lunes, 14 de diciembre de 2009

López Obrador mantiene viva la llama que inspiró 1810 y 1910, dice

Algo digno de celebrar.

En vísperas de cumplir 200 años de Independencia y 100 de Revolución estamos atrapados en la mayor crisis de nuestra historia, tan grande y tan total. Llegamos a 2010 con la vergüenza del más grande fracaso de estas dos gestas históricas. No hay nada que celebrar, sólo el cinismo puede celebrar. Si tuviéramos un poco de dignidad deberíamos declarar esta fecha de duelo nacional y pedirle perdón a la historia con las banderas a media asta.

En medio de la triste realidad de nuestro fracaso histórico es un oasis y una emotiva y enriquecedora experiencia viajar por los cuatro capítulos que recién publicó La Jornada con el título de Un viaje al corazón del México profundo, yo le hubiera puesto: Un viaje con el corazón, al corazón del México profundo, acompañado de ese gran mexicano: Andrés Manuel López Obrador.

Es una gran esperanza en vísperas de 2010, saber que hay alguien que con amor, visión y tenacidad inquebrantable mantiene prendida la llama que inspiró 1810 y 1910 y que sigue prendida en 2010. Eso si es digno de celebrar.

Carlos Noriega Félix

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