Autor: José Reyez | |
Durante la incursión del Ejército Mexicano en las comunidades zapatistas luego de la insurrección de 1994, la unidad de Inteligencia Militar de la Secretaría de la Defensa Nacional decomisó información confidencial del EZLN, como el Manual de guerra, programa político y declaración de principios, reglamentos, libros “subversivos”. Se trata de documentos de adoctrinamiento y de formación político militar de los milicianos en materias como marxismo leninismo, economía política y socialismo científico, la lucha por la revolución socialista y por una sociedad sin clases sociales ni explotación de los trabajadores. Clasificados por tema y concentrados en un grueso legajo de 500 páginas, se hicieron llegar a la “superioridad”, el general secretario Antonio Riviello Bazán
El Ejército Mexicano realizó una operación quirúrgica en diversas poblaciones indígenas de la selva chiapaneca. Los soldados catearon las viviendas de miembros del movimiento zapatista y de la población civil. Decomisaron los documentos de la dirigencia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) a los milicianos que fueron detenidos y a los que cayeron en combate durante la primera quincena de enero de 1994, a finales del sexenio de Carlos Salinas de Gortari.
A su paso por las poblaciones indígenas de Altamirano, Ocosingo, Las Margaritas, Morelia, Chanal y Oxchuc, integradas al movimiento guerrillero, entre otras, las tropas del general Riviello Bazán, en especial los operadores de la Sección Segunda de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), recopilaron información secreta de los insurgentes, contenida en las mochilas de los guerrilleros muertos, en los vehículos donde se transportaron y en las viviendas de los zapatistas.
La información fue clasificada por temas en 55 apartados y analizada por miembros de Inteligencia Militar de la Sedena, quienes en sus observaciones señalaron que el movimiento de “transgresores –como la dependencia denomina a los guerrilleros– pretende subvertir el orden para hacer la revolución socialista y crear una sociedad más justa.
“La documentación contenida en este legajo fue obtenida por el personal militar durante las operaciones realizadas en el estado de Chiapas en el periodo comprendido entre el 2 y el 14 de enero de 1994. Algunos documentos se localizaron en las mochilas de los transgresores, otros en vehículos que fueron empleados como transporte y en diversos locales de las poblaciones de Altamirano, Ocosingo, Las Margaritas, Morelia, Chanal y Oxchuc, sitios en donde en algún momento se refugiaron o emplearon como alojamiento. En algunos casos no se incluye el documento, habiéndose seleccionado la o las partes que se consideran serán de su interés”, reza la carátula del grueso expediente confidencial de la Sedena, de 500 páginas, cuya copia posee Contralínea.
De acuerdo con la clasificación que hizo la Sección Segunda de la Sedena, el expediente confidencial contiene en su mayor parte textos manuscritos, croquis, apuntes, mapas y dibujos, así como impresos de manuales, instructivos, cursos y guías que en conjunto forman el Manual político-militar del EZLN. Los documentos aparecen fechados entre 1990 y 1993.
Adoctrinamiento del guerrillero
Entre los documentos figura el Manual del capitán, escrito en letra de molde y contiene diferentes temas militares, políticos, instrucción militar y escolar, táctica de la compañía insurgente, conducta de la población civil y conocimiento del enemigo. Información de la conducta que debe asumir el guerrillero con la población civil, técnicas de esgrima y bayoneta, matemáticas aplicadas a cálculos topográficos, conocimientos de topografía y características del armamento que emplean los insurgentes, en especial la Ruger Mini 14 y la Carabina M-1, así como técnicas para enfrentar al enemigo, ya sea en combate cuerpo a cuerpo o en conjunto.
“El objetivo de los milicianos que pertenecen al Ejército Zapatista de Liberación Nacional es lograr la liberación nacional y una segunda Independencia, por medio de la lucha armada, para transformar el régimen actual en un sistema socialista”, dice uno de los textos de formación política que la Sedena decomisó a la organización guerrillera.
Los participantes en el movimiento zapatista se autodenominan insurgentes y se comprometen a cumplir el “Juramento del guerrillero”, a incrementar su preparación política, militar, cultural, así como a obedecer las órdenes y cumplir las misiones que se les encomienden, aun a costa de privaciones, sacrificios y de su propia vida; juramento que, dice, deberá quedar asentado en el diario de campaña del comandante de batallón.
