ACTIVIDADES 2011
¡Te invitamos a que contactes a Flor y Canto! Teléfonos en la Ciudad de México: 31 84 92 36 / 31 84 92 37 / 19 41 56 70 Mensajes de texto al celular: 55 54 16 21 30 e-mail:froylan71@hotmail.com
A todos nuestros queridos compañeros de Flor y Canto y a todos los hombres y mujeres libres, queremos decirles que continuaremos trabajando por la transformación del país, que no nos vamos a rendir y que este 2011 será un año de mucho trabajo y esperanza, juntos construiremos paso a paso la gran victoria popular de 2012. Reciban un abrazo fraterno y nuestros mejores deseos para este año nuevo que comienza. ¡Viva Andrés Manuel López Obrador! ¡Viva el Pueblo organizado!
Aquí la nota del periódico La Jornada acerca de la movilización de ayer 30 de diciembre
Varias organizaciones sociales se manifestaron frente a la sede de Gobernación
Denuncian la incapacidad de autoridades para esclarecer el asesinato de Marisela Escobedo
Anuncian que el 5 de enero realizarán un acto por la paz en el Ángel de la Independencia
Foto José Antonio López Fernando Camacho Servín Periódico La Jornada
Viernes 31 de diciembre de 2010, p. 10
Integrantes de diversas organizaciones sociales protestaron en las inmediaciones de la Secretaría de Gobernación para denunciar la falta de resultados de la pesquisa gubernamental sobre el asesinato de Marisela Escobedo Ortiz. Con pancartas de rechazo a los feminicidios, los inconformes subrayaron la incapacidad de las autoridades por encontrar y castigar al responsable de la muerte de la activista, ocurrida el pasado 16 de diciembre frente a la sede del gobierno de Chihuahua. Aunque los manifestantes de los colectivos Flor y Canto, Frente Social por la Igualdad, Jóvenes de Izquierda Social, Movimiento de la Diversidad Sexual en Resistencia y Comité 68 no se propusieron bloquear la calle, la policía capitalina les impidió llegar frente a la sede de Gobernación y cerró la circulación de Bucareli con decenas de granaderos. Durante el mitin improvisado frente a las vallas policiacas, los activistas reprocharon la lentitud e ineficiencia de las investigaciones del gobierno para dar con el asesino de Escobedo, y exigieron que dicho crimen no quede en el olvido. René González, miembro del Frente Social por la Igualdad, lamentó el cinismo con el que se han comportado las diferentes instancias involucradas en la resolución de este caso, y advirtió que los colectivos y organizaciones sociales que luchan por vías pacíficas para transformar el país, ahora están expuestos a padecer un alto nivel de violencia.Vemos una situación muy deplorable en la que el crimen organizado ahora también hace el papel sucio de aniquilar a los disidentes. La protesta de Marisela era muy visible, y aun así ocurrió su muerte. ¿Qué puede esperar la gente que no participa en organizaciones, que está en el desamparo en diversos poblados?, se preguntó. La degradación moral y política del país parece no haber alcanzado todavía su punto más alto, dijo, pues cuando se piensa que ya no se puede estar peor, una atrocidad sustituye a la otra, como en el caso de la guardería ABC en Hermosillo, el incendio de la tienda Coppel en Culiacán y las agresiones contra los estudiantes de Ciudad Juárez. Después de una década de gobiernos panistas, finalmente el crimen organizado se apoderó de muchas regiones del país. La corrupción, la impunidad y la muerte son el sello distintivo de México, por un gobierno fallido que ha llevado al Estado a no cumplir con su papel, señaló. González subrayó que las organizaciones civiles estarán pendientes de las investigaciones para resolver el asesinato de Marisela Escobedo, y anunció que el 5 de enero de 2011 realizarán un acto por la paz y contra la violencia, a las 5 de la tarde en el Ángel de la Independencia.
