La historia del Primero de Mayo tiene su origen en 1886, en la lucha por la reducción de la jornada laboral de dieciséis a ocho horas (ocho horas de trabajo, ocho horas de recreación y ocho horas de sueño), y se logró gracias a la unidad de todos los trabajadores, sin embargo, costó muchos sacrificios, como el de los camaradas de Chicago, a quienes se les inventaron cargos criminales que nunca cometieron, y siete fueron ejecutados en la horca el 11 de noviembre de 1887 y a otro se le condenó a 15 años de cárcel, para que sirviera de escarmiento a los demás trabajadores y abandonaran la lucha, pero por el contrario la clase trabajadora redobló su unidad y fortaleció la batalla hasta lograr que se hiciera efectiva ésta y otras demandas.
En México debemos recordar que hasta la dictadura de Porfirio Díaz la clase trabajadora carecía de garantías laborales y sociales, los patrones imponían sus condiciones de contratación, despidos, salarios y duración de la jornada laboral. El gobierno dictatorial actuó decididamente en apoyo de los patrones, reprimiendo con la fuerza del ejército los actos de protesta y desesperación de los trabajadores. La huelga minera de Cananea La huelga del 1º de junio de 1906 de los mineros mexicanos de Cananea, Son., influenciados por la prensa de los hermanos Flores Magón, estalló para manifestar su inconformidad respecto de los privilegios que gozaban los extranjeros, pues mientras que éstos disfrutaban de un salario mínimo de 7 pesos diarios, los trabajadores mexicanos recibían sólo 3 pesos por una jornada de 10 y 12 horas. La respuesta fue la represión sangrienta incluso con la participación de mercenarios norteamericanos en un conflicto netamente nacional, con la complacencia del gobernador de Sonora y del dictador Porfirio Díaz. El día 6 de junio de 1908 los dirigentes de la huelga fueron condenados a 15 años de prisión y a trabajos forzados. En 1911, recobraron su libertad cuando ya era presidente Francisco I. Madero. La huelga textil de Río Blanco La huelga de Río Blanco y otras de la región estalló para oponerse a la decisión de los empresarios textiles de aumentar la jornada de trabajo a 14 horas. La respuesta de los empresarios consistió en cerrar las fábricas, 93 en total, con el pretexto de estar en balance y tener productos almacenados en exceso. Por esta causa quedaron sin empleo 57 mil hilanderos. Después de negociaciones en que intervino el dictador Porfirio Díaz una gran parte regresó a trabajar otros no, influenciados por el Partido Liberal de los hermanos Flores Magón que entre sus objetivos estaban oponerse al capitalismo, luchar contra la dictadura y ayudar a quienes eran perseguidos o encarcelados. El día 7 de mayo mientras unos trabajadores volvían a sus labores, otros apedreaban el edificio. A las 9 de la mañana llegó el ejército disparando contra la multitud, mataron a 17 obreros e hirieron a 80. Los huelguistas marcharon, se hicieron de armas en las casas de empeño y llegaron a dominar en combate, pero el mayor número de soldados y armas de las fuerzas represivas terminó venciéndolos. A cientos se les detuvo y a muchos se les fusiló ahí mismo. Veinticuatro horas después eran ya 140 los trabajadores muertos. Las fábricas de Río Blanco y otras quedaron custodiadas por el Ejército, y centenares de obreros fueron desterrados a Valle Nacional y a Quintana Roo. Es así como las huelgas de Cananea y Río Blanco se constituyeron el primer chispazo de la revolución. ¿Cuándo fue la primera vez que se celebró el Primero de Mayo en México? En nuestro país fue el 1o. de mayo de 1913 cuando, a sugerencia de la Casa del Obrero Mundial, los trabajadores salieron, a las calles desafiando al régimen del usurpador Victoriano Huerta, sus consignas fueron: ¡Queremos el descanso dominical! ¡Exigimos la jornada diaria de ocho horas!. Después de muchas adversidades, los trabajadores y sus organizaciones, fue hasta 1923 durante la presidencia del general Álvaro Obregón, que la celebración del primero de mayo se instituyó como una fecha de combate para la clase obrera. En 1925 la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), celebró el Día del Trabajo con un desfile obrero que tuvo como testigo de honor al presidente Plutarco Elías Calles. A partir de entonces la clase trabajadora sale a manifestarse en casi todas las ciudades del país. El significado del Primero de mayo Para el Frente Social por la Soberanía Popular (FSSP) esta fecha es para recordar y rendir homenaje a los trabajadores de esa época que lucharon en condiciones sumamente adversas, sacrificaron incluso su vida con el fin de que contáramos con una legislación laboral que ahora nos permite defendernos como clase trabajadora, y luchar por mejorar nuestras condiciones de vida. El Primero de Mayo también es una fecha para reflexionar sobre los problemas que enfrentamos así como las condiciones en que los trabajadores mexicanos estamos luchando contra nuestros enemigos de clase de dentro y fuera del país, y las políticas antipopulares que nos aplican. Las huelgas mineras en 2010 La lucha minera no es cosa de la historia. Hoy mismo son las huelgas heroicas que están por cumplir tres años: la de Cananea, Son., Taxco, Gro., y San Martín en Sombrerete, Zac. por mejores condiciones de seguridad e higiene en el trabajo, a fin de que no sigan muriendo trabajadores y menos se vuelva a repetir el crimen industrial de Pasta de Conchos, a causa del despotismo y la complicidad del gobierno