PRD: parcial repliegue de la derecha ¡Hace falta más¡
Las últimas semanas han sido muy intensas en la vida interna del PRD, ello producto de las divisiones provocadas por la política de alianzas con el PAN y el rechazo ante estas por diferentes corrientes perredistas de izquierda; la polarización derivaría en la crisis más aguda vivida por el PRD la cual lo pondría al borde de la ruptura debido al empecinamiento de la derecha perredista por empujar a toda costa una alianza electoral con el PAN en el Estado de México (Edomex), por un lado, y por otro como producto de la solicitud de licencia de López Obrador (AMLO), el 22 de febrero, para separarse temporalmente de su partido.
Una nueva dirección
Después de varios meses de campaña impulsada por el Grupo de los Ocho (G8), integrado por corrientes afines a AMLO, se logró en el Consejo Político Nacional del 19 al 20 de marzo el relevo de Jesús Ortega al frente de la presidencia del PRD; en ese acto la polarización se expresó al momento de votar por el nuevo presidente partido. En la primera votación ni Jesús Zambrano, representante del ala de derecha, ni Dolores Padierna, postulada por el G8, y mucho menos Armando Ríos Piter, candidato de Marcelo Ebrard, lograron dos terceras partes de votos que se requieren para recibir esta clase de cargo de dirección; en esa oportunidad Zambrano lograría 154 votos contra los 111 a favor de Padierna y los 43 alcanzados por Ríos Piter.
Ese resultado provocó la negociación entre las corrientes derivando en la presentación de una única planilla en la que se presentó a Zambrano como candidato a la presidencia y a Padierna para la secretaría nacional, logrando los votos necesarios para el relevo parcial de la dirección nacional encabezada por Jesús Ortega. El resto de la dirección se definiría en el Consejo Político Nacional del sábado 9 de abril, en el que las negociaciones entre las corrientes arrojarían como saldo el que la derecha mantuviera prácticamente inalteradas sus posiciones de poder.
La derrota de la alianza con el PAN en el Edomex
El resultado del Consejo Nacional de marzo, en el cual la derecha no pudo mantener intacta su posición al frente de la dirección del PRD viéndose obligada a compartirla con Padierna, creó un mal precedente para la alianza electoral con el PAN en el Edomex, pues quedó en claro que la derecha había perdido su posición de aplanadora al interior del consejo nacional. Ese contexto se unió al ambiente de constante crítica y rechazo a esa clase de alianzas por parte de AMLO y Alejandro Encinas.
Así se desarrollaría la consulta ciudadana del 27 de marzo promovida por el PAN y la derecha del PRD para preguntar a los mexiquenses su acuerdo o desacuerdo en que ambos partidos contiendan en alianza el próximo 3 de julio: el resultado fue un fracaso pues sólo participarían en la consulta 211 mil 317 personas, de una padrón superior a los 10 millones, de los cuales el 78% votarían a favor del “si”. La participación en la consulta sería una muestra del grado de debilidad del PAN y la derecha perredistas, los cuales no lograron movilizar ni al 2% de los electores del Edomex, al mismo tiempo sería un anuncio por anticipado de lo que le esperaba a ambos partidos en caso de contender juntos por la gubernatura.
También fungirían como “puntilla” para dicha alianza las declaraciones de Encinas, flanqueado por M. Ebrard, antiguo promotor de las alianzas con el PAN, un día después de la fallida consulta, reiterando que él no sería candidato del PRD-PAN y que sí, en cambio, lo sería del PRD en alianza al PT, Convergencia y Morena. A lo anterior se le agregaría el acto público del 3 de abril en Ecatepec en el que Encinas arrancaría su campaña por la candidatura de éste partido y nuevamente reiteraría su postura anteriormente descrita, además de nuevo estar acompañado de M. Ebrard. También asistiría Zambrano quien no obstante haber tomado la palabra para insistir en la validez de la consulta y pronunciarse a favor de una candidato único de toda la oposición en el Edomex, es decir que incluyera al PAN, se vio forzado a señalar que llamaría a AMLO, a Cárdenas y Ebrard para solicitarles que apoyaran la campaña del PRD en dicha entidad.
Y ya en la reunión del 7 de abril del consejo estatal del PRD del Edomex para determinar si ratificaba o no esta instancia la alianza con el PAN, a diferencia del pasado en esta oportunidad la derecha no fue capaz de lograr las dos terceras partes del voto para sacar adelante su política. La votación fue de 158 votos a favor de la alianza, 92 en contra y 12 abstenciones. Así la política aliancista con el PAN llegaría con muy pobres posibilidades al Consejo Nacional del PRD del 9 de abril, reunión en la cual el propio Zambrano se vio obligado a proponer que en todo caso los consejeros votaran a favor de una alianza entre PRD, el PT y Convergencia, dando ello como resultado un voto mayoritario a favor de esta última propuesta desechándose a la vez la iniciativa de alianza con el PAN en el Edomex.
