El proceso electoral que se realizará éste próximo 4 de julio en nuestro país, tiene cómo una de sus problemáticas fundamentales las alianzas electorales pactadas por los partidos de la Revolución Democrática (PRD), del trabajo (PT) y Convergencia con el Partido Acción Nacional (PAN). Este hecho representa uno de los aspectos políticos de mayor trascendencia para la lucha de clases en nuestro país.
Estas elecciones se enmarcan en un contexto de crisis mundial del capitalismo, que en nuestro país se ha expresado en una caída del 6.8% del Producto Interno Bruto a lo largo del 2009. Esta crisis inevitablemente se expresa en el conjunto del régimen: la burguesía, su Estado, su ejército, sus más importantes partidos, el PRI y PAN. Un elemento que ejemplifica esta crisis es el secuestro del ex candidato presidencial, el panista Diego Fernández de Ceballos.
La clase trabajadora es sin embargo el sector sobre el que recae todo el peso de la podredumbre del régimen. Por ello los trabajadores han intentando transformar sus condiciones a través de diferentes expresiones políticas y de lucha; una de las luchas más importantes que han protagonizado fueron las elecciones y la lucha contra el fraude electoral en el 2006. En estas luchas las masas expresaron su energía revolucionaria a través del PRD el cual, en alianza con el PT y Convergencia impulsó la candidatura de Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Por ello resulta contradictorio y pernicioso, que la dirección de estos partidos, identificados por las masas proletarias como una alternativa a la política de la burguesía, ahora estén dispuestos a ir en “alianza” para las próximas elecciones con el PAN e incluso con el PRI, ambos partidos de la burguesía.
Para los trabajadores, militantes de base honestos del PRD, CND, PT y Convergencia, resulta de vital importancia explicarnos cómo y por qué se han dado estas alianzas, además de explicar su trascendencia y significado político para la lucha de clases.
La política de AMLO hacia el PRD, PT y Convergencia
Desde su campaña como candidato a la presidencia en 2006, AMLO impulsó una estructura paralela al PRD, conformando desde las “Redes Ciudadanas” hasta las “Casas del movimiento”, más recientemente. Su lógica ha sido la de formar un “movimiento ciudadano”, paralelo al PRD. En contraste no ha llamado a recuperar los comités de base del partido, ya que considera que el movimiento que dirige “no es de partido político alguno”. No obstante la aplastante mayoría de sus seguidores son perredistas, que ven las iniciativas de AMLO cómo las iniciativas del sector de izquierda y más combativo del PRD.
La lógica de conformar un “movimiento ciudadano” que no pertenece a un partido en específico, le ha dado la oportunidad ha arribistas de todo tipo para montarse en el movimiento, un ejemplo de ellos es Camacho Solís, antiguo colaborador de Salinas y actual dirigente del Diálogos para la Reconstrucción de México (DIA), antes FAP. Efectivamente, no podemos culpar a estos destacados “ciudadanos” de ser consecuentes partidarios del PRD, pero lo que sí nos queda claro es su arribismo y falta de principios.
En esta misma lógica AMLO ha decidido impulsar y fortalecer al PT y a Convergencia, partidos que muy recientemente han tenido una clara identificación de izquierda, y por lo mismo tiene un arraigo entre las masas mucho menor al del PRD. Tan es así que en las elecciones del 2009, el argumento central de AMLO para llamar a votar por estos partidos era que si él no los apoyaba, perderían el registro. De hecho, de no ser por AMLO y el PRD, muy seguramente estos partidos habrían perdido el registro desde el 2006.
La política de AMLO hacia el PT y Convergencia contrasta sin embargo con su postura hacia el PRD. Si la política de AMLO es rescatar al PT y Convergencia por el papel que han jugado desde el 2006 a la fecha, este argumento es incluso más válido para el PRD, el cual, a pesar de los “chuchos”, ha sido y sigue siendo el partido más importante de la izquierda y el proletariado mexicano.
