Difusión Cencos México D.F., 28 de abril de 2010
Boletín de prensa Cecop / Red Guerrerense / Tlachinollan
- La asamblea agraria se realizó hoy por la mañana y duró apenas unos 30 minutos.
- Insiste el gobierno estatal en imponer la presa a toda costa
- Cecop impugnará la asamblea la próxima semana
La asamblea agraria que se llevó a cabo hoy en la comunidad de La Concepción perteneciente a los Bienes Comunales de Cacahuatepec, en la que policías federales, ministeriales, estatales y municipales de Acapulco controlaron el ingreso, evidenció una vez más que el gobierno de Guerrero está dispuesto a continuar con el despliegue de costosas y aparatosas acciones para imponer a toda costa la construcción de la presa.
De nueva cuenta el gobierno echó a andar la maquinaria de la represión tratando a los campesinos opositores a la presa como si fueran criminales, cuando gracias a ellos los ricos de Acapulco siguen viviendo con grandes privilegios.
Es inconcebible constatar cómo las decisiones gubernamentales son la vil expresión de caprichos de un poder omnímodo como lo ha ejercido el gobernador del estado. A la usanza de los gobiernos caciquiles, el Ejecutivo estatal ordenó el despliegue de este operativo para nuevamente negarles a los campesinos del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la presa La Parota (Cecop) su derecho a participar en la asamblea de La Concepción, que al igual que las demás asambleas estuvo plagada de graves irregularidades.
Los preparativos fueron diseñados no por los campesinos sino por el aparato represivo del Estado que invirtió dinero no para garantizar seguridad a los dueños de las tierras sino para crear un ambiente de terror y preparar un escenario para la represión y la criminalización del movimiento legítimo del Cecop.
La aberración del poder le impide mirar con objetividad la situación de pobreza y abandono en que han sido sumidos los campesinos asentados en el afluente del río Papagayo. Este gobierno desde que llegó al poder lo único que ha mirado son grandes inversiones para facilitar la entrada de capitales extranjeros con el fin perverso de repetir la nefasta historia de Salinas de Gortari de hacer más ricos a los ricos como sucedió con Carlos Slim y de hundir en la pobreza a los que siempre han estado olvidados como ha sucedido con el municipio de Cochoapa el Grande. Son ahora los canacintros, los policías antimotines, los colonos y taxistas que fueron acarreados desde Acapulco, los nuevos interlocutores del gobierno que quieren la presa La Parota.
En esta nueva etapa de reactivación del proyecto hidroeléctrico por parte del Poder Ejecutivo estatal, se cerraron las puertas del diálogo y prevalecieron los retenes policíacos. Desde una semana antes el gobierno del estado metió la maquinaria para aplanar el terrero de La Ceiba y cercar con malla ciclónica todo el perímetro donde se realizaría la asamblea. Cinco días antes las corporaciones policiacas recibieron órdenes para montar guardia en la casa del comisariado y acordonar el área para que nadie se atreviera a impedir los trabajos. Fueron comisionados varios grupos de la policía estatal, municipal y ministerial para instalar retenes con la presencia de ministerios públicos prestos para actuar con la ley y las armas en la mano contra los verdaderos dueños de las tierras.
Los funcionarios de la Secretaría de Seguridad Pública y de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) suplantaron en sus funciones al Comisariado de Bienes Comunales, El Consejo de Vigilancia y a los mismos comuneros al controlar la entrada de los participantes y copar de policías el lugar de la asamblea. Se trató de una asamblea presidida por los funcionarios policiacos que daban órdenes a sus policías para aplicar el plan diseñado para esta asamblea. Fueron los mismos policías los que daban órdenes a la población acarreada para que emitiera su voto a favor de la presa después de haber recibido la cantidad de 200 pesos.
Las autoridades del Estado sacrifican la legalidad y los recursos del diálogo para aplastar un movimiento legítimo que se resiste a vender sus tierras y a impedir que se construya la presa La Parota. Nuevamente el gobierno se equivoca al pensar que el Cecop está dividido y desgastado y que por lo mismo podría manipular a los comuneros con la compra de votos. Para los campesinos opositores hoy ha iniciado una nueva etapa de lucha y han levantado las banderas de la resistencia contando con el apoyo y la seguridad de organizaciones estatales y nacionales para alzar su voz y exigir el respeto a la decisión que tomaron el 12 de agosto del 2007 donde dijeron un No rotundo a La Parota.
Esta asamblea carece de legalidad, pues arrastra los mismos vicios de las cuatro asambleas anteriores (Cacahuatepec, Dos Arroyos, Los Huajes y La Palma) que ya fueron anuladas por el Tribunal Unitario Agrario (TUA), por tal razón, el Cecop apelará a los tribunales para interponer la demanda de nulidad de esta asamblea para restablecer la legalidad y restaurar el orden que ha sido nuevamente alterado por el gobierno y sus policías.
Exigimos respeto a la decisión libre y bien razonada por parte de los campesinos del Cecop y demandamos respeto a sus tierras, a la misma vida de los campesinos y al derecho inalienable de manifestarse y de oponerse a todo lo que pone en riesgo su patrimonio.
La Concepción, Acapulco, Guerrero a 28 de abril del 2010.
Información difundida por el Área de Comunicación y Visibilidad de Cencos
No hay comentarios:
Publicar un comentario