25 de noviembre,día mundial de la no violencia hacia las mujeres, en memoria de las hermanas Mirabal, asesinadas cruelmente en 1960, por el dictador Rafael Leonidas Trujillo, en República Dominicana.Dania Betzy Batista
El próximo 25 de noviembre, como todos los años, se conmemora el día mundial de la no violencia hacia las mujeres. El mismo se hace en memoria de las hermanas Mirabal, asesinadas cruelmente en 1960, por el dictador Rafael Leonidas Trujillo, en República Dominicana.
A través de la historia, siempre se ha dado la violencia de género. Existen claros ejemplos que así lo atestiguan. Hypatía, quien murió apedreada por hombres, en la Antigua Grecia, sólo porque no se toleraba en esa época que las mujeres destacaran intelectual o académicamente en algún campo del saber; Juana de Arco, revolucionaria francesa que liberó a su país del yugo inglés, fue condenada injustamente por herejía a la hoguera; Olympia de Gouches, condenada a la horca en 1793, porque exigía que se reivindicara los derechos de las mujeres en la Revolución Francesa de 1789, los cuales no eran contemplados. Y así muchos otros.
Y para América Latina, quizás el simbolismo más evidente de este tipo de violencia es la leyenda azteca de la guerrera Coyolxauqui. En ella se cuenta la historia de una princesa mechica, en un período extraordinario donde una mujer podía ser guerrera y líder, pero que según la tradición, es muerta ella y su ejército por su propio hermano, que en el fondo no es más que una repetición de la leyenda griega a donde el patriarcado machista se impone sobre el matriarcado, a donde las mujeres tenían iguales derechos a los hombres, ya que desde ese momento todas las mujeres perdieron su papel económico, político y militar en la sociedad mechica (México).
Recientemente, el día 20 de septiembre del presente, murió atrozmente asesinada en la ciudad de México, la estudiante panameño-mexicana, Alí Dessiré Cuevas Castrejón, a manos del hombre que decía amarla. Acababa de cumplir 24 años, el día anterior.
Para los que la conocimos, sabemos que ella era una joven amante de la literatura, de la filosofía, del mundo de las artes: pintura, poesía, la fotografía y el teatro. Estaba próxima a titularse en Licenciada en Letras Clásicas, en la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México), con una magistral tesis de grado sobre la vida y obra del filósofo griego antiguo: Epicuro de Samos. La cual había sido recomendada por sus propios profesores para que fuese publicada.
Siempre destacaba en lo que incursionaba. Había ganado un concurso de ajedrez en la Facultad donde estudiaba. Le encantaba participar en diversos recitales, con poemas de su propia autoría. Hacia teatro para niños. A parte de esto, era una miembra activa en organizaciones de mujeres, que luchan contra la violencia de género y por la reivindicación de los derechos de las mujeres, en una sociedad tan machista como la mexicana.
Era una estudiante brillante, sencilla, alegre y pacífica. Alí había nacido en el Distrito Federal, el 19 de septiembre de 1985, el mismo día del terremoto en la ciudad de México. Muy querida por sus padres, familiares y amistades. A pesar del divorcio de sus padres, cuando contaba con 12 años, mantenía excelentes relaciones con su papá que reside en Panamá y su mamá mexicana. Ella constantemente visitaba Panamá y tenía su ciudadanía panameña.
Desde muy pequeña vivió con sus abuelos paternos en Chiriquí. Pero al poco tiempo, tuvo que salir del país forzadamente, ya que estaba amenazada de muerte, debido a las actividades políticas de su padre, un militante de izquierda, Conrado Cuevas, en el régimen militar de Manuel A. Noriega.
¿Pero qué sucedió ese 20 de septiembre?Alí estuvo más de un año conviviendo con su padre y demás familiares en Panamá. Luego regresó a México a terminar su carrera y su tesis.
Durante ese tiempo Alí buscó practicar más sobre las cosas que les gustaba, estuvo haciendo teatro y mimos para niños, con compañeros de la universidad. Es durante este tiempo en que conoce a un profesor de teatro, 4 años mayor que ella y por sus actividades en común llegan a hacerse novios.
