Acciones de similares características se vienen desarrollando desde hace tiempo ya en otros países, con particular asiduidad en Chile. Reunidos en torno a colectivos, se activan en pequeñas células. Su organización interna es una red interconectada con algún nivel de autonomía, lo que no vuelve necesaria una vinculación profunda entre uno y otros grupos, aunque entre ellos existen similitudes evidentes que en parte ponen en entredicho sus pronunciamientos referidos a esa autonomía. La utilización de un mismo modus operandi, los elementos usados en los sabotajes, la proximidad de una y otra acción y los blancos elegidos no pueden ser explicados exclusivamente por la casualidad, lo que hace referencia a la actividad de un único mismo grupo o bien se trata de grupos distintos, pero con un nivel de conexión muy pronunciado. En este sentido, es altamente probable que provengan de un mismo espacio o espacios político-sociales, organizaciones, colectivos, etc.; y, básicamente, en sus textos también existe un mismo lenguaje.
Como señalaron en diferentes ocasiones a través de sus textos (que pueden consultarse en liberaciontotal.
Según el colectivo chileno ‘Claudia López’, la estructura orgánica “horizontal” y su “radicalidad” le otorgan identidad y a la vez una diferenciació
Quizá sea posible encontrar alguna instancia anterior de actividad política en aquellos sectores que se desprendían de las manifestaciones masivas en las cuales participaron (10 de junio, 2 de octubre, etc.) para realizar pintas, arrojar piedras contra cristales de comercios y producir pequeños enfrentamientos con las corporaciones de seguridad. Si así fuere, las manifestaciones de protesta en Guadalajara, mayo-junio de 2004, y el desenlace represivo que tuvo resultarían el parteaguas para los anarquistas mexicanos.
A renglón seguido, las acciones contra la tienda Max Mara, coordinada internacionalmente, como así también Renault y Bancomer demuestra la invalidez de condicionar el análisis a la coyuntura local y el papel fundamental que juega la red para el desarrollo de las actividades de estos grupos. Hasta las propias denominaciones adoptadas por los grupos (liberación global, liberación animal, revolución inmediata, etc.) están lo suficientemente alejadas de cualquier ámbito con referencia nacional; ésta es, antes, territorial y sin fronteras.
El efecto demostrativo de los cristalazos –que no alcanza a explicar por sí mismos el carácter revolucionario que se le pretende imprimir– sumado a lo poco o nada que se sabe en torno al origen de estos grupos, abonaron el terreno para hipótesis, conjeturas y comparaciones desproporcionadas e insostenibles a simple vista. Desde una pretendida reivindicació
Tampoco debe descartarse el carácter político que se pronuncian con estas explosiones. El objetivo es incendiar los cajeros bancarios, casetas telefónicas, tiendas de ropa y comida, etc. No se produce robos en ellas y cada una de ellas se acompaña con pintas. Y aunque la reivindicació
La capital mexicana es el escenario elegido para el desarrollo de esta “guerra social”, que se presenta a sí misma como prólogo del 2010. Esta vertiente insurreccional del anarquismo todavía debe demostrar su carácter revolucionario que con la exclusiva producción de nuevos sabotajes no alcanzará.
No hay comentarios:
Publicar un comentario