La política de presentar al PT y Convergencia cómo una alternativa frente al PRD, ha tenido cómo consecuencia que los “chuchos” han tenido todo el margen para intentar desacreditar al PRD ante las masas. Por otro lado, a pesar de los llamados de AMLO a que el movimiento apoye al PT y Convergencia, esto no ha ocurrido de forma masiva, cómo se puede ver en el balance de las elecciones del 2009. En ellas el PRD sufrió un gran retroceso. De haber obtenido 127 diputaciones en el 2006 pasó a tener apenas 72 en 2009, debido a la pérdida de 5 millones de votos. El PT, efectivamente tuvo un avance importante. Fue en 2003 la última elección donde el PT participó en solitario, en esa ocasión obtuvo 640 mil 724 votos, que representaron el 2.4 % de la votación nacional, y para las elecciones del 2009 casi dobló su votación consiguiendo 1 millón 216 mil 237 votos, alcanzando nueve diputaciones. Presentar al PT y Convergencia cómo alternativas en lugar de recuperar al PRD de las manos de los “chuchos” ha resultado muy costoso para el conjunto del movimiento. Aunque esta política si ha redituado en un avance para el PT, en términos generales el voto de la izquierda se ha dividido, pero lo más importante es el hecho de que el grueso de las masas no ve esto como una alternativa, de forma que, el abstencionismo en el 2009 llegó al 55% del padrón electoral y de los votos que no recibió el PRD respecto al 2006, solo un 13% se pasó al PT. Este abstencionismo y división del voto de la izquierda, terminó por fortalecer al PRI, el cuál pasó de 102 diputaciones en 2006 a 241 en 2009.
¿Qué representan las alianzas electorales del PRD-PT y Convergencia con el PAN?
Conforme la crisis del régimen y sus divisiones internas se han acentuado, la necesidad de desaparecer, debilitar y desprestigiar a las organizaciones de la clase trabajadora se ha vuelto más apremiante para la burguesía. El reciente ataque al Sindicato Mexicano de Electricistas habla de esta necesidad. La burguesía es consciente de que ella misma no puede fortalecerse ni económica ni políticamente, por tanto intenta debilitar al movimiento obrero para permanecer en el poder.
Es así que llegamos a una de las contradicciones más agudas entre las aspiraciones revolucionarias del proletariado y la traición de su dirección. Las alianzas pactadas entre el PRD, PT y Convergencia con el PAN, las alianzas del PT y Convergencia con el PRI, son intentos desesperados del régimen y de las direcciones reformistas de derechas y burguesas por abortar el proceso de lucha que ha iniciado el proletariado en nuestro país. Así lo revela Camacho Solís cuando afirma que el objetivo de las alianzas es que “se fortalezca la democracia y que se logren equilibrios políticos”; mas adelante reitera que “el poder público está muy debilitado. Necesitamos hoy garantizar la estabilidad política del país de aquí al 2012 y ya con las elecciones construir las mayorías necesarias para hacer las reformas que necesita el país” (Mileno. 11 de marzo del 2010)
¡Exactamente! De lo que se trata es de “equilibrar” la lucha de clases, debilitando a la clase trabajadora y sus organizaciones, para frenar la debacle de Calderón, al menos durante dos años más. Cómo la burguesía es tan débil para hacerlo por sí misma necesita de la ayuda de los “Chuchos” y los dirigentes del PT y Convergencia; su objetivo fundamental es formar un “frente único” para preservar al gobierno de los capitalistas. Por si quedaba alguna duda el dirigente del frente electoral DIA nos lo ratifica con sus propias palabras: “Independientemente de cuáles sean los resultados finales, las alianzas han logrado cambiar los equilibrios en todos los estados donde se están llevando a cabo”. ¡SI! Tiene toda la razón, no importan los resultados finales de las elecciones, si gana el PRI es un acierto para la burguesía, pero si lo hace el PAN por medio de sus alianzas con el PRD también gana la burguesía; incluso si alguna elección no fuera ganada ni por el PRI ni por la coalición con el PAN ya también ha ganado la burguesía debido al enorme desprestigio del PRD y demás partidos de izquierda producto de la formación de las alianzas, de las divisiones que ello provoca entre el movimiento y a consecuencia de la confusión que todo ello genera entre los trabajadores del campo y la ciudad. Es verdad, sea cuál sea el resultado de las elecciones, la burguesía ya ha cumplido parte de su cometido. Evitar que el hartazgo de las masas se exprese plenamente por medio de las elecciones.