Pasado un tiempo, Alí empieza a notar actitudes incongruentes de parte de su novio que la empiezan a decepcionar, cosas como: venta ilegal de piezas de motos y otras cosas deshonestas que hacen que ella no lo admire tanto. Pero lo peor de todo fue que este individuo empieza a demostrar actitudes violentas. De repente, cosas comunes y corrientes como el encuentro con sus amigos se convierte en escenas de celos con una violencia creciente. De repente saludar a un amigo se convirtió en algo prohibido o en una escena de violencia y celos que amenazaba la relación. Este individuo le exigía a Alí una atención mayor y exclusiva a él, buscando aislarla de su ambiente familiar y amistoso. En una ocasión inclusive llegó a cortarle el cabello de una forma grotesca en donde, según conocidos, buscaban destruir la belleza de Alí o su personalidad. Y aunque sus amigos así lo advirtieron, no pensaron que fuera un aviso de algo peor.
Tiempo más tarde, sin mayor explicación, Alí le cuenta a su madre, que piensa terminar la relación por este tipo de espectáculos para con sus amistades, pero que le daría otra oportunidad. Sin embargo esa oportunidad rápidamente se venció cuando nuevamente se repitieron las escenas de celos. Alí le comunica a su familia que terminó con este individuo.
Durante los meses siguientes Alí se une más a su familia y se concentra en sus estudios. Viaja a Cuba con su madre de vacaciones, se dedica a visitar varias ciudades de México y termina su tesis y escribe más poemas.
En el mes de su cumpleaños, su ex -novio, busca acercarse a ella, la convence de adoptar un perro y empieza a planificar una fiesta para su cumpleaños, el 19 de septiembre de 2009. Para ese mismo día, el ex -novio planifica la puesta en escena de una obra de teatro titulada: “Muerte en Casa” y convence a Alí en participar en uno de los papeles principales.
Producto del perro que le había regalado y en nombre de una supuesta amistad después del noviazgo, ella le facilita las llaves de su casa para que alimente al perro en su ausencia, ocasión que éste aprovecha para revisar su correspondencia, su computadora y su correo electrónico. Esto para espiar su vida sentimental.
Días antes le informa a Alí que él y sus amistades piensan hacerle una fiesta de cumpleaños en su apartamento. Ante la renuencia de Alí, él le explica que es solamente como amigos que se van a tratar, que no se preocupe, que hasta el hermano de ella y muchas de sus amistades cercanas van a asistir.
Ese día, el ex -novio le compra un regalo. Pone en escena su obra de teatro, previamente. Alí lee sus poemas y más tarde se inicia la fiesta con una veintena de invitados. En la fiesta, Alí se encontraba por un lado con sus amigos y su ex -novio se encontraba por otro lado, con sus conocidos más cercanos. Casi de inmediato inició la agresión, si Alí no le daba un beso le armaba un escándalo, si no le ofrecía de su cerveza, otro escándalo más. Más tarde, pasada la media noche, Alí se retira a una habitación y duerme junto con otra compañera que se encontraba cansada. El ex -novio con sus amigos siguen bebiendo y llegan a fumar marihuana. En la madrugada Alí se levanta y hay un par de muchachos conversando, se acerca, platican de poesía, literatura hasta temprano en la mañana. Uno de los muchachos decide comprar más cervezas para seguir platicando y le pide a Alí que lo acompañara a una tienda cercana.
Cuando regresan, la actitud del ex -novio es sumamente agresiva e intimidante, los invitados lo advirtieron inmediatamente. El individuo se va a acostar, luego de un rato se levanta, su actitud es cada vez peor, más agresiva, Alí en un tono conciliador trata de apaciguarle los ánimos y éste responde con violencia verbal. Luego él procede a dormir nuevamente y Alí y los invitados tratan de ordenar y limpiar la casa pensando que este era el motivo de su enojo.
