jueves, 1 de julio de 2010

Después de 4 años de injusticia. Atenquenses libres de todos los cargos

Por la Escuela de Cultura Popular, 30 de junio del 2010.-, Los ministros de la Suprema Corte de Justicia liberaron de todos los cargos que pesaban sobre los 9 presos de Atenco en el Molino de Flores y los 3 compañeros recluidos en el penal de máxima seguridad del Altiplano. Todos son reconocidos como presos injustamente sentenciados. Juzgados de manera indebida, a base de pruebas ficticias y con un ataque institucional de fondo, son exonerados de todos los cargos en la sesión por su liberación.

Durante la sesión de argumentos a favor de la liberación de Ignacio del Valle, se ratificó constantemente que el dolo que se le invoca al delito de secuestro equiparado, jamás existió en la situación aludida. Los atenquenses jamás habían premeditado una acción de secuestro, daño o perjuicio a las personas que estaban en la presidencia al momento de solicitar realizar la reunión con las autoridades que se habían negado de improviso a minutos antes de la hora convenida. Esta situación por la cual los acusaron de secuestro estaba totalmente infundada, las pruebas fueron construidas y las cortes manipuladas.

En un acto de sano juicio la Corte define que no hubo ningún momento de peligro para las vidas de las supuestas víctimas, jamás los tuvieron como rehenes, y no existió en ningún momento delito equiparable al secuestro premeditado y doloso. Cuatro de los cinco ministros aprobaron “liso y llano” el amparo a todos los miembros recluidos del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra. Todas las sentencias que juzgaron a nuestros compatriotas, todos los mensajes de odio que le llegaron a Nacho por parte de las autoridades, nada coincidía con la realidad, ni con la única intención que era defender el derecho de los pueblos a defender su tierra.

Ellos nunca fueron culpables, no se les está haciendo ningún favor, al contrario, ¿cómo se paga haber sufrido tanto, para ellos dentro de la cárcel, para todas sus familias, y compañeros afuera? ¿cómo se hará justicia para aquellas compañeras que fueron abusadas sexualmente? ¿cómo se resarcirá el daño a los jóvenes acribillados aquellos días? ¿Cómo?. La justicia aun permanece en el tintero de la historia mexicana.

La desarticulación social producto del autoritarismo y la represión de los gobiernos, sólo puede ser sanada con la perseverancia en la verdad, la libertad y la justicia, y en eso los familiares de los compañeros liberados fueron los máximos exponentes de este amor. La verdad emerge siempre y esa es la justicia. Los compañeros de Atenco han sido una vez más ejemplos de lo más digno de este país. La reivindicación del derecho a la defensa de la tierra, encarnada en los compañeros de Atenco, es la viva imagen del espiritu de la revolución inconclusa de 1910, donde la tierrra como la fuente del bienestar de los pueblos, no se vende…se ama y se defiende.

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