Alianzas sin principios
Las próximas elecciones, a celebrarse en 15 estados, designarán 12 gobernadores en los estados de Aguascalientes, Sinaloa, Quintana Roo, Oaxaca, Durango, Veracruz, Tlaxcala, Zacatecas, Puebla, Chihuahua, Hidalgo y Tamaulipas. En cuatro más, solamente se elegirán diputados locales y cargos para ayuntamientos: Baja California, Yucatán y Chiapas.
Impulsarán candidaturas conjuntas el PRD, Convergencia y PAN para las gubernaturas de Sinaloa, Oaxaca e Hidalgo. En todas estas candidaturas originalmente participaría el PT, sin embargo, salvo en el caso de Oaxaca, decidió retirarse dadas las presiones de AMLO sobre la dirección del partido. Para la elección a gobernador en Chihuahua, el PT y Convergencia irán en alianza con el PRI.
No obstante que el PT se retiró de la coalición con el PAN para impulsar gobernadores (reiteramos, salvo en el caso de Oaxaca), en esos mismos estados, mantuvo la alianza para las diputaciones y ayuntamientos locales con dicho partido. De tal manera que mantiene una alianza “parcial” con el PRD, Convergencia y PAN. En tanto la decisión del PT de salir de las alianzas se dio fuera de los tiempos legales, el PT no contará con candidatos propios, quedando finalmente en las boletas electorales con la leyenda “no registró candidato”. En el caso de Sinaloa, aunque si tenía la posibilidad de registrar candidato, no lo hicieron para “no afectar” la candidatura de “Malova”.
Otro caso es el de la elección para gobernador en Durango, donde el PT lanzará su propio candidato y la coalición PRD-Convergencia-PAN tendrán el suyo propio. La misma circunstancia se da para el candidato a gobernador en Puebla, donde el PT ira en solitario y la coalición PRD-Convergencia-PAN-PANAL, tendrán el propio.
Para la gubernatura de Aguascalientes el PT tiene su propio candidato, el PRD y Convergencia irán en coalición. En Veracruz y Tlaxcala, PRD-PT- Convergencia, impulsan candidaturas conjuntas para gobernador. En Tamaulipas los partidos de izquierda competirán por separado con candidatos propios
La decisión del PT de salirse parcialmente de las coaliciones con el PAN, en buena medida fue producto de las presiones de AMLO, el cuál advirtió que en caso de que el PT se mantuviera en alianza con el PAN, retiraría su imagen de la publicidad del partido. Fue después de esta presión que el PT decidió salir parcialmente de las coaliciones. Sin duda la postura del PT fue correcta pero insuficiente pues debió haber roto al 100% con la política de alianzas con el PAN, cuestión que demuestra que la dirección de éste partido también está siendo presa de las presiones de la burguesía a pesar de que han respaldado buena parte de las acciones de AMLO. Otra prueba de ello ha sido su decisión de coaligarse con el PRI, para la gubernatura de Chihuahua
La primera jornada electoral de este año realizada en Yucatán el pasado 17 de mayo, aunque no contó con la coalición de los partidos de izquierda con el PAN, refleja las tendencias generales del proceso; la debacle del PAN, la crisis del PRD producto de la política de su dirección y a partir de ello un incremento del voto para el PT, pero incapaz de competir con la derecha. Lo que en suma se ha traducido en un fortalecimiento del PRI. Mérida ha sido durante 20 años gobernada por el PAN, por lo que se tenía cómo uno de sus bastiones más emblemáticos, bastión que finalmente perdió ante el PRI. El PAN consiguió 132 mil votos contra 142 mil del PRI. El tercer partido más votado fue el PT con 3mil 33 votos, sin embargo la diferencia con los partidos de la derecha es abismal. Le siguió el derechista Nueva Alianza con 2mil 502 votos. En el quinto lugar quedó el PRD con 2 mil 446 votos. Un elemento que sin duda debe hacer pensar a la derecha sobre su victoria, es que el abstencionismo fue del 45 % del padrón electoral. El balance de estos resultados es prácticamente el mismo que en las elecciones del 2009, donde salió fortalecido el PRI.