Más tarde los últimos invitados se retiran. Momento que aprovecha este individuo y desata una brutal agresión fuera de toda magnitud. Inicia cortándole el rostro y apuñaleándola en 26 ocasiones. Contándose 34 heridas en total, la mayoría de ellas mortales. Huellas de sangre y violencia desde la habitación hasta la cocina. La víctima no presenta huellas de resistencia ni defensa en manos, antebrazos ni brazos.
El agresor declara que ella lo agredió diciéndole: “chaparro” y además que “no lo quería” y que “ya no quería estar más con él”. Luego de cometido el crimen, va a una habitación contigua y despierta a su amigo y le dice: “Maté a Alí, ya les había dicho que algo así iba a pasar. Llama a la policía, mejor no, mejor sí”. Dicho esto el asesino intenta suicidarse. Más tarde ante la policía declaró no recordar nada. Al día siguiente, ya asesorado por su familia y sus abogados, se corrige y dice que fue en “defensa propia”.
Allí inicia otra lucha, la lucha legal donde sus parientes, un político mexicano, hermano del asesino lo defiende diciendo que ella tuvo la culpa, porque dijo algo que provocó la ira de su hermano. La misma excusa que utilizan los violadores para con sus víctimas: “ella se vistió provocativamente y se buscó la violación”.
Evidentemente en una sociedad patriarcal o machista como la mexicana, el feminicidio o el asesinato de mujeres ligadas sentimentalmente a hombres, es un crimen al que no se le presta mucha importancia y se le ve como algo justificado desde el punto de vista de los hombres, hasta tal punto que es llamado: “crimen pasional” y es tratado con mucha indulgencia por las leyes y los jueces. ¿Pero qué de pasional o amoroso puede tener un horroroso y sanguinario crimen?.
Este caso ha traído la condena y atención internacional por tratarse de una persona con nacionalidad panameña y mexicana y encontrarse en el marco de una cadena interminable e insoportable de mujeres asesinadas en México y sobretodo el escándalo mundial con los feminicidios de Ciudad Juárez. Además las mujeres mexicanas se han organizado masivamente, han protestado y han utilizado las nuevas herramientas tecnológicas de información: como el Facebook en internet, para expresarse y sumar la voluntad global de condena a este tipo de crímenes. Es el caso del grupo que han formado: alisomostodas, el cual ha tenido un gran éxito en su lucha por concertar la opinión mundial.
Otro enorme impulso en el caso de Alí ha sido el apoyo masivo del gobierno, la prensa y la población panameña, ya que la Cancillería, el Instituto Nacional de la Mujer (INAMU), la Universidad de Panamá, el Ministerio Público, la Defensoría del Pueblo, la Comisión de la Mujer en la Asamblea Nacional, la Embajada de México en Panamá, la Embajada de Panamá en México y partido políticos como el PAP (Partido Alternativa Popular).
En la actualidad el caso de Alí ha llevado tres audiencias, en la primera la defensa del victimario se concentró en demostrar que éste era “buena gente y que tenía buen comportamiento”, cuestión irrelevante para el caso. En la segunda todos los testigos principales ratificaron todas las acusaciones contra el victimario, además de que se aportaron nuevas evidencias que desmienten la posibilidad de defensa propia, ya que las pruebas periciales de las uñas de Alí mostraron que no había restos de piel. En la tercera, un careo solicitado por el victimario, no aportó nada nuevo a la defensa.
El juicio en México, ha estado tenido irregularidades notorias como: el cambio de la ficha de afiliación del victimario por la de otra persona, la primera audiencia no le fue informada a la familia de Alí, el ex –diputado Humberto Morgan, hermano del asesino confeso, ha estado haciendo gala de sus influencias y movilizando recursos en los medios de comunicación para tergiversar los hechos y victimizar a su hermano. También ha intentado confundir la opinión pública aduciendo una falta de estabilidad emocional y familiar en Alí, como justificación al crimen cometido por su hermano.
Actual Situación en PanamáEsto también se refleja en nuestro país y se manifiesta de manera creciente. Hasta noviembre de este año ya iban en lista 68 mujeres asesinadas. Nuestro país que se había caracterizado por ser un lugar pacífico y tranquilo, ya no escapa a esta triste situación.