Se advierte a los milicianos zapatistas como necesaria la existencia de los ejércitos y les aclara que hay dos tipos de disciplina: la forzada y la voluntaria. La primera, dice el texto zapatista, es la del ejército burgués donde los soldados obedecen por la fuerza, por miedo, lo que quiere decir que los maltratan y los humillan como si fueran animales para que obedezcan, y la disciplina voluntaria es aquella que se observa en el personal del EZLN.
“Los transgresores son disciplinados, ya que tienen la convicción de que es la única forma para liberar a la población y lograr una patria socialista”, observa la dependencia castrense.
Manual del miliciano
La base fundamental de los ejércitos es la disciplina y tiene como objeto lograr el desarrollo del individuo en forma independiente, así como su coordinación en las actividades colectivas, señala el texto zapatista. Al respecto, la Sedena observa que “el objeto del orden cerrado es demostrar que los insurgentes tienen un ejército organizado”.
El manual indica que el combate a bayoneta se aplica cuando se tiene que atacar en silencio. Detalla la técnica para adoptar las posiciones de en guardia, en descanso, avanzar, retroceder y para dar el golpe de tajo, de cantonera, de culata y golpe de piquete.
La emboscada y técnica del asalto proporciona una idea precisa de cómo el combatiente realiza el asalto, formando parte de un grupo, así como en forma individual. Del mismo modo, señala que las armas apropiadas para realizarlo son el machete, la bayoneta, las granadas, etcétera; fase que se materializa bajo las órdenes del teniente.
En el rubro de tácticas elementales destaca un croquis en el que un grupo de 13 insurgentes materializan un puesto de revisión; asimismo, señala que son movimientos observados periódicamente en unidades a nivel de sección y de compañía.
Muestra la doctrina zapatista respecto de las diferentes tácticas de pequeñas unidades de combate y el manejo de la táctica de combate irregular en la emboscada en términos muy generales. Contiene los principios del combate cuerpo a cuerpo, el combate ofensivo, la táctica general y una explicación de las operaciones defensivas; conceptos básicos de estrategia, táctica y la explicación de las características y tácticas de las fuerzas militares; conocimiento, cuidado y uso de los explosivos, así como de las granadas ofensivas, defensivas y de las minas.
Define que las Fuerzas Mexicanas de Milicia (FMM) están integradas por hombres, mujeres y niños mexicanos, quienes junto con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional combaten a las fuerzas federales. Así como el “Juramento del miliciano”, que es “el compromiso que todo miliciano tiene con nuestro pueblo y debe ser prestado por ellos cuando termine su instrucción”.
Presenta los símbolos, cantidad y en quién recae el mando de los diferentes niveles de dichas fuerzas; de las unidades, desde la escuadra hasta cuerpo de ejército. Asimismo, establece que los efectivos de las unidades del FMM y las del Ejército son equivalentes, y que las fuerzas del EZLN están sujetas a un reglamento y a los Acuerdos de Ginebra.
Contiene apuntes referentes a combate urbano, patrullaje en las calles, técnicas de movimiento, revisión de vehículos, nomenclatura de la brújula, conocimiento de la subametralladora Sten y de la Carabina M-1.
El legajo incluye un croquis que muestra cómo se prepara una emboscada en lugares cercanos al poblado de Patate; asimismo, se presentan esquemas de la base de operaciones del Ejército Mexicano de Ocosingo, al parecer elaborados el martes 20 de marzo de 1993 por el X Batallón del 3 Regimiento de la 21 División, del Primer Cuerpo de Ejército Insurgente de Infantería, y el Frente Sur Oriente del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
En síntesis, dice la Sección Segunda de la Sedena, se trata del programa general de las materias que abarcan el plan de estudios del EZLN, en el cual se explica la organización de una casa de seguridad, cuyo mando recae en un responsable de casa de seguridad; menciona las características que debe reunir un inmueble para ser empleado como tal, así como la forma de distribuir los espacios. Contiene temas de estrategia y táctica; define los tipos de fuego y el empleo del camuflaje.
Formación política básica
De acuerdo con el documento Guía para curso de formación política básica, los cuadros del EZLN reciben adoctrinamiento marxista leninista, economía política y socialismo científico, historia de México, la estructura de las clases sociales y de las guerrillas de Cuba, Vietnam, Angola, El Salvador y Nicaragua.
“¿Contra quiénes luchamos? Las bases de la explotación capitalista son la propiedad privada de los medios de producción y la explotación del trabajo asalariado. Por eso nuestra lucha es contra el capitalismo y la clase explotadora, la burguesía, los latifundistas”, dice uno de los documentos que la milicia encontró en las mochilas de los zapatistas.