Aún falta más
La derrota de la alianza con el PAN en el Edomex es un paso al frente de la izquierda perredista, sin embargo aún no es suficiente pues la derecha mantiene posiciones clave en el aparato del partido, mismas que serán empleadas para continuar con sus objetivos de poner al PRD al servicio de Calderón. Incluso, en aras de lograr sus objetivos, el ala de derechas no dudará en traicionar al PRD poniendo los medios de éste al servicio de los candidatos del PRI y del PAN e impedir un triunfo electoral de Encinas. Esa táctica ya la usaron en contra de AMLO en el 2006, la usarán contra Encinas y la utilizarán de nuevo en 2012 si lo consideran necesario.
De ahí la necesidad de no dejar la tarea a medias pues toda la derecha tiene que ser removida de los cargos de dirección del PRD e incluso debe ser expulsada, sin embargo el camino para hacerlo no es usando los propios métodos de esta, basándose en el consejo nacional para tomar decisiones; esa vía impide que sea empleado todo el caudal de fuerza que representa la masiva base de apoyo del PRD y de Morena. Por ello debemos apelar por la definición de todos los cargos dirigentes y candidaturas de elección popular por medio de votaciones en las que participen directamente todos los militantes del PRD y de Morena.
AMLO y Encinas deberían impulsar esta política, de lo contrario el movimiento de masas corre el riesgo de ser descarrilado en sus aspiraciones de lucha. Para impulsar el movimiento de masas hacia el frente es necesario apoyarse en estas, pues en esencia son estas y su presión desde abajo llenando semana tras semana plazas públicas e ignorando los llamados del ala de derechas del PRD a participar en su consulta ciudadana en el Edomex, lo que ha derrotado la alianza electoral con el PAN en dicha entidad y lo que ha obligado a retroceder parcialmente, por el momento, a la derecha perredista. Es en esa medida que el llamado tiene que ser el de organizar a toda la base de apoyo del PRD en comités de base para que tomen el control del partido y preparar el camino para un triunfo el 3 de julio en el Edomex y en el 2012 a nivel nacional; Morena tiene que asumir esta clase de tareas como propias.
No hay que olvidar que a pesar de este repliegue de la derecha, la cual mantiene en pie y con un paso firme las alianzas con el PAN para las próximas elecciones en Nayarit y en Coahuila, ésta estará esperando el momento adecuado para recuperar terreno y retomar el objetivo de transformar al PRD en cómplice del régimen, cuestión sobre la cual la izquierda aún está a tiempo para impedir, siempre y cuando se base de manera más organizada en la masiva base de apoyo del PRD y Morena.
Lucha de clases en el PRD
Aparentemente las aguas han regresado a su cause en el PRD, pero en esencia las diferencias de fondo entre izquierda y derecha no se han resuelto; y sí bien recientemente la izquierda ha obligado a retroceder parcialmente a la derecha ello no quiere decir que ésta última esté en la lona, pues en el fondo muy poco es lo que ha cambiado al interior del PRD en relación a la situación de fuerza en el aparato del partido. Llegado el momento la derecha arremeterá, traduciéndose ello en nuevas confrontaciones, intensificándose de esta manera la crisis del PRD. Se trata de una contradicción producto de objetivos diferentes que por su naturaleza son irreconciliables: por un lado los de la derecha perredista para impedir a toda costa que el PRD sea usado como un cause de expresión del malestar social y, contrario a ello, por otro lado, los de las masas desposeídas para apoyarse en el PRD, al lado de Morena y demás partidos de Izquierda, para cobrarle al régimen en el 2012 la factura por el fraude electoral del 2006 y todos los años de agravios y ataques de parte de los gobiernos del PAN y del PRI.
En su contendido la crisis del PRD no es otra cosa más que la expresión de la lucha de clases que ha penetrado al partido y en la que la burguesía se está apoyando en el ala de derechas, al tiempo que la clase trabajadora está echando mando de AMLO, Encinas y demás corrientes de izquierda. Es por ello que el relativo impasse que vemos hoy en el PRD sólo es temporal, pues bajo estas condiciones cualquier acuerdo entre los dirigentes será limitado y no podrá solucionar nada de fondo.
En ese marco resulta necesaria una alternativa que tenga como ejes trasformar a los comités de base del PRD en la principal fuerza del partido, democratizándolo y vinculándolo con los sindicatos, Morena y demás organizaciones de izquierda y sus luchas, además de dotarlo con un programa de clase. Camarada, únete a Militante y lucha por una corriente de izquierdas socialistas al interior del PRD y del Morena.
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