Actualmente Panamá cuenta con la Ley Nº 38 sobre violencia intrafamiliar y es signatario de la Convención de Belem Do Para, la cual busca prevenir, sancionar y eliminar la violencia contra la mujer.
Pero sentimos que no es suficiente. No existe una protección real y efectiva para con las mujeres en estos casos. Las boletas de alejamiento y medidas de protección poco o nada ayudan ya que igual los hombres las asesinan y según estadísticas recientes, los días domingos son los de más altos porcentajes.
Sugerimos que en nuestro país deben difundirse: folletos, boletines y publicaciones en las calles, en las plazas, en los centros comerciales acerca de estos temas a través de personal capacitado al respecto y éstos a su vez le expliquen a las personas.Además que en el mejor de los casos, una materia específica de Género en los colegios, a partir de la Educación Básica General. Una campaña intensa por la concientización a nuestra niñez y jóvenes sobre como detectar actitudes violentas en personas, para evitarlas y denunciarlas ante las autoridades competentes y que éstos actúen de manera efectiva.
Consideramos que en la Policía Nacional, debe existir un organismo especializado para atender casos de mujeres amenazadas por sus ex -parejas para que las oriente, y no se debe esperar un asesinato para que después actuar. Si lo que se quiere es proteger y salvaguardar su vida.
Esperamos que la muerte de Alí Dessiré no se convierta en una cifra más de asesinatos de mujeres en el mundo que quede en la impunidad. El caso de Alí Dessiré todavía está por decidirse, todas las fuerzas sociales en México como en Panamá exigen un castigo ejemplar que envié un mensaje claro a nuestras sociedades machistas. En el crimen de Alí podemos vernos reflejadas todas las mujeres ya que la violencia se dispara sin razón y sin sentido en el momento menos esperado y por la persona menos pensada. Sin embargo, también este crimen sienta las esperanzas de que por fin se haga justicia, si todos y todas nos unimos con conciencia y gritamos al mundo que ALÍ SOMOS TODAS Y TODOS.
25 de noviembre,día mundial de la no violencia hacia las mujeres, en memoria de las hermanas Mirabal, asesinadas cruelmente en 1960, por el dictador Rafael Leonidas Trujillo, en República Dominicana.
Dania Betzy Batista
El próximo 25 de noviembre, como todos los años, se conmemora el día mundial de la no violencia hacia las mujeres. El mismo se hace en memoria de las hermanas Mirabal, asesinadas cruelmente en 1960, por el dictador Rafael Leonidas Trujillo, en República Dominicana.
A través de la historia, siempre se ha dado la violencia de género. Existen claros ejemplos que así lo atestiguan. Hypatía, quien murió apedreada por hombres, en la Antigua Grecia, sólo porque no se toleraba en esa época que las mujeres destacaran intelectual o académicamente en algún campo del saber; Juana de Arco, revolucionaria francesa que liberó a su país del yugo inglés, fue condenada injustamente por herejía a la hoguera; Olympia de Gouches, condenada a la horca en 1793, porque exigía que se reivindicara los derechos de las mujeres en la Revolución Francesa de 1789, los cuales no eran contemplados. Y así muchos otros.
Y para América Latina, quizás el simbolismo más evidente de este tipo de violencia es la leyenda azteca de la guerrera Coyolxauqui. En ella se cuenta la historia de una princesa mechica, en un período extraordinario donde una mujer podía ser guerrera y líder, pero que según la tradición, es muerta ella y su ejército por su propio hermano, que en el fondo no es más que una repetición de la leyenda griega a donde el patriarcado machista se impone sobre el matriarcado, a donde las mujeres tenían iguales derechos a los hombres, ya que desde ese momento todas las mujeres perdieron su papel económico, político y militar en la sociedad mechica (México).
Recientemente, el día 20 de septiembre del presente, murió atrozmente asesinada en la ciudad de México, la estudiante panameño-mexicana, Alí Dessiré Cuevas Castrejón, a manos del hombre que decía amarla. Acababa de cumplir 24 años, el día anterior.