Describe en un cuadro sinóptico la organización del “Estado burgués mexicano, en el cual se contemplan los organismos políticos, los aparatos económicos y los aparatos ideológicos”.
Explica a los milicianos qué es una clase explotada. Dice que los dueños de los grandes capitales del país están protegidos por personal militar y diversos organismos de seguridad pública. Señala las necesidades de los campesinos de tener trabajo todo el año, de trabajar en beneficio del pueblo y no de los explotadores, de recibir un salario justo, de realizar un trabajo que no dañe a la salud, de tener descanso suficiente y de participar en la dirección de la producción.
Dice que el problema de salud no lo resolverá el sistema capitalista, ya que los trabajadores se enferman por desnutrición. La lucha es por el socialismo, en que habrá atención médica para todos los trabajadores y no únicamente para los que tienen dinero. En una nueva sociedad, la educación secundaria será obligatoria para todos.
Reglamento insurgente
El Reglamento insurgente del EZLN se compone de 30 artículos y se divide en “Compromiso y juramento de los compañeros insurgentes del EZLN”, “La disciplina y deberes militares, saludo y reglas de cortesía”, “Conducta entre los compañeros insurgentes”, “De la emisión de órdenes y el cumplimiento de las mismas, de los grados, reglamentación de los cuarteles y campamentos, del vestuario, insignias, distintivos y emblemas y los tribunales insurgentes militares”.
El Reglamento general de transmisión establece las características que debe reunir un insurgente para manejar un radio de transmisión. Señala que la sección de transmisiones está integrada por tres radios operadores bajo el mando de un teniente o subteniente insurgente. Para ser radio operador, deberá tener una antigüedad mínima de ocho meses dentro de un batallón, previa prueba por un periodo de 15 días.
También forma parte del legajo una guía para influir al campesinado de la Selva Lacandona, al que exhorta a implantar un gobierno socialista en México, haciendo alusión a Cuba, Vietnam, Angola, El Salvador y Nicaragua. Asimismo, muestra la inconformidad hacia el presidente de México por quitarle tres ceros a la moneda y también hace alusión a la situación de Estados Unidos sobre el gobierno mexicano.
“Nuestros métodos de trabajo abierto”
El Manual de guerra incluye un folleto de 20 páginas denominado “Nuestros métodos de trabajo abierto”, en el que se explica cómo deben actuar los miembros de la organización guerrillera para evitar ser descubiertos por los enemigos, infiltrados y las autoridades civiles y militares. Aquí una síntesis de su contenido:
“Este curso nos sirve para saber cómo podemos hacer mejor nuestro trabajo político, nuestro trabajo organizativo. ¿A qué llamamos trabajo organizativo? Al que hacemos con los compañeros de la comunidad, milicianos, compañeros de otras comunidades. Ése es el trabajo del responsable. A unos compañeros les toca más responsabilidades que a otros. Hay distintos niveles o jerarquías de mando, del responsable.
“¿Cuáles son los métodos que vamos a usar para nuestro trabajo y que tenemos que estudiar? Son los siguientes: el secreto, la explicación política, la información, las comunicaciones, el espíritu insurgente, el compañerismo, la disciplina, la planificación, los movimientos, la crítica y la autocrítica, y la democracia.”
El secreto y la seguridad
“¿Para qué nos sirve el secreto en nuestro trabajo organizativo? Para que el enemigo no sepa que nuestro trabajo es para la lucha, que no sepa quiénes pertenecen a la organización.
“¿Qué reglas de seguridad debemos seguir en nuestro trabajo? Para invitar a otros compañeros a participar en nuestra organización, necesitamos autorización, permiso del mando, del responsable. No debemos preguntar secretos a los compañeros como de dónde son, cómo es su tierra, cómo se llaman, cómo van avanzando sus trabajos.
“¿Para qué sirve el secreto y la seguridad? Para que la organización siga creciendo, para que cada día seamos más, para hacer una organización más grande y triunfar.”
La disciplina
“Debemos darnos cuenta de la importancia de cumplir las órdenes que nos dan nuestros mandos, porque al obedecer estamos cumpliendo los planes de la revolución. Pero nuestra disciplina no es la de nuestros enemigos. Nuestra disciplina es libre. La obediencia que tenemos para cumplir las órdenes es algo libre, nadie nos obliga a hacerlo, sino que es nuestra voluntad obedecer, porque nos damos cuenta de que así se cumple el plan.
