Barómetro Internacional
Simón Rodríguez
El pasado 19 de abril se conmemoró en Caracas el inicio de la lucha independentista en ese país y el proceso que después se extendería a todo el territorio ocupado por la corona española. En esos festejos se destacó la importancia de los procesos de integración solidarios que varios países han emprendido en los últimos años. Especialmente porque el festejo coincidió con una nueva Cumbre de los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
Quizás por el entusiasmo de la reunión y la necesidad de reivindicar los avances alcanzados, poco se ha expresado sobre la agresión imperialista actual al proceso de integración, y en concreto, a la situación en Honduras.
Honduras integró, hasta el derrocamiento por un golpe cívico-militar del presidente Manuel Zelaya, la Alianza Bolivariana. Uno de los primeros objetivos del golpe militar, ratificado después por el gobierno surgido de las elecciones irregulares de noviembre pasado, y que llevaron a Porfirio Lobo a la presidencia, fue apartar a Honduras de ese proceso de integración.
Hoy, las naciones del mundo que condenaron, por lo menos oficialmente, el golpe de Estado, están comenzando a reconocer el gobierno surgido en un proceso electoral viciado, y de paso se abstienen de condenar las graves violaciones a los derechos humanos que se están cometiendo en esa nación centroamericana.
España, que en este año del Bicentenario, debería al menos iniciar gestos de reparación por los años de la colonización y vasallaje de los pueblos denominados hoy latinoamericanos, se apresta a recibir al nuevo mandatario hondureño.
En rechazo a esa postura, dirigentes del Frente Nacional de Resistencia Popular de Honduras han viajado a Madrid para pedir que no se invite al presidente Lobo a la cumbre que la Unión Europea y América Latina celebrarán el próximo mes de mayo.
Los argumentos son muy sencillos. En primer lugar, el proceso electoral que llevó a Lobo a la presidencia estuvo viciado desde los inicios y, según Carlos Reyes, uno de los líderes del Frente de Resistencia, ya formaban parte del plan iniciado con el golpe de Estado de junio del pasado año. “Estados Unidos fue quien promovió el golpe y en su plan original ya figuraban el golpe, la solución de la crisis con la convocatoria de elecciones, y el abultar el resultado de esas presidenciales para que el nuevo Gobierno fuera reconocido. Todo eso forma parte de un plan de Estados Unidos para controlar el país y darle legitimidad con medidas como la amnistía a los golpistas” explicó Reyes que fue candidato presidencial pero renunció antes de participar en los comicios ilegítimos.
La oposición hondureña insiste y sostiene que la única salida válida es la convocatoria a una Asamblea Constituyente que modifique la actual Constitucional heredada de una dictadura militar y que no contempla la consulta popular.
Además de señalar el origen ilícito del mandato de Lobo, la oposición denuncia que la represión continúa en el hoy denominado gobierno constitucional, y lo que es peor, se están produciendo crímenes selectivos de sindicalistas, campesinos, y dirigentes sociales opositores, y hasta de periodistas. En la semana pasada, cinco dirigentes campesinos y dos periodistas fueron asesinados en Honduras.
También se ha constatado la presencia de paramilitares colombianos que han llegado al país contratados para reprimir la oposición, denunció Reyes en España.
En este año del Bicentenario, además de reivindicar la gesta independentista y felicitarnos por los logros que se están alcanzando en el proceso de integración, también deberíamos concentrarnos en denunciar y liquidar con este vestigio de nuevo colonialismo y opresión instaurado en el país centroamericano.
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