Para los que la conocimos, sabemos que ella era una joven amante de la literatura, de la filosofía, del mundo de las artes: pintura, poesía, la fotografía y el teatro. Estaba próxima a titularse en Licenciada en Letras Clásicas, en la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México), con una magistral tesis de grado sobre la vida y obra del filósofo griego antiguo: Epicuro de Samos. La cual había sido recomendada por sus propios profesores para que fuese publicada.
Siempre destacaba en lo que incursionaba. Había ganado un concurso de ajedrez en la Facultad donde estudiaba. Le encantaba participar en diversos recitales, con poemas de su propia autoría. Hacia teatro para niños. A parte de esto, era una miembra activa en organizaciones de mujeres, que luchan contra la violencia de género y por la reivindicación de los derechos de las mujeres, en una sociedad tan machista como la mexicana.
Era una estudiante brillante, sencilla, alegre y pacífica. Alí había nacido en el Distrito Federal, el 19 de septiembre de 1985, el mismo día del terremoto en la ciudad de México. Muy querida por sus padres, familiares y amistades. A pesar del divorcio de sus padres, cuando contaba con 12 años, mantenía excelentes relaciones con su papá que reside en Panamá y su mamá mexicana. Ella constantemente visitaba Panamá y tenía su ciudadanía panameña.
Desde muy pequeña vivió con sus abuelos paternos en Chiriquí. Pero al poco tiempo, tuvo que salir del país forzadamente, ya que estaba amenazada de muerte, debido a las actividades políticas de su padre, un militante de izquierda, Conrado Cuevas, en el régimen militar de Manuel A. Noriega.
¿Pero qué sucedió ese 20 de septiembre?
Alí estuvo más de un año conviviendo con su padre y demás familiares en Panamá. Luego regresó a México a terminar su carrera y su tesis.
Durante ese tiempo Alí buscó practicar más sobre las cosas que les gustaba, estuvo haciendo teatro y mimos para niños, con compañeros de la universidad. Es durante este tiempo en que conoce a un profesor de teatro, 4 años mayor que ella y por sus actividades en común llegan a hacerse novios.
Pasado un tiempo, Alí empieza a notar actitudes incongruentes de parte de su novio que la empiezan a decepcionar, cosas como: venta ilegal de piezas de motos y otras cosas deshonestas que hacen que ella no lo admire tanto. Pero lo peor de todo fue que este individuo empieza a demostrar actitudes violentas. De repente, cosas comunes y corrientes como el encuentro con sus amigos se convierte en escenas de celos con una violencia creciente. De repente saludar a un amigo se convirtió en algo prohibido o en una escena de violencia y celos que amenazaba la relación. Este individuo le exigía a Alí una atención mayor y exclusiva a él, buscando aislarla de su ambiente familiar y amistoso. En una ocasión inclusive llegó a cortarle el cabello de una forma grotesca en donde, según conocidos, buscaban destruir la belleza de Alí o su personalidad. Y aunque sus amigos así lo advirtieron, no pensaron que fuera un aviso de algo peor.
Tiempo más tarde, sin mayor explicación, Alí le cuenta a su madre, que piensa terminar la relación por este tipo de espectáculos para con sus amistades, pero que le daría otra oportunidad. Sin embargo esa oportunidad rápidamente se venció cuando nuevamente se repitieron las escenas de celos. Alí le comunica a su familia que terminó con este individuo.
Durante los meses siguientes Alí se une más a su familia y se concentra en sus estudios. Viaja a Cuba con su madre de vacaciones, se dedica a visitar varias ciudades de México y termina su tesis y escribe más poemas.
En el mes de su cumpleaños, su ex -novio, busca acercarse a ella, la convence de adoptar un perro y empieza a planificar una fiesta para su cumpleaños, el 19 de septiembre de 2009. Para ese mismo día, el ex -novio planifica la puesta en escena de una obra de teatro titulada: “Muerte en Casa” y convence a Alí en participar en uno de los papeles principales.
