Ramón Couoh Cutz
(diciembre 2 de 2009)
tomado de El Rebelde Kolectivoer.es.tl
Los maestros democráticos y clasistas de México estamos de fiesta, porque la CNTE llega a sus 30 años, y “desbrozando la maleza del buen grano” ha demostrado ser en los hechos el auténtico sindicalismo…
La CNTE, surgida el 18 de diciembre de 1979, fue producto de la unidad de distintas fuerzas, principalmente movimientos de masas, que enumeramos a continuación: Consejo Central de Lucha de Chiapas, Consejo Central de Lucha de Tabasco, Consejo Sindical del Magisterio de Guerrero, Consejo Regional de la Región Lagunera, Coordinadora de Trabajadores Administrativos y Manuales del I.P.N., Bloque Reivindicador de los derechos de los trabajadores de la educación del Valle de México (Sección 36 del SNTE), Comisión Nacional de Maestros Coordinadores de Telesecundarias (CNMCT), Delegación D-II-350 de maestros de Telesecundarias del D. F., Delegaciones Independientes de la Zona Oriente del D. F., Bloque de Maestros Democráticos, Delegación D-III-24 de Trabajadores Administrativos de Antropología, Delegación D-II-345 de Trabajadores Académicos de Antropología. Grupos de maestros disidentes como el Comité Estatal de Maestros Federales Bilingües de Puebla, Auténtica Vanguardia Revolucionaria del Valle de Toluca, Maestros Independientes de Guanajuato, Corriente Magisterial Democrática de Monterrey, Maestros Democráticos de Michoacán, Movimiento Democrático Revolucionario del Magisterio de Querétaro, Frente de Trabajadores de la Educación de Yucatán, y Organización de Maestros Democráticos de Puebla. Asimismo organizaciones políticas magisteriales, como el Movimiento Revolucionario del Magisterio (MRM), filial del viejo Partido Comunista Mexicano; la Corriente Sindical Independiente y Democrática del SNTE (COSID) y la Alianza de Trabajadores de la Educación (ATE-LOM) ambas de tendencia trotskista; el Frente Magisterial Independiente Nacional (FMIN) de tendencia maoísta; y la Organización Democrática del Magisterio (ODM), Coalición Revolucionaria de Trabajadores de la educación, Unión Magisterial Independiente (UMI).
Desde su fundación, en el seno de la CNTE han participado militantes de una variedad de tendencias ideológicas y políticas de izquierda, algunas con influencia amplia en los movimientos de masas, y otras que no rebasaron su carácter de membrete, desaparecieron o sobreviven manteniendo algunas publicaciones. Lo fundamental, es la conjunción de concepciones, demostrando la posibilidad de la unidad en un frente de clase, y que paulatinamente las organizaciones políticas –como tales— fueron eliminadas imponiéndose la esencia de la CNTE como una organización de masas.
La unidad en 1979, se dio en torno a la lucha por: rezonificación por vida cara, basificación de plazas, aumento salarial y en contra del charrismo sindical; convirtiéndose en ejes aglutinadores, mismos que fueron enriquecidos, conformando posteriormente el programa de lucha. Convencidos todos de que sólo la unidad de los trabajadores y asalariados en un Frente de Clase, puede garantizar una dirección ideológica y política correcta, una organización firme y combativa, que permita arrancar conquistas, preservarlas y acrecentarlas.
Las luchas continuas libradas por el magisterio nacional en los últimos 30 años, impulsadas, organizadas y dirigidas principalmente por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), con la participación mayoritaria de maestros y trabajadores de la educación de los niveles de preescolar, primaria y secundarias, entre ellos un contingente importante de educación bilingüe indígena, constituye sin duda un rico arsenal de prácticas, enseñanzas y lecciones, sobre el accionar sindical, que rompe definitivamente con la tradición corporativa que ha predominado en el “sindicalismo” mexicano, demostrando en los hechos la posibilidad de la“nacionalización” del sindicalismo clasista en nuestro país, es decir, aplicarlo a las condiciones concretas predominantes en nuestro medio.
30 años, se dice fácil… pero para el magisterio mexicano, ha representado un largo proceso de luchas con un alto costo de sacrificio: la pérdida de más de 200 compañeros asesinados por pistoleros del Estado, del charrismo sindical, de caciques locales y mafias gansteriles sindicales; soportar mayoritariamente la violación permanente de sus derechos laborales, sociales, profesionales y sindicales, y la marginación en ascensos escalafonarios a puestos de dirección escolar; enfrentar la virulencia de la represión permanente de distinto carácter: administrativa, económica, laboral, judicial y física; a las que hay que incluir como fundamental la corrupción a dirigentes con migajas, que dado el trabajo cotidiano del sistema de la alienación y el bajo nivel de conciencia de clase, hacen presa fácil para la nulificación y cooptación a miles de ellos, que después los hemos visto cambiar de bandera, ser fieles “monaguillos” de las autoridades y del charrismo, sobresaliendo cientos de ellos como dirigentes seccionales y nacionales y cuadros destacados del Estado y de las mafias sindicales, principalmente ayer de la camarilla de Carlos Jonguitud Barrios y hoy de Elba Esther Gordillo Morales.
Sin embargo, a pesar de las difíciles condiciones prevalecientes, cientos de miles de trabajadores de la educación –atreviéndonos a afirmar la mayoría de la militancia en el SNTE— se han mantenido en la lucha por el objetivo estratégico de la CNTE: la democratización del SNTE, la educación y el país; construyendo en los hechos un auténtico sindicalismo de clase –que rompe diametralmente con el viejo sindicalismo fundamentalmente corporativo, economicista y divorciado con las luchas e intereses del conjunto de los trabajadores y el pueblo mexicano— que sirve a los intereses de los trabajadores y el pueblo y no a la patronal y su Estado.
