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A LA OPINIÓN PÚBLICA INTERNACIONAL
El pasado 29 de octubre de 2010, fue arrestado en su domicilio de la ciudad de Santiago de Chile el diseñador gráfico Manuel Olate Céspedes, miembro del Movimiento Continental Bolivariano y representante del Movimiento de Solidaridad por la Paz en Colombia, su detención, se dio en base a una solicitud realizada por el Estado colombiano, tras la cual, la Ministra de la Corte Suprema de Chile, Margarita Herreros, decidió ejecutar su detención.
El argumento de la petición del Estado colombiano y, que mantiene a Manuel Olate en prisión preventiva, se sustenta en su presumible relación con la guerrilla de las FARC-EP, bajo las supuestas pruebas encontradas en el ya mítico y cada vez más mágico computador de Raúl Reyes, motivo por el cual se encuentra en proceso el pedido de extradición que enviará el Estado colombiano a Chile para intentar juzgarlo en Colombia.
Recordemos que Manuel Olate visitó en febrero de 2008 el campamento del comandante Raúl Reyes ubicado en la región de Sucumbíos, Ecuador, la intención de su vista fue la de realizar una serie de entrevistas periodísticas, las cuales fueron publicadas días después en diversos medios de comunicación alrededor del mundo. El joven chileno testimonió como él, salió de ese campamento días antes del ataque criminal que perpetró el Estado colombiano masacrando a 25 personas, él tuvo la fortuna de salvar su vida por tan solo unos días de diferencia, suerte con la cual nuestros hijos Verónica Velázquez, Soren Avilés, Juan González y Fernando Franco no contaron, ya que ellos arribaron al mismo lugar la tarde-noche del 29 de febrero, para ser despertados la madrugada del 1° de marzo por un bombardeo atroz que les arrebató la vida y que dejo gravemente herida a Lucía Morett.
Para nosotros como Asociación de Padres y Familiares de las Víctimas de Sucumbíos, resulta poco sorprendente la actitud del Estado colombiano de intentar criminalizar la solidaridad y perseguir internacionalmente a Manuel Olate. El actual presidente de Colombia Juan Manuel Santos, está dando continuidad al proyecto belicista de Álvaro Uribe Vélez, construyendo una burbuja de impunidad, persiguiendo a quienes no lograron asesinar aquel 1° de marzo de 2008, como por ejemplo con los casos de Manuel Olate y Lucía Morett.
Lo que si nos resulta sumamente grave y sorprendente es que las autoridades judiciales chilenas acepten llevar hasta su territorio esa política belicista que Juan Manuel Santos y su antecesor quieren imponer a sangre y fuego no sólo en Colombia, sino en toda América Latina, teniendo una clara injerencia en los asuntos internos de cada país latinoamericano, sin respetar su soberanía y el derecho de sus pueblos a organizarse, vivir libremente y de ser solidarios ante el sufrimiento de un pueblo hermano; el bombardeo del 1° de marzo en Sucumbíos es una clara muestra de ello, el Estado colombiano pretende seguir agrediendo a todo aquel que le resulte molestó, que sea una voz crítica y que denuncié las atrocidades de las cuales son responsables.
Manifestamos también, nuestro rechazo a este nuevo intento de perseguir política e injustamente a más personas por lo ocurrido en Sucumbíos, mientras los verdaderos culpables de la masacre de 25 personas, del asesinato de nuestros cuatro hijos, del intento de homicidio contra Lucía Morett, están en la total impunidad y paseándose libremente por todo el mundo, construyendo una estrategia de agresión contra los pueblos latinoamericanos.
La detención de Manuel Olate significa criminalizar a las víctimas de Sucumbíos una vez más, es lanzar la clara señal de que se busca perseguir a los inocentes y proteger a los verdaderos asesinos, es aceptar una estrategia belicista basada en argumentos falsos, con pruebas inconsistentes de una computadora que funciona en base a los tiempos políticos y militares de un Estado delincuencial, es aceptar la injerencia externa de un modelo intervencionista dictado desde Estados Unidos y que el Estado colombiano ha asumido como pieza de articulación y ejecución en Latinoamérica.
Nos pronunciamos por la inmediata liberación del joven Manuel Olate Céspedes, exigimos que no proceda el intento de extradición que pretende el Estado colombiano, ya que resulta absurdo cuando las pruebas que se argumentan en su contra carecen de veracidad, y por el contrario, queda claro que no podría tener acceso a un juicio justo e imparcial, no tendría acceso a una defensa adecuada y que la intención de detenerlo obedece más a una estrategia política de criminalización contra los jóvenes solidarios de América Latina, tal y como ocurre en el caso de Lucía Morett.
México, D.F. a 20 de noviembre de 2010
ASOCIACIÓN DE PADRES Y FAMILIARES DE LAS VÍCTIMAS DE SUCUMBÍOS, ECUADOR
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