Pablo Moctezuma Barragán
El Grupo de los 8 (Alemania, Canadá, EEUU, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia) y el Grupo de los 20 a los que se añade Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, China, India, Indonesia, México, Corea del Sur, Sudáfrica, Turquía y la Unión Europea se reunió en Toronto el 27 y 28 de junio, para determinar las políticas a seguir en el mundo que beneficien a las grandes corporaciones que dominan a los gobiernos a costa del sacrificio del pueblo.
El único acuerdo al que llegaron es que la recuperación de la crisis aún es frágil. Habrá una próxima reunión en Corea del Sur el mes de noviembre. El primer ministro Canadiense afirmó que el G 8 se concentrará más en “seguridad”, lo que quiere decir que cocinan nuevas guerras en el mundo.
Obama aprovechó el foro del G 20 para acusar a la República Popular Democrática de Corea de hundir la corbeta Cheonan, acusándolo el 27 de junio de ser “un país beligerante que comete actos provocadores contra otro”. El “Premio Nobel de la Paz” amenazó abiertamente “seguiremos aumentando la presión”. De modo que en su ofensiva contra Irán y la RPDC, Estados Unidos crea un clima de tensión extremo, en el que trata de someter a todo el mundo a sus intereses.
Obama usó la reunión de líderes del G 20 para presionar a China y a su presidente Hu Jintao para ser “más tajante” contra Corea del Norte. Por su parte Felipe Calderón llegó a presumir que “México ha mejorado su estabilidad financiera y de hecho fue el primer país en ser evaluado por el Consejo de Estabilidad Financiera (FSB).”
Ocultando la grave crisis económica, política, social, ambiental que sufrimos debido a las decisiones que se toman por parte de las grandes potencias y sus Organismos Financieros Internacionales.
El solidario pueblo canadiense se movilizó toda la semana para condenar la agenda anti popular y antisocial del G 8/20, en Toronto se movilizaron más de 30,000 personas para oponerse a su gobierno que está al servicio de los monopolios (como las mineras canadienses que tanto daño hacen en México y América Latina), en la lucha por los derechos de todos había trabajadores canadienses, jóvenes, mujeres, indígenas de las naciones originarias que propugnan por la defensa de la Madre Tierra, y en contra de las guerras de agresión (Canadá participa en la ocupación de Afganistán).
A la jornada de lucha le llamaron Toronto Days of Action y ha tenido mucho impacto. Para desviar las cosas del fondo de los problemas y de sus soluciones, y cerrar la discusión sobre las políticas que han de aplicarse para resolver la agenda de los pueblos, en bien de todos. Y ocultar el amplio rechazo del pueblo canadiense que denuncia a un puñado de grandes potencias que deciden todo en detrimento del pueblo y su organizaciòn para hacer triunfar una política pro social, el gobierno de Canadá, las fuerzas represivas, los medios de desinformación y algunos que le hicieron el juego, han desviado toda la atención hacia la supuesta “violencia” de los manifestantes cuando de hecho Toronto fue militarizado, las protestas reprimidas e incluso hubo las usuales provocaciones de la policía para fomentar actos que justifiquen “medidas extremas de seguridad” para evitar así la protesta social.
La policía se armó hasta los dientes y llenó la ciudad de muros y mallas, para crear un ambiente de tensión que desalentara la movilización social y las expresiones de la voluntad popular. La policía generó la violencia al decir primero que se permitía estar cinco metros de las mallas y luego cambiar arbitrariamente la disposición y atacar a los manifestantes. La noche anterior –denuncian los trabajadores- arrestaron a los principales líderes de la resistencia contra el G/20, manteniéndolos secuestrados, el día de la protesta, atacaron y golpearon a reporteros y manifestantes. Es conocido que la policía infiltra provocadores para crear violencia, en 2007 en Montebello, Quebecm allá en Canadà, en la reunión Bush, Calderón Moulroney los manifestantes detectaron, video grabaron y denunciaron a dos policías aventando piedras y provocando la represión, fue tan claro que la misma policía de Quebec tuvo que reconocerlo. En Toronto hubo vidrios rotos e incendios – pudieron ser ocasionados por provocadores - pero los manifestantes no entraron a las tiendas ni robaron nada y estaban afuera de ésta lógica que implementa el gobierno para atemorizar. Desde días anteriores hizo gran campaña acerca de la “violencia” que se iba a dar, instando a la gente a “permanecer en casa” o irse a “su cabaña”. El día de las protestas cambiaron los lugares “permitidos” para manifestarse (como si no hubiese garantías individuales, libre tránsito y libre manifestación), y durante las acciones de protesta atacaron permanentemente a los manifestantes con gases lacrimógenos, hostigamiento policíaco y cercando y encajonando a la gente, haciendo gala de una política fascista, que niega derechos elementales, característica del gobierno de Stephen Harper. A la vez tiene el objetivo de dividir al pueblo y al movimiento en “violentos” y “no violentos”, cuando quien instiga la violencia es el gobierno. En éste contexto detuvieron a más de 450 personas, de manera discrecional y arbitraria.
Al mismo tiempo las agencias de noticias en todo el mundo, centran toda la información sobre la “Violencia en Toronto” “Protestas y disturbios violentos en Canadá” enfocando toda la atención en criminalizar al pueblo canadiense – que al igual que nosotros sufre y combate el neoliberalismo y el capitalismo salvaje- en vez de informar que es lo que se plantea en las reuniones del G 8/20 y que plantea el movimiento popular, los indígenas, los trabajadores, las mujeres, los jóvenes en Canadá.
Nuestra organización Mexteki (México Tekizetiliztli) se solidariza con el pueblo hermano de Canadá, exige libertad inmediata a todos los detenidos, el fin de la represión y anulación a las garantías individuales y sociales en Canadá y denuncia al monopolio de medios de comunicación que desinforman y crean una percepción negativa para criminalizar al pueblo de Canadá en particular y a los pueblos en general. La política de criminalizar a la población tiene como fin reprimir la voluntad popular y negar el derecho básico de disentir y oponerse a las políticas anti populares y organizarse para construir un mundo alternativo. La lucha del pueblo canadiense en junio de 2010 de cara al G8/20 es un ejemplo que anima a todos. Los pueblos de América, del sur y del norte, incluyendo los pueblos de EEUU y Canadá estamos uniéndonos en la lucha contra un enemigo común y construyendo un futuro de desarrollo, democracia, paz y hermandad entre las naciones.
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