de Fox y ahora del usurpador Felipe Calderón para encubrir al oligarca asesino Germán Larrea Mota Velasco. Huelgas que van más allá de la lucha por el respeto al Contrato Colectivo en materia de seguridad e higiene, sino que simbolizan la defensa más enérgica que se ha dado en el periodo de los gobiernos neoliberales, de los derechos laborales y sindicales de todos los trabajadores mexicanos: derecho de huelga, de asociación, y el respeto a la autonomía sindical. Es la defensa en sí de la legislación laboral creada por el movimiento revolucionario de 1910. Y por tanto no debemos dejarlos solos, sino apoyarlos sin escatimar esfuerzos ni recursos. ¡Si derrotan a los mineros nos derrotan a todos! La represión de tipo fascista contra el Sindicato Mexicano de Electricistas El emblemático Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), ha sido víctima de una de las acciones más oprobiosas cometidas por el gobierno derechista de Felipe Calderón, pues pasando por encima de la Ley Federal del Trabajo y de nuestra Carta Magna, decretaron la desaparición de Luz y Fuerza del Centro, empresa estatal y centro de trabajo de nuestros camaradas electricistas, con el fin de privatizar el servicio y las instalaciones, así como para acabar con uno de los sindicatos más combativos, que han existido en nuestro país. Esta medida de corte fascista del gobierno panista, títere del gran capital “nacional” y extranjero, es la comprobación fehaciente de que nos ha declarado la guerra a todos los trabajadores mexicanos, por ello los camaradas del SME, han advertido a todos que no queda de otra: ¡Son ellos o somos nosotros!. La contrarreforma a la Legislación Laboral En efecto, en estos momentos, la legislación con sentido social en muchos de sus aspectos, producto de la Revolución Mexicana está en riesgo de desaparecer, a causa de que el gobierno pelele de Felipe Calderón, obedeciendo sumisamente las órdenes del imperialismo yanqui, pretende modificar la Ley Federal del Trabajo para legalizar lo ilegal, es decir, todas las violaciones que desde hace años vienen cometiendo los patrones, para eliminar definitivamente derechos fundamentales como el de huelga, de asociación, la contratación colectiva, la jornada de ocho horas, acabar con la estabilidad en el empleo, legalizar los contratos de protección y la subcontratación (outsourcing), etc., para adecuarla a las exigencias de los patrones nacionales y extranjeros que consideran que la ley actual nos da muchos privilegios, y junto con el gobierno la violan todos los días. Si permitiéramos su modificación volveríamos a los tiempos de los Mártires de Chicago, Cananea y Río Blanco, de la dictadura porfirista. ¡Son ellos o somos nosotros! Camaradas: Hoy la lucha ya no sólo es por la defensa de nuestras conquistas, de nuestros derechos, de mejores condiciones de vida, porque con este tipo de gobierno no tenemos ninguna posibilidad de salir victoriosos, es un gobierno que responde a los intereses únicamente del gran capital nacional y extranjero. Por lo tanto la lucha debe ser también para echarlo abajo e instaurar uno nuevo y totalmente distinto, necesitamos un gobierno patriótico, progresista, popular e incorruptible. Para esto necesitamos organizarnos políticamente, crear nuestras propias organizaciones políticas, porque los partidos electoreros que actualmente existen sólo sirven para legitimar a la burguesía en el poder. Pero como trabajadores tenemos también que trazar el futuro, es decir, debemos prepararnos y organizarnos no sólo políticamente para llegar al poder, sino para transformar el actual sistema capitalista, que nos oprime, que nos explota y que nos impide gozar de nuestros derechos y de libertad. Esta es la tarea de todos los trabajadores, dar la lucha en el terreno económico, político y también en el de las ideas, para convencer al pueblo de que en este sistema nos está negada la felicidad, la libertad, que tenemos que luchar en todos los terrenos y en todos los sectores de la sociedad, para lograr el cambio revolucionario. ¡Ya basta de estar sólo resistiendo cada embestida del gobierno servil calderonista! Es hora de pasar a la ofensiva, organizando a las masas populares hasta derrocarlo con la fuerza de las movilizaciones combativas. Y con esa misma fuerza popular organizada imponer nuestro propio gobierno, para que responda únicamente a los intereses del pueblo y de la nación. Llamamiento Sobre la base de lo anterior las organizaciones que conformamos el FSSP hacemos un llamado a los demás trabajadores zacatecanos a la unidad. Sólo la unidad en contra de nuestros explotadores de dentro y de fuera del país puede llevarnos a la victoria, en la defensa de nuestros derechos, en la lucha por la independencia nacional y en la instauración de un verdadero régimen democrático, hasta lograr la transformación del oprobioso sistema capitalista por uno superior en donde se acabe para siempre con la explotación del hombre por el hombre.
¡Viva la unidad de la clase trabajadora de la ciudad y del campo! ¡Vivan las heroicas huelgas mineras! ¡Viva la indoblegable lucha del Sindicato Mexicano de Electricistas! ¡Viva la lucha por la independencia nacional! ¡Abajo el TLCAN! ¡Abajo la contrarreforma laboral calderonista! ¡Por un gobierno patriótico, progresista, popular e incorruptible! FRATERNALMENTE “Justicia social, democracia popular y soberanía nacional” Zacatecas, Zac., Abril de 2008
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