a la consulta, mítines que deberían haber sido emblemáticos por la relevancia política de los lugares donde se realizaron, fueron apenas simbólicos, como por ejemplo el de Toluca, que en el mejor de los casos tuvo una afluencia de mil personas, dentro de un auditorio. Otro ejemplo es el caso de Chimalhuacán donde asistieron alrededor de 400 personas, siendo este un bastión tradicional del PRD. El más exitoso de los mítines de esta etapa fue el de Ecatepec, con una afluencia de aproximadamente cinco mil personas, y sin embargo también pudo haber sido mucho mejor. Con todo y ello, la consulta y posteriormente la alianza se fueron a pique.

Antes de que los dirigentes y las masas hayan realizado todo su potencial de organización y movilización, han logrado eliminar la alianza con el PAN, a ello ha contribuido la enorme debilidad y desprestigio del partido de Calderón. Pero sería un grave error que los dirigentes no avanzaran consecuentemente con los resultados obtenidos hasta ahora, particularmente esta derrota para los “chuchos”, abre una vez más la posibilidad de expulsarles definitivamente del partido, denunciándoles ante las masas como lo que son; agentes de la burguesía y el imperialismo infiltrados en el PRD. La conciliación con estos traidores, dejara un sabor amargo particularmente para los sectores más activos del movimiento, agrupados en Morena, que repudian a los “chuchos” cada que tienen oportunidad. Una política de conciliación con la derecha del partido debilitará el vínculo y el empuje que estos sectores avanzados pueden tener con el grueso de las masas proletarias del Estado de México, mismas que se necesita motivar y movilizar para ganar las elecciones este próximo 3 de julio.

Fecha:
15 de abril del 2011

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