miércoles, 12 de mayo de 2010
CARTA DE UNA MAMÁ A SUS HIJOS
Por Isabel Allende
Siempre que quieren hablar de madres
en la televisión muestran mujeres con niños en los brazos,
sonrientes, dulces, cariñosas, sin una pizca de cansancio,
espléndidamente maquilladas y a eso agregan maravillosas frases de pósters.
¡¡Mentiras!!!
Las mamás no somos abnegadas
amantes del sacrifico y aguerridas guerreras que todo lo pueden.
Las mamás lloramos abrazadas a la almohada cuando nadie nos ve,
pedimos la epidural en el parto y puteamos en 17 idiomas
cuando tenemos que poner el despertador a las 2 de la
mañana para ir a buscarlos a una fiesta.
Cuando les decimos que no se peleen
con ese compañerito que les dice 'enano' o
'cuatro ojos', y les damos toda clase de explicaciones conciliatorias,
en realidad querríamos tener el cuello del pequeño verdugo entre nuestras manos.
Y también pensamos que la vieja de geografía
es un mal bicho cuando les bajan las calificaciones,
porque no saben cuántos metros mide el Aconcagua que, al final,
a quién cuernos le importa. Pero no lo podemos decir.
No es que nos encante pasarnos horas en la cocina
tratando de que el pescado no tenga gusto a
pescado y disimulando las verduras en toda clase de brebajes,
en lugar de tirar un Pollo a la plancha....
Es que tenemos miedo de que no crezcan como se debe.
No es que nos preocupe realmente que
se pongan o no un suéter...
Es que tenemos miedo de que se enfermen.
No es que los queramos más cuando se bañan....
Es que no queremos que nadie les diga roñosos.
No lo hacemos por Uds. Lo hacemos por nosotras.
Porque ser mamá no tiene que ver
con embarazos, pañales y sonrisas de aspirinitas.
Tiene que ver con querer a alguien más que a una misma.
Con ser capaz de cualquier cosa con tal de que ustedes no sufran.
NADA, nunca, jamás.
Ustedes nos hacen felices....
cuando les encantan nuestros guisos,
cuando nos consideran sabias por contestar
todas las preguntas de los concursos de la tele.
Cuando vienen llorando a gritos
porque se rasparon la rodilla
y nos dan la posibilidad de darles consuelo y curitas.
Cuando recién levantadas nos dicen,
qué linda que estás, mamá.
Ustedes nos hacen mejores.
Nos dan ganas y fuerzas.
Nos comeríamos un monstruo crudo
antes de que les toque un dedito del pie.
Nos lavamos la cara y salimos del baño
con una sonrisa de oreja a oreja para hacerles
saber que la vida es buena, aunque nos vaya como la
fregada...
Cantamos las canciones y vemos Barney
y repasamos 500 veces la tabla del 2
y arreglamos el carburador para llevar a los niños a