La CNTE, fundada los días 17 y 18 de diciembre de 1979 en el “Primer Foro Nacional de Trabajadores de la Educación y Organizaciones Democráticas del SNTE”, realizado en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, –--en el marco de la profundización de las contradicciones del sistema capitalista mexicano con resabios de semifeudalidad y semicolonialidad, en el inicio de una profunda crisis -que a pesar de la fluidez de inmensos recursos económicos provenientes de la explotación petrolera, de los temporales y pasajeros auges económicos- que hasta ahora, no sólo ha continuado sino que se ha agravado más, teniendo sólo dos alternativas: la de la burguesía-terratenientes y su Estado al servicio del imperialismo yanqui que es la reestructuración del sistema, haciendo recaer todo el peso sobre los trabajadores y el pueblo para salvar a un puñado de explotadores y opresores; y la de los trabajadores y el pueblo, que es la revolución proletaria— se ha extendido prácticamente a todos los Estados de la República, siendo reconocido hasta por los enemigos, escuchándose opiniones de maestros de tantos lugares con nula participación en el movimiento democrático “aunque no participo, todos sabemos que las conquistas se la debemos a los compañeros de la CNTE”, constituyendo al mismo tiempo un referente importante en los distintos movimientos sindicales, campesinos, estudiantiles, y elemento fundamental en la intensa lucha de clases que hoy se libra en el país.
Estos 30 años de intensa actividad sindical, indudablemente que constituye un fenómeno social, que atesora una rica y extraordinaria experiencia, principalmente porque se ha desarrollado al margen de la vida institucional, siendo un reto para el sindicalismo corporativo tan arraigado en el país, que aunque ha sido tratado en distintas publicaciones: libros, folletos, revistas, ensayos, tesis profesionales o de grado, tanto por escritores profesionales, como por sindicalistas, requiere de una exhaustiva y planificada investigación, sobre todo de campo, porque la militancia de la CNTE, no sólo ha actuado en el seno del magisterio en el aula, en las escuelas, enfrentando a la burocracia oficial y sindical, combatiendo la filosofía y la política educativa, generalmente reaccionaria, retardataria y antipopular del Estado, sino al mismo tiempo amplios sectores de maestros se han vinculado con las tareas de organización y lucha del pueblo, ubicando su accionar con obreros, campesinos, indígenas, colonos, solicitantes de vivienda, amas de casa, y también por qué no reconocerlo, decenas de maestros conscientes y más comprometidos con las necesidades y aspiraciones de su pueblo, han aportado y siguen aportando lo mejor de sí por la aspiración sublime de la transformación revolucionaria de la sociedad.
La experiencia clasista de la CNTE, recuperarla, se llevaría una complicada y prolífica investigación, que llenaría muchos libros, puesto que los maestros mexicanos en lucha, al enfrentarse a la antidemocracia y la represión del charrismo sindical, han comprendido que es enfrentarse a la burguesía, a los terratenientes y cacicazgos locales y su Estado, por lo que el corporativismo es la política y el instrumento de éstos para el control y sometimiento de los trabajadores de la educación y largo brazo que coadyuva en la alienación de la mayoría de la población. Por ello, los maestros que adquieren conciencia de clase, al mismo tiempo que combaten la antidemocracia, control y represión del charrismo, denuncian la política pro-imperialista y reaccionaria del Estado, desenmascaran la esencia de explotación, opresión, corrupción e inhumana del sistema capitalista, poniendo atención en el campo educativo la lucha contra la filosofía y política educativa oficial, contra la reducción del financiamiento y la pedagogía y metodología burguesas retrógradas, enarbolando la bandera popular de una educación verdaderamente “al servicio del pueblo” plasmada en una “educación científica, crítica y laica; democrática y gratuita en todos los niveles y para todo el pueblo”.
A través de miles de asambleas de escuela, delegacionales, sectoriales, regionales, estatales y nacionales democráticas; en miles de foros, conferencias y distintos eventos más; en los 9 Congresos Ordinarios y 2 Extraordinarios nacionales realizados hasta hoy, los cientos de miles de maestros democráticos y clasistas, han debatido y decidido sobre la situación de la problemática internacional y nacional en lo económico, social, político, cultural y educativo, denunciando la política criminal del imperialismo, del yanqui principalmente; exaltando las luchas de los trabajadores y pueblos por su unidad, organización, combatividad y liberación; han desarrollado una rica experiencia de organización, definiendo y abrazando la línea del sindicalismo clasista, la línea proletaria por la transformación de los sindicatos en escuelas para la revolución; han avalado como alternativa única el socialismo; ratificando su convicción de la unidad de los trabajadores y el pueblo en el país y el internacionalismo proletario en el exterior, aplicando y experimentando todas las formas de lucha.
Hoy enfrentamos la mayor ofensiva del imperialismo, la burguesía criolla y su Estado, lo que impone trabajar por la huelga nacional, recurso fundamental para exigir la abrogación de la criminal Ley del ISSSTE, la cancelación de la ACE y la derrota definitiva del charrismo, actualmente de la camarilla de Elba Esther Gordillo Morales.
Recordamos a nuestros muertos, que suman más de 200, entre ellos a Misael Núñez Acosta, Celso Wenceslao López Díaz, Pedro Palma Baltazar, Saturnina Martínez Ramírez, Manuel López Galeana y Arturo García Martínez: ¡Gloria eterna a todos los camaradas caídos!
Saludamos a nuestra CNTE que a pesar del Estado, el charrismo sindical y el anarcosindicalismo y la gama de oportunistas, goza de muy buena salud.
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