MARISELA ESCOBEDO, PRIMERA VÍCTIMA DE LA REFORMA JUDICIAL
Por José Alfonso Suárez del Real “Que me maten pero frente a Palacio” respondió la madre de Rubí Freyre Escobedo a preguntas de reporteros sobre las amenazas de muerte que había recibido por iniciar su plantón frente al Palacio de Gobierno en Chihuahua. La entereza de Marisela Escobedo se hizo presente durante su lucha por exigir justicia y combatir la impunidad. Su tenacidad logró que una Salta revisara el proceso por el que Sergio Barraza, el asesino confeso de su hija obtuvo su libertad, y ese Tribunal decretó la inmediata reaprehensión del homicida, el cual sigue prófugo de la justicia. Marisela no se amilanó, y junto con las madres de otras víctimas de feminicidio, que en Juárez son tantas, se integró de lleno a las acciones de reivindicación de las desaparecidas y de exigencia de justicia. Así llegó una vez más a la capital del estado, y ahí montó su “plantón” para exigirle al Gobernador Duarte justicia para su hija y como respuesta encontró la muerte, sin querer su deseo, expresado días antes fatalmente se cumplió. Un hombre la acribilló y cayó, a la mitad del arroyo vehicular en su intento por buscar refugio en el edificio que alberga al gobierno que, por última vez, le dio la espalda. “No es el miedo lo que nos calla. Es la impunidad la que nos paraliza”, con esa claridad se expresan la madres de las asesinadas, las de las desaparecidas, las víctimas de la injusticia de este país, y en el colectivo imaginario el asesinato de Marisela contrasta con el merecido premio a la tenacidad y a la lucha de la Sra. Miranda de Wallace. A Marisela por ser pobre, por vivir en Ciudad Juárez, por “andar de revoltosa” el gobierno de Chihuahua la reprimió, su caso ocupó algún espacio en algún medio periodístico, en algún noticiero de televisión. La fuerza de Marisela eran sus compañeras de dolor, era su compañero en la vida, sus hijos, era su rabia contenida al ver que los cacareados juicios orales liberaron al asesino confeso de su hija, y esa liberación tiene explicaciones, tiene responsabilidades, tienen culpables, y no son sólo Catalina Ochoa Contreras, Nezahualcóyotl Zúñiga Vázquez y Rafael Boudib Jurado, los miembros del Tribunal, como lo pretende hacer creer el Gobernador Duarte y el propio Procurador del Estado, culpables son también los policías investigadores que no aportaron las pruebas suficientes ni integraron correctamente el expediente, debilitando con ello la “prueba fundamental” de los juicios orales que no es otra que la investigación y acreditación de pruebas que desvirtúen la presunción de inocencia, culpables también son los diputados que, como Duarte, votaron irresponsablemente la reforma judicial sin contemplar los recursos necesarios para contar con el personal mínimo y su capacitación. Culpable es el promotor de la reforma, Felipe Calderón Hinojosa, quien además ha convertido a la PGR en una Oficialía de Partes de la Presidencia y que por tanto le ha mermado los recursos que requiere para implementar la reforma judicial, impulsó además la reforma, que le fue dictada desde Washington, como parte de su política de integración subordinada al vecino país del norte. Culpable es el Secretario de Hacienda que a sabiendas de las necesidades económicas del poder judicial le escatima los recursos. Culpable también lo es el Secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna que se ha empeñado en desaparecer a la PGR y en que “su policía investigadora” supla a la adscrita al Ministerio Público. Culpable es el sistema de corrupción que pervirtió el sagrado deber de impartir justicia en este país. Y para recordárnoslo ahí cayó Marisela, frente al Palacio de Gobierno de Chihuahua, ahí quedó su convicción, su entereza, su solidaridad con las otras madres, con las víctimas de feminicidio, todo ello en memoria de Rubí, de su hija, asesinada por partida doble, primero por Sergio Barraza y más tarde por la impunidad que facilitó la liberación y exoneración de su homicida, y esa misma arbitrariedad hecha bala acabó con la vida de Marisela y la venganza llegó hasta la maderería de su compañero que fue víctima del fuego, reducida a cenizas y el levantamiento de su cuñado, y no contentos con ello las amenazas en contra de 8 de sus compañeras activistas, aceleraron su entierro para evitar más daños en contra de lo que más quería, su familia y a sus compañeras de lucha. RETIRO DE VELADORAS DESNUDA LA INSENSIBILIDAD OFICIAL El matricidio de Marisela Escobedo, ocurrido frente al Palacio de Gobierno de Chihuahua la semana pasada, fue un acto de barbarie en contra de una mujer que lo único que exigía era justicia, tras haber visto como el sistema judicial, en uno de los primeros juicios orales, exoneró al asesino de su joven hija, Rubí Freyre, a pesar de que el individuo confesó su crimen. El fin de la Sra. Escobedo contrastó, por lo contemporáneo, con el reconocimiento que el gobierno federal efectuó a otra incansable mujer, Isabel Miranda de Wallace, a cuyo hijo secuestraron y desaparecieron, y cuyo tesón logró la captura de sus plagiarios y asesinos, y la edificación de un memorial para las víctimas del secuestro pagado por el gobierno federal. Para una comunidad tan golpeada por la violencia, por los feminicidios, por la destrucción de su tejido social, de su vida, de la seguridad colectiva, como es el sector defensor de los derechos de las mujeres de esa entidad, y muy particularmente de Ciudad Juárez, la irracional decisión de retirar el pasado 24 de diciembre las 1,600 veladoras que en memoria de Marisela Escobedo se encendieron frente al lugar en donde cayó abatida por los tiros de su ejecutor, es una afrenta que será muy, pero muy, difícil de olvidar. La poca confiabilidad que generó el inicio de una nueva administración estatal al frente de César Duarte, resentirá de manera directa e inmediata el rechazó del sector más vulnerable de la población, el de las madres desconsoladas por la pérdida de sus hijos en esta guerra sin razón; la de las mujeres victimadas en cada una de las afrentas que se registran en contra de cualquier mujer en ésa entidad; y el de los más de 10 mil huérfanos que la guerra del gobierno federal ha dejado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario