viernes, 4 de septiembre de 2009

Error de precisión

Ricardo Andrade Jardí

Efectivamente, como vocifera el PAN: “El Congreso será juzgado por la historia”. Pero hay sin duda un error de precisión. El Legislativo será juzgado por los altos salarios que perciben los legisladores frente a millones de ciudadanos que mal viven en medio de una crisis financiera global, crisis de la que, en nuestro país, es fundamentalmente responsable el Congreso, sí, será juzgado por la tibieza con la que actúa o, más bien, por la lerdez con que no actúa frente a la amenaza que supone Mosanto para el maíz originario, será también juzgado por el crimen que supone para la cultura y la democracia la Ley Televisa y por permitir la imposición de “El Chupacabras” y del pelele Fecal, por la negativa de aprobar la ley del etiquetado de transgénicos; por los cientos de normas escritas, y no escritas en las leyes que permiten que Bimbo y otros siniestros consorcios chatarras publiciten sus productos como lo que no son: como nutritivos cuando carecen de valor nutricional; será juzgado por la “reforma energética” a modo de minorías rapaces y por los pocos mecanismos que impulsan para defender nuestra soberanía. Por todo lo que callan. Por todas las comisiones “investigadoras” que se vuelven escudo de la impunidad. Será juzgado por no ser lo que debería ser, por no representar a quienes deberían ser representados sobretodo porque los salarios de los legisladores se pagan con el trabajo de quienes deberían ser, sin ser, representados.
Muchas son las razones por las que la historia, que a fin de cuentas se hace por los pueblos, reclamará y juzgará al Legislativo mexicano. Pero no por no apoyar una reforma fiscal que pretende seguir agrediendo a los que menos tienen para que los que más tienen sigan gozando de la inmoralidad de los privilegios que durante casi 80 años les han garantizado, a las oligarquías explotadoras, los serviles legisladores de nuestra importada y transnacional “Democracia Corporation S.A.”, he ahí el error de precisión que no entienden los panistas, ni los nuevos priístas, tan viejos como siempre.Pero también hay que entender que los vómitos vociferadores del panismo no son meras declaraciones estúpidas, son afirmaciones en la lógica de sus adiestramientos. Para el panismo la historia no es más que una palabra mal utilizada, que nada significa y si acaso los “menos tontos” algo suponen entender sobre el discurso propagandista del imperio con relación al pretendido “fin de la historia”. Para la humanidad en cambio la historia es la parte de la comprensión de un todo. Es el ejercicio desde el cual se pone en práctica el conocimiento dialéctico y en donde se registra la lucha de contrarios y la naturaleza de evolución humana que es siempre consecuencia del enfrentamiento entre esos contrarios. Es decir, la historia es también la memoria de las resistencias que han ayudado a la humanidad a salir medianamente de los atolladeros fundamentalistas del capitalismo en todas sus etapas y en todas sus facetas. Por supuesto que la historia juzgará al abrevadero de los dinosaurios que es hoy el Congreso de la Unión en México. Y, ese accionar histórico, irá antes acompañado del urgente Despertar Ciudadano. Serán juzgados cada uno de los actores políticos que nos han impuesto en México al criminal y aberrante neoliberalismo que hoy amenaza con exterminarnos.
Muchas son las razones por las que la historia, que a fin de cuentas se hace por los pueblos, reclamará y juzgará al Legislativo mexicano. Pero no por no apoyar una reforma fiscal que pretende seguir agrediendo a los que menos tienen para que los que más tienen sigan gozando de la inmoralidad de los privilegios que durante casi 80 años les han garantizado, a las oligarquías explotadoras, los serviles legisladores de nuestra importada y transnacional “Democracia Corporation S.A.”, he ahí el error de precisión que no entienden los panistas, ni los nuevos priístas, tan viejos como siempre.Pero también hay que entender que los vómitos vociferadores del panismo no son meras declaraciones estúpidas, son afirmaciones en la lógica de sus adiestramientos. Para el panismo la historia no es más que una palabra mal utilizada, que nada significa y si acaso los “menos tontos” algo suponen entender sobre el discurso propagandista del imperio con relación al pretendido “fin de la historia”. Para la humanidad en cambio la historia es la parte de la comprensión de un todo. Es el ejercicio desde el cual se pone en práctica el conocimiento dialéctico y en donde se registra la lucha de contrarios y la naturaleza de evolución humana que es siempre consecuencia del enfrentamiento entre esos contrarios. Es decir, la historia es también la memoria de las resistencias que han ayudado a la humanidad a salir medianamente de los atolladeros fundamentalistas del capitalismo en todas sus etapas y en todas sus facetas. Por supuesto que la historia juzgará al abrevadero de los dinosaurios que es hoy el Congreso de la Unión en México. Y, ese accionar histórico, irá antes acompañado del urgente Despertar Ciudadano. Serán juzgados cada uno de los actores políticos que nos han impuesto en México al criminal y aberrante neoliberalismo que hoy amenaza con exterminarnos.

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