l visor oficial de las operaciones de compraventa electoral en el país, Leonardo Valdés Zurita, considera que ha llegado el momento de prepararnos para un idílico futuro hildebrándico. Nada mejor que entregar el humano proceso del depósito de votos y su conteo a confiabilísimos sistemas computacionales,
y evitando
. El danzón dedicado a la banda de los algoritmos, y sistemas que le acompañan, se escuchó en el foro de análisis de la reforma electoral 2007-2008 que organizó la oficina del jefe en vías de pasar atrás del trono senatorial, Manlio Fabio Beltrones. Emocionado, propositivo, moderno, Leonardo Hildebrando Valdés Zavala se permitió la desmemoria de establecer que
, así es que, ya encarrerados,
Pensar en la etapa superior del fraude, perdón, del proceso electoral, proviene de un peculiar raciocinio mueblero hecho por el presidente gourmet del IFE (antes fue un mago, ahora un catador):
. ¡Sopitas de pollo (que no sea de las Guarderías Bachoco)! ¿Así es que apenas hemos estado modosamente sentados en la antesala
, para ver si somos recibidos o no, y si nuestras expectativas y votos merecen atención, desdén o trampa? ¿Y ahora resulta que el fraude 0.56% se debió a las
, tan irrespetadas como incluso lo reconocieron los dictámenes vergonzosamente cínicos de los integrantes del tribunal electoral federal que aceptaron la presencia de múltiples infracciones pero se abstuvieron de castigar o anular esos resultados amañados? V. Zurita todavía tuvo cuerda para advertir que, de seguir las cosas como se dieron en las citadas antesalas 2006 y 2009, acabaremos recontando más resultados de casillas, pues tres años atrás se volvieron a computar 11 mil casillas y, ahora, el arqueo se repitió en un 30 por ciento de una elección, por lo que
. Ante ese panorama tan complicado, ¿qué hacer? Pues recuperar las bondades de Diego Hildebrando Zavala Gómez del Campo, evitando cansancio e irregularidades humanas, dejando todo al reino impoluto y totalmente confiable de las máquinas, pues
, según san Leonardo.
En la antesala del baño de sangre, el decorativo Leonel es llamado al Distrito Federal para que dialogue hasta que se canse con el gabinete calderónico de seguridad, mientras en el campo michoacano de batalla los miles de militares desarrollan su estrategia de castigo familiar. En otro tipo de espera, el teórico de las intervenciones, Carlos Pascual, cumple con la parte senatorial que le permitirá ser aprobado como embajador gringo en el México fallido. Y en Honduras (lo que es un signo para toda Latinoamérica y las expectativas de gobiernos liberales o, por llamarlos de algún modo genérico, de izquierda), el resplandor progresista de Obama es ahogado por las fuerzas reales del poder imperial, de tal manera que gana tiempo el golpe de Estado, que nunca se habría podido dar sin la aprobación o cuando menos la tolerancia del Pentágono, y en el fondo de todo subyace una maniobra regional para castigar los acercamientos a Hugo Chávez y la postulación de reformas que dañen a los grandes capitales de determinado país.
Astillas
Un periodista español de larga historia, José María Siles, director de la agencia ANews, domiciliada en Bélgica, está demostrando lo que todo mundo sabía pero Televisa pretende negar (o atenuar): que la exagerada presencia de Enrique Peña Nieto en las pantallas, disfrazada de información, se paga con dinero del gobierno del estado de México. Una prueba de ello ha sucedido luego que a mediados de marzo se desató una campaña de imagen que pretendía colocar a Quique Gaviotón a niveles de estadista internacional sólo porque decidió asistir a un foro mundial sobre agua, en Estambul, y pronunciar algunas palabras de húmeda demagogia. Televisa, que transmitió ampliamente esa importantísima intrascendencia proselitista, contrató a ANews para que diera cobertura a la gira del despilfarrador funcionario mexicano. Un funcionario de la televisora gobernante le dijo a Siles que no se preocupara por sus honorarios:
, le dijeron funcionarios de la televisora, según escribió el periodista español en su blog. Pero, más delante, le dijeron que el gobierno de Peña Nieto pagaría todo. Y Siles considera que quien debe pagar es Televisa y no el erario del estado de México. Por ello escribió:
... Y, mientras Felipe ahora sale con que la crisis ha hecho caer 9 por ciento a la economía, pero en materia de empleos no tanto, o menos de lo que se temía, o en un descuido hasta mejor nos está yendo, ¡hasta mañana, con El valiente Gómez Mont apareciendo (en espera) en la Lotería michoacana!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
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