“Lo más importante es llegar a tener autodisciplina. Quiere decir que debemos cumplir los trabajos aunque no esté el mando. ¡Sólo con disciplina se hace la revolución!”.
La explicación política
“Éste es un deber del responsable o mando. Es un trabajo mucho más difícil que dar órdenes, pero sirve más porque los compañeros entienden mejor los trabajos y los planes. Siempre que hagamos un trabajo debemos explicar por qué es necesario, qué tiene que ver con otros trabajos de la organización, cómo lo han hecho otros compañeros, dejar que nos den su opinión y escucharlos. Debemos tener mucha paciencia para explicarle al compañero, hasta que entienda.”
La planificación
“Debemos pensar en el objetivo que queremos lograr, preguntarnos qué queremos alcanzar y qué trabajos hacen falta para alcanzar ese objetivo, qué persona va a hacer cada trabajo y repartir los diferentes trabajos entre nuestros compañeros. Debemos pensar qué necesita cada compañero para hacer su trabajo y ver cómo lo vamos a conseguir.
“Otro punto importante del plan es saber quién va a revisar nuestros trabajos. Los responsables debemos estar atentos, vigilar los trabajos para ver qué problemas hay y poder resolverlos a tiempo. Y cuando un trabajo no se puede hacer como pensamos, tenemos que buscar otra manera de hacerlo.”
El informe
“Hay dos tipos de informes: el que se hace para informar del trabajo que nos encargaron, y otro para informar si hay problemas de seguridad. Lo más importante del informe es no esperarse a que el mando nos lo pida. Ése es un error. Debemos entregarlo por escrito. Si vamos a hablar directamente con el mando, tenemos que anotar en un papelito lo que vamos a informar para que no se nos olvide.”
Los movimientos
“Los movimientos que vamos a hacer necesitamos planificarlos con mucho cuidado. Cuando hagamos un plan de movimientos, lo primero que tenemos que hacer es escribir qué personas son las que se van a mover, quién lo va a recibir, cuándo debe regresar. Debemos hacerlo con método, porque así van a salir bien nuestros movimientos y nuestros planes.”
Las comunicaciones
“En nuestro plan de comunicación debemos tener en cuenta los siguientes puntos: con quién me voy a comunicar, día y hora, qué hago si falla la comunicación, qué voy a decir cuando me comunique, preguntar y si tienen un mensaje para mí, dejamos claro cuándo nos volvemos a comunicar y a qué hora. Debemos seguir las reglas de seguridad en las comunicaciones, porque hay otras personas que nos están escuchando y que no son compañeros, algunos son enemigos.”
El espíritu insurgente
“Pensar como insurgente significa que siempre debemos tener claro quiénes son nuestros enemigos, contra quiénes estamos luchando. Cuando tenemos problemas con un compañero de la misma comunidad o de otra, no hay que tratarnos como enemigos, no debemos confundirnos. Tenemos que buscar la manera de hacer que los enemigos sean cada vez menos. Una forma de hacerlo es peleando contra ellos, otra forma es hacer que se pasen a nuestro lado. Hay campesinos y trabajadores que todavía creen en las promesas del gobierno; ahí tenemos que utilizar el método de trabajo de la explicación política.
“Así es como piensan los insurgentes. Al hacer nuestro trabajo debemos pensar en la guerra. Pero es un error pensar que la guerra es nada más con las armas. La guerra con las armas es sólo una parte, pero no es toda la guerra. La guerra también es la política, o sea, convencer a los demás compañeros, al pueblo para que apoyen la lucha revolucionaria. La guerra no la van a ganar sólo los insurgentes, la guerra la va ganar todo el pueblo. En la guerra se necesita fuerza y sacrificio. Tenemos que sacrificarnos para conseguir nuestras armas, hay que aprender a cuidarlas y usarlas.”
La crítica y autocrítica
“La autocrítica quiere decir que reconocemos nuestros errores en público y que nos comprometemos a corregirlos. Debemos aceptar las críticas siempre que sean justas y no debemos justificarnos. Debemos reconocer que la organización también se equivoca, porque así ganamos la confianza del pueblo. La crítica y la autocrítica deben hacerse sobre errores serios, de cosas que sean importantes, que ayuden a la lucha, no nada más de errores personales.”