La alternativa de los marxistas frente a las próximas elecciones
El hecho de que el PRD-PT y Convergencia hayan mantenido en mayor o menor medida sus alianzas con el PAN e incluso con el PRI, representa un fuerte golpe para la base de estas organizaciones, las cuales ante la disyuntiva de por quién votar en las próximas elecciones, en algunos casos no contarán con una alternativa electoral de izquierda que represente los intereses de la clase trabajadora. Tal es el caso de la elección para gobernador en Hidalgo, Sinaloa y Oaxaca, donde no existirán candidaturas impulsadas bajo el programa y trayectoria de algún partido de izquierda, lo único que tendremos serán las coaliciones del PRD-PT-Convergencia con el PAN, que en la práctica se traducirán en gobiernos que mantendrán y profundizarán los ataques y la precariedad de la clase trabajadora.
Los trabajadores no obtendremos ningún cambio a nuestro favor en caso de que resulte triunfadora la alianza de la izquierda con el PAN o el PRI, ello lo comprueban los anteriores “triunfos” de éstas coaliciones. Citamos lo expuesto en nuestra editorial del mes de abril:
“Es tanto más burda la estrategia de la burguesía en tanto revisamos los resultados que en el pasado han arrojado las alianzas PAN-PRD, en un artículo del periódico El Universal titulado “El fracaso histórico de las alianzas PRD-PAN” quedan expuestos los patéticos resultados:
“Así, panistas y perredistas han unido esfuerzos en San Luis Potosí en 1991 y en 1992 en Durango, siete años después en Coahuila y Nayarit, en 2000 fueron juntos en Chiapas al año siguiente en Yucatán y más recientemente, en 2004, en Oaxaca y Chihuahua. El saldo: cinco derrotas y tres victorias (…) Pero una vez que se concretaron los triunfos sobre el Partido Revolucionario Institucional en Chiapas, Nayarit y Yucatán los candidatos ganadores (Pablo Salazar, Armando Echeverría y Patricio Patrón) marcaron de inmediato distancia y marginaron a los partidos que se sumaron a su candidatura”
A pesar de que la derecha del PRD y las direcciones del PT y Convergencia, han impedido en varios casos la oportunidad de que los trabajadores aprovechemos los espacios parlamentarios y de la democracia burguesa, para llevar adelante nuestras reivindicaciones, ello no significa que debamos de renunciar a estas conquistas históricas de la clase obrera. En todos los casos donde exista la posibilidad de conquistar algún espacio parlamentario o de gobierno a partir de los partidos de izquierda debemos de aprovecharlo de la manera más eficiente. Debemos de votar este próximo 4 de julio por los candidatos que únicamente sean impulsados por algún partido o coalición de los partidos de izquierda (PRD-PT-Convergencia). En ningún caso representa una alternativa votar por la coalición de los partidos de izquierda y derecha, independientemente de que los candidatos sean “ciudadanos reconocidos”, cómo tratan de hacernos pasar a Gabino Cué en Oaxaca. En el momento en que han decidido aliarse con en el PAN para acceder a algún cargo público, están comprometiendo su política y los intereses de clase del partido.
Desafortunadamente el tema se complica en aquellos casos donde la izquierda va dividida, por ejemplo en Zacatecas, donde tendremos un candidato del PRD y otro del PT, el hecho mismo de que exista esta división abre la posibilidad de que los partidos de la derecha, salgan beneficiados. Desde nuestro punto de vista y atendiendo a la experiencia de los anteriores proceso electorales, la orientación de los trabajadores debería de ser fundamentalmente hacia el PRD, en tanto este partido es el que tiene más arraigo y por ende más posibilidades de aglutinar las aspiraciones de las masas. Sin embargo también comprendemos que para muchos trabajadores, la política que ha implementado la dirección del PRD no los motive a pronunciarse por este partido, algunos de ellos se inclinaran por el PT, no obstante debemos resaltar que cómo lo demuestran los resultados del 2009 y en el caso de las pasadas elecciones en Mérida, cuándo el PRD no puede mantener un alto índice de votación, la mayoría de estos votos van al abstencionismo y solo una parte minoritaria va al PT. Por lo tanto el PRD sigue siendo, a pesar de los errores y traiciones de su dirección, el partido con más arraigo entre las masas y que cuenta con mayores posibilidades de triunfar electoralmente, y a partir de estos triunfos es que los trabajadores podremos ajustar cuentas con los candidatos si es que no están dispuestos a defender los intereses de los oprimidos y explotados. Un ejemplo del mayor arraigo del PRD respecto al PT, es que por ejemplo en Chihuahua, donde el PT solo pudo registrar 25 candidatos de 67 posibles para presidentes municipales. De hecho por su limitada implantación es que se han coaligado con el PRI.