Producto del perro que le había regalado y en nombre de una supuesta amistad después del noviazgo, ella le facilita las llaves de su casa para que alimente al perro en su ausencia, ocasión que éste aprovecha para revisar su correspondencia, su computadora y su correo electrónico. Esto para espiar su vida sentimental.
Días antes le informa a Alí que él y sus amistades piensan hacerle una fiesta de cumpleaños en su apartamento. Ante la renuencia de Alí, él le explica que es solamente como amigos que se van a tratar, que no se preocupe, que hasta el hermano de ella y muchas de sus amistades cercanas van a asistir.
Ese día, el ex -novio le compra un regalo. Pone en escena su obra de teatro, previamente. Alí lee sus poemas y más tarde se inicia la fiesta con una veintena de invitados. En la fiesta, Alí se encontraba por un lado con sus amigos y su ex -novio se encontraba por otro lado, con sus conocidos más cercanos. Casi de inmediato inició la agresión, si Alí no le daba un beso le armaba un escándalo, si no le ofrecía de su cerveza, otro escándalo más. Más tarde, pasada la media noche, Alí se retira a una habitación y duerme junto con otra compañera que se encontraba cansada. El ex -novio con sus amigos siguen bebiendo y llegan a fumar marihuana. En la madrugada Alí se levanta y hay un par de muchachos conversando, se acerca, platican de poesía, literatura hasta temprano en la mañana. Uno de los muchachos decide comprar más cervezas para seguir platicando y le pide a Alí que lo acompañara a una tienda cercana.
Cuando regresan, la actitud del ex -novio es sumamente agresiva e intimidante, los invitados lo advirtieron inmediatamente. El individuo se va a acostar, luego de un rato se levanta, su actitud es cada vez peor, más agresiva, Alí en un tono conciliador trata de apaciguarle los ánimos y éste responde con violencia verbal. Luego él procede a dormir nuevamente y Alí y los invitados tratan de ordenar y limpiar la casa pensando que este era el motivo de su enojo.
Más tarde los últimos invitados se retiran. Momento que aprovecha este individuo y desata una brutal agresión fuera de toda magnitud. Inicia cortándole el rostro y apuñaleándola en 26 ocasiones. Contándose 34 heridas en total, la mayoría de ellas mortales. Huellas de sangre y violencia desde la habitación hasta la cocina. La víctima no presenta huellas de resistencia ni defensa en manos, antebrazos ni brazos.
El agresor declara que ella lo agredió diciéndole: “chaparro” y además que “no lo quería” y que “ya no quería estar más con él”. Luego de cometido el crimen, va a una habitación contigua y despierta a su amigo y le dice: “Maté a Alí, ya les había dicho que algo así iba a pasar. Llama a la policía, mejor no, mejor sí”. Dicho esto el asesino intenta suicidarse. Más tarde ante la policía declaró no recordar nada. Al día siguiente, ya asesorado por su familia y sus abogados, se corrige y dice que fue en “defensa propia”.
Allí inicia otra lucha, la lucha legal donde sus parientes, un político mexicano, hermano del asesino lo defiende diciendo que ella tuvo la culpa, porque dijo algo que provocó la ira de su hermano. La misma excusa que utilizan los violadores para con sus víctimas: “ella se vistió provocativamente y se buscó la violación”.
Evidentemente en una sociedad patriarcal o machista como la mexicana, el feminicidio o el asesinato de mujeres ligadas sentimentalmente a hombres, es un crimen al que no se le presta mucha importancia y se le ve como algo justificado desde el punto de vista de los hombres, hasta tal punto que es llamado: “crimen pasional” y es tratado con mucha indulgencia por las leyes y los jueces. ¿Pero qué de pasional o amoroso puede tener un horroroso y sanguinario crimen?.
Este caso ha traído la condena y atención internacional por tratarse de una persona con nacionalidad panameña y mexicana y encontrarse en el marco de una cadena interminable e insoportable de mujeres asesinadas en México y sobretodo el escándalo mundial con los feminicidios de Ciudad Juárez. Además las mujeres mexicanas se han organizado masivamente, han protestado y han utilizado las nuevas herramientas tecnológicas de información: como el Facebook en internet, para expresarse y sumar la voluntad global de condena a este tipo de crímenes. Es el caso del grupo que han formado: alisomostodas, el cual ha tenido un gran éxito en su lucha por concertar la opinión mundial.
