El 26 de junio por la mañana, el Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad de Sonora (STAUS), el Consejo Sindical Permanente del Estado de Sonora (CSPES) y la ANAD convocaron en el local del STAUS, a una conferencia de prensa con dos puntos: la solidaridad con la huelga de los mineros de Cananea y el apoyo a los padres de los niños muertos en la tragedia de Hermosillo del 5 de junio. Inmediatamente después, nos pidieron participar en un taller de sindicalistas sobre los mismos dos temas. Por la tarde, de nuevo en el local del STAUS, se llevó a cabo la conferencia con los dos temas, también convocada por las mismas organizaciones, el STAUS, CSPES y la ANAD, como se publicó en el cartel.
Los tres eventos tuvieron la participación de Manuel Fuentes y Oscar Alzaga y de los amigos sindicalistas que nos acompañaron: del STAUS, de telefonistas, de la CTM de Sonora, mineros de Cananea y otras organizaciones. Porque el CSPES es un organismo muy avanzado que se integra por sindicatos independientes, UNT, Mineros y los de la CTM. Representados por sus dirigentes: Jorge Rountrée y otros compañeros del STAUS, Javier Villarreal de la CTM-Sonora, Sergio Tolano de la sección 65 del Minero, Arturo Figueroa y Rafael Trujano de telefonistas. El Consejo parece un caso único en el país.
Afortunadamente, Manuel Fuentes llevaba preparado el tema de la Seguridad Social y la subrogación de la guarderías, que tanto interés tiene hoy en Hermosillo y en el país por la tragedia que llevó a la muerte de 48 niños, de mes y medio a 4 años de edad, a que más de 20 sigan en hospitales y los demás, más de 100, estén impactados por el horror que vivieron. Las tres pláticas, sobre todo el taller y la conferencia, tuvieron la participación de varios compañeros y en ellas, fue muy bien recibida la representación de la ANAD.
Defendimos los derechos de los mineros, negados brutalmente por el gobierno federal, en particular los de nuestros compañeros de Cananea, con la resolución de abril de este año de la Junta Federal, así como los ataques sistemáticos del gobierno a los mineros del país desde febrero de 2006 a la fecha de junio de 2009. Asimismo, se expuso que en el artículo 123 de la Constitución, fracción XXIX, se establece que la Seguridad Social es responsabilidad del Estado, lo mismo que el servicio de las guerderías. Por lo tanto, la subrogación de éstas, que no es otra cosa que su privatización, es inconstitucional. Tal enfoque, costó muchos esfuerzos que se entendiera, porque implica la reversión de una medida aceptada, por el conformismo.
El sábado muy temprano, salimos a Cananea en un viaje de ida de tres horas, al llegar al mineral, se aprecia desde lejos la ciudad del cobre, Cananea. Un poco antes de la hora prevista, fuimos al Museo de la Lucha Obrera ubicado ni más ni menos que en el antiguo y hermoso edificio de la célebre Cárcel de Cananea: “la que está situada en una mesa”, que recorrimos con mucho interés. Luego llegamos con los compañeros mineros al edificio y auditorio de la sección 65 del Sindicato Minero, en el centro de la ciudad y frente al inmenso mineral, siendo recibidos por el comité de la sección 65.
Hasta donde sabemos, aquí nació la Revolución de 1910 y los derechos sociales de 1917, con la primera gran huelga moderna de 1906, organizada por el Partido Liberal Mexicano y repaldada por el programa de 1906 del PLM, precursor de la Constitución de 1917. La historia de las luchas de Cananea es larga, ellos vuelven a participar en la huelga general de los mineros de 1944, en la huelga de tres meses de los mineros de Cananea de 1961. El 20 de agosto de 1989, en la madrugada del domingo, el ejército ordenado por Salinas de Gortari ataca el mineral y a los trabajadores por tierra y aire. Lo que fue denunciado por 65 sindicatos reunidos en el SME, el día siguiente. En 2004 estallan una huelga exigiendo su participación en las utilidades de la empresa privatizada, en esos años logran avances muy importantes contractuales.
El 30 de julio de 2007, ellos junto con los mineros de Taxco, Guerrero y de Sombrerete, Zac., estallan las tres huelgas, por haber exigido las mínimas condiciones de seguridad e higiene, para evitar daños a la salud o tragedias como la Pasta de Conchos, a lo que se negaron los dueños del Grupo México, los oligarcas Larrea, y ¡oh, sorpresa! también el gobierno de Calderón, a través del señor Lozano. Sin embargo, quizá por ser el mineral de cobre más importante del país, con los mineros de Cananea se han ensañado más el gobierno federal y los Larrea, que con nadie. A ellos les dedicaron la resolución de abril de 2009, que no sólo violenta los derechos fundamentales laborales sino que, de fondo, los liquida; al menos en la intención de la Junta Federal. Porque si no fuera por el amparo interpuesto, aun no resuelto de fondo, estarían los mineros en las calles de Cananea, con todo y sus derechos. Con los Derechos del Trabajo de todos los trabajadores del país.