En el caso de Puebla, ante la alianza del PRD-Convergencia-PAN, la candidatura del PT se presenta como una alternativa electoral para la clase trabajadora. Es factible que en estos casos crezca la votación del PT, incluso batiendo sus records históricos, pero desafortunadamente en el caso de dicho estado difícilmente este avance será suficiente para derrotar al PRI.
El hecho de que ante las alianzas del PRD con el PAN, el PT en el caso de Puebla se presente como una alternativa para la clase trabajadora, no niega el hecho de que el PRD siga siendo el partido tradicional de la clase trabajadora, en Puebla y a nivel nacional. Históricamente está demostrado que la fidelidad de los trabajadores a sus organizaciones tradicionales es fuerte, ello no significa que en un momento determinado estas puedan dejar de ser vistas como una alternativa, o incluso tampoco está negada la posibilidad de que nuevas organizaciones con arraigo entre las masas puedan surgir y no necesariamente bajo la condición de que desaparezca el PRD. En todo caso este es un proceso que tenemos que seguir evaluando, por el momento el PT no ha sido utilizado por las masas en la misma medida en que lo ha hecho con el PRD. Pero ante la alianza del PRD y Convergencia con el PAN, si representan una alternativa parcial para estas próximas elecciones votar por él PT, donde se presenten estos casos.
Por la unidad bajo principios socialistas de los partidos de izquierda
La política de “alianzas” que ha implementado la dirección del PRD, PT y Convergencia con el PAN y el PRI, están condenadas al fracaso en el terreno electoral y cómo una alternativa progresista para la clase trabajadora. Estas alianzas redundarán en un fortalecimiento del PRI y con ello del régimen capitalista, el mismo régimen que representa el gobierno de Calderón. Por ello decimos ¡NO a las alianzas con los partidos de la burguesía!
No obstante los trabajadores no podemos renuncia a la conquista histórica de poder expresar nuestros intereses por medio de las elecciones, con nuestros propios partidos. Sin embargo debemos de complementar el apoyo electoral a los partidos de izquierda, con la participación democrática de las bases en la vida interna de estos partidos. Hoy más que nunca es necesario rescatar al PRD de los “chuchos” y demás oportunistas que corrompen al partido. AMLO debe de organizar esta lucha por recuperar la dirección del PRD, impulsando la creación de los comités de base del partido. ¡Por un PRD democrático, combativo y socialista!
Luchamos por una genuina unidad de la izquierda bajo un programa de lucha socialista; la unidad del PT y Convergencia con el PRD no puede limitarse a una unidad electoral, si no a una unidad por la transformación de la sociedad. Mientras estos partidos sigan siendo controlados por una burocracia similar a la de los “chuchos” en el PRD, difícilmente se podrán consolidar cómo una alternativa para los millones de explotados de este país. Por la unidad bajo un programa socialista de los partidos de izquierda.
No es suficiente con votar por los partidos de izquierda, es necesario mantenernos organizados y movilizados para que los intereses de los trabajadores sean defendidos por los candidatos de los partidos de izquierda que resulten electos el próximo 4 de julio. “Representante obrero, salario obrero”; todos los candidatos electos por el PRD, PT y Convergencia deben tener el salario de un obrero medio cualificado. ¡Revocabilidad inmediata de todos los candidatos del PRD, PT y Convergencia que no cumplan con un programa en beneficio de la clase trabajadora! Siendo sustituidos por los mejores representantes de los trabajadores. Además de votar por los partidos de izquierda es necesario luchar por el socialismo. ¡Organízate en Militante!
¡No a las alianzas de los partidos de izquierda con el PAN y el PRI!
¡En estas próximas elecciones vota únicamente por los partidos de izquierda!
¡Organízate y lucha por un PRD combativo, democrático y socialista!
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