Otro enorme impulso en el caso de Alí ha sido el apoyo masivo del gobierno, la prensa y la población panameña, ya que la Cancillería, el Instituto Nacional de la Mujer (INAMU), la Universidad de Panamá, el Ministerio Público, la Defensoría del Pueblo, la Comisión de la Mujer en la Asamblea Nacional, la Embajada de México en Panamá, la Embajada de Panamá en México y partido políticos como el PAP (Partido Alternativa Popular).
En la actualidad el caso de Alí ha llevado tres audiencias, en la primera la defensa del victimario se concentró en demostrar que éste era “buena gente y que tenía buen comportamiento”, cuestión irrelevante para el caso. En la segunda todos los testigos principales ratificaron todas las acusaciones contra el victimario, además de que se aportaron nuevas evidencias que desmienten la posibilidad de defensa propia, ya que las pruebas periciales de las uñas de Alí mostraron que no había restos de piel. En la tercera, un careo solicitado por el victimario, no aportó nada nuevo a la defensa.
El juicio en México, ha estado tenido irregularidades notorias como: el cambio de la ficha de afiliación del victimario por la de otra persona, la primera audiencia no le fue informada a la familia de Alí, el ex –diputado Humberto Morgan, hermano del asesino confeso, ha estado haciendo gala de sus influencias y movilizando recursos en los medios de comunicación para tergiversar los hechos y victimizar a su hermano. También ha intentado confundir la opinión pública aduciendo una falta de estabilidad emocional y familiar en Alí, como justificación al crimen cometido por su hermano.
Actual Situación en Panamá
Esto también se refleja en nuestro país y se manifiesta de manera creciente. Hasta noviembre de este año ya iban en lista 68 mujeres asesinadas. Nuestro país que se había caracterizado por ser un lugar pacífico y tranquilo, ya no escapa a esta triste situación.
Actualmente Panamá cuenta con la Ley Nº 38 sobre violencia intrafamiliar y es signatario de la Convención de Belem Do Para, la cual busca prevenir, sancionar y eliminar la violencia contra la mujer.
Pero sentimos que no es suficiente. No existe una protección real y efectiva para con las mujeres en estos casos. Las boletas de alejamiento y medidas de protección poco o nada ayudan ya que igual los hombres las asesinan y según estadísticas recientes, los días domingos son los de más altos porcentajes.
Sugerimos que en nuestro país deben difundirse: folletos, boletines y publicaciones en las calles, en las plazas, en los centros comerciales acerca de estos temas a través de personal capacitado al respecto y éstos a su vez le expliquen a las personas.Además que en el mejor de los casos, una materia específica de Género en los colegios, a partir de la Educación Básica General. Una campaña intensa por la concientización a nuestra niñez y jóvenes sobre como detectar actitudes violentas en personas, para evitarlas y denunciarlas ante las autoridades competentes y que éstos actúen de manera efectiva.
Consideramos que en la Policía Nacional, debe existir un organismo especializado para atender casos de mujeres amenazadas por sus ex -parejas para que las oriente, y no se debe esperar un asesinato para que después actuar. Si lo que se quiere es proteger y salvaguardar su vida.
Esperamos que la muerte de Alí Dessiré no se convierta en una cifra más de asesinatos de mujeres en el mundo que quede en la impunidad. El caso de Alí Dessiré todavía está por decidirse, todas las fuerzas sociales en México como en Panamá exigen un castigo ejemplar que envié un mensaje claro a nuestras sociedades machistas. En el crimen de Alí podemos vernos reflejadas todas las mujeres ya que la violencia se dispara sin razón y sin sentido en el momento menos esperado y por la persona menos pensada. Sin embargo, también este crimen sienta las esperanzas de que por fin se haga justicia, si todos y todas nos unimos con conciencia y gritamos al mundo que ALÍ SOMOS TODAS Y TODOS.
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