La democracia
“La mayoría del pueblo es la que va a decidir qué es lo que vamos a hacer y la minoría tiene que respetar el acuerdo. Hay una diferencia muy importante cuando hacemos un trabajo dando órdenes, y otra es cuando damos una explicación política y cuando lo hacemos por votación. La democracia es para que el pueblo pueda participar en los planes y pueda participar en la lucha. Lo primero que tenemos que hacer para ser democráticos es saber lo que el pueblo quiere. Debemos respetar la opinión de la mayoría. Por eso es importante la democracia, porque es una responsabilidad que tenemos todos, no nada más los dirigentes.”
El compañerismo
“Debemos tener paciencia con los compañeros que no conocen a nuestra organización. No debemos pensar que sólo nosotros somos capaces de organizar y luchar, y que la gente del pueblo no tiene capacidad. Debemos tener mucha confianza, tener la esperanza de que el pueblo sí entiende, sí trabaja y lucha, sí se organiza. Los planes no se deben imponer, ni hacer que por la fuerza los acepte el pueblo. Es importante que hagamos nuestro trabajo para los demás compañeros, no pensar nada más en nuestro beneficio, sino sobre todo, en beneficio de la colectividad, de los demás compañeros.” (JR)
Guía para curso de formación política básica
El documento Guía para curso de formación política básica contiene un apartado relativo a la explotación del campesino, en el cual el Ejército Zapatista de Liberación Nacional desarrolla algunas tesis acerca de la composición de la sociedad mexicana en el campo, el papel de los partidos políticos, el control político, militar e ideológico que ejerce el Estado burgués para controlar a la población en beneficio de un puñado de explotadores.
Las leyes
“Las leyes reconocen algunos derechos de los trabajadores, pero no basta porque las leyes protegen la propiedad privada sobre los medios de producción y la explotación del trabajo asalariado. Reconocen el sistema capitalista de explotación. Los trabajadores debemos juntar la fuerza necesaria para hacer y aplicar leyes justas, que terminen con la explotación y nos permitan disfrutar de la riqueza que nosotros mismos producimos.”
El control político
“Los partidos políticos tratan de engañarnos también, diciendo que participemos en las elecciones y que están a favor del pueblo, pero en los hechos vemos que no es cierto. Las elecciones son organizadas y dirigidas por el Estado burgués y sirven para dar una cara de democracia. Pero ellos nunca van a permitir perder el poder por el camino de las elecciones.”
El control ideológico
“También el Estado burgués nos engaña con mentiras a través de la televisión, la radio, el cine, la iglesia, la escuela, en donde dicen que no sirve la lucha, que nosotros estamos bien, que no hay de qué preocuparse. No vamos a permitir que nos engañen, ni que nadie nos divida, ni que nos traten de cambiar nuestra organización revolucionaria.”
Las fuerzas de represión
“La burguesía necesita seguir controlando el poder y seguir siendo dueña de los medios de producción. Junto con el control político e ideológico, está el control militar que usa el Estado burgués para proteger los intereses de la burguesía. Las fuerzas de represión son las cárceles, los tribunales, los policías, la seguridad pública, los judiciales, las organizaciones paramilitares.” (JR)
El cerco al EZLN
Los milicianos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) siguen manteniendo en grupos reducidos de defensa su formación militar como guerrilleros. La mayoría de las bases sociales realiza trabajo político a pesar del cerco mediático, militar y los programas sociales que desarrolló el gobierno federal para acotar su actividad e impedir que el movimiento saliera de Chiapas, considera José Luis Piñeyro, especialista en temas castrenses de la Universidad Autónoma Metropolitana.
Comenta que los documentos encontrados por el ejército entre las pertenencias de los milicianos, durante la refriega de enero de 1994, forman parte de los textos básicos, confidenciales, de los insurgentes. “Como toda guerrilla, por supuesto que mantendrán sus campos de entrenamiento y capacitación en el arte de las armas hasta que no cambie su concepción de la forma de resolver los problemas que los obligaron a tomar esa vía”, señala.
“La estrategia del gobierno fue la de establecer un cerco, no clásico de aniquilamiento a la subversión, sino un cerco de aniquilamiento por aislamiento y fue lo que se ensayó con mayor éxito y eficacia para evitar que el movimiento guerrillero se extendiera fuera de territorio chiapaneco”, acota.
Piñeyro dice que el gobierno federal desarrolló tácticas diversas de cerco: como introducción de vías de comunicación, carreteras para el ingreso de las tropas y para dividir a las comunidades zapatistas con políticas de combate a la pobreza; el control militar de la entrada y salida de personas en las zonas zapatistas, el paramilitarismo, así como el bloqueo parcial del apoyo extranjero al EZLN a través de las organizaciones no gubernamentales de España e Italia. (JR)
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