En ese marco, nos reunimos con 76 mineros y el Comité Ejecutivo de la Seccción 65, en un agradable momento, en el que Manuel Fuentes a nombre de la ANAD entregó 62 mil pesos y la lista de los abogados que colaboraron, recibiendo la constancia por la cantidad y un generoso aplauso de los mineros para la ANAD. En verdad un honor para la ANAD.
Luego, Manuel Fuentes y Oscar Alzaga dirigimos una palabras a los trabajadores y a la organización que lleva casi dos años en la lucha más difícil de los últimos tiempos, porque Cananea vive del mineral y nada más. Así que al recibir el apoyo, los mineros nos dijeron que esa cantidad la destinarían al mantenimiento de la escuela primaria de sus hijos. ¿Qué mejor destino, que la educación del pueblo?
Al terminar nos tomamos las fotos de rigor y nos fuimos a visitar la guardia de huelga de la puerta principal del mineral, allí estaban los trabajadores más jóvenes, a quienes les preguntamos por la resistencia que hicieron en enero de 2008, cuando por tercera vez se declaraba inexistente la huelga de Cananea y a los actuarios de la Junta Federal los acompañó el ejército para desalojar a los mineros en huelga. Un momento muy difícil. Llegaron los sardos y ordenaron a los mineros en huelga salir y abandonar el mineral, sin saber que con su accción beneficiaban a la oligarquía, como siempre, pero la respuesta fue más firme: “señores del ejército, les pedimos que salgan de aquí, que se retiren, porque si no, los vamos a sacar”. Una hora más siguió la discusión, hasta que se rompió el diálogo, cada uno obedecía su respectivo mando: gobierno y trabajadores. Los mineros esperaron, porque se sabían superiores. Entonces los soldados exlamaron: ¡Señores, entraremos a sacarlos! Iban con escudos, cascos y debidamente armados, con bastones de castigo, sin armas, por suerte, y decididos a todo. Entonces, cuando traspasaron la línea de huelga, recibieron una lluvia de bolas de acero pequeñas y medianas, de los brazos de quienes juegan beisbol todos los días, desde lo alto, porque los sardos estaban abajo y los mineros en lo alto, cayó una lluvia de bolas de acero sobre los sardos, uno a uno, y tuvieron que retirarse todos de la contienda, con la vergüenza en sus rostros, sin saber que esa vergüenza, tocaba más arriba. La resistencia de los mineros de Cananea, la habían realizado antes, en abril de 2006, los de Sicartsa en Lázaro Cárdenas, Michoacán, en otra heróica resistencia en forma similar.
Además de reconocer su lucha que el 30 de julio llegará a los dos años, platicamos sobre las condiciones de seguridad e higiene a las que están expuestos, advirtiendo con ellos que Pasta de Conchos, la guardería de Hermosillo y las tres huelgas mineras tiene el mismo fondo; la irresponsabilidad neoliberal en su infinito afán de lucro y de abaratar la vida laboral, han provocado esas tragedias y las luchas obreras por evitarlas. Nos despedimos con mucho afecto de los compañeros, salimos a comer y de regreso con el comité de la sección 65 a Hermosillo, que a las 6 de la tarde realizaría la cuarta marcha del dolor, desde la tragedía del 5 de junio.
Llegamos justo al salir la marcha, pudimos ver su salida, integrarnos y ver como se fue sumando mucha gente conforme avanzaba, una marcha silenciosa de duelo, en la que algunas familias iban rezando el novenario, otras llevaban mantas diversas, al frente los padres iban con las fotos grendes de sus hijos muertos. Una marcha estremecedora. En el mitín hablaron los padres centralmente, desde el dolor y escasa experiencia de jóvenes, de 20 a 26 años.
Y claro, en el conflicto donde tardan en aparecer responsables, los verdaderos se ocultan y se tiran unos a otros, el gobierno federal, el IMSS y el gobierno local, porque en el fondo sólo les interesa llevar agua a su molino: las elecciones entre el PAN y el PRI.
Ya tarde, nos pidieron una entrevista con los jóvenes padres, no fue con ellos sino con su representante y su abogado para coadyuvar en la defensa, con quienes tuvimos muy buen acercamiento y confianza.
A reserva de escuchar a Manuel, esta es mi impresión e informe del viaje. Con afecto, de su amigo y colega, Oscar Alzaga. (30-VI-09)
No hay comentarios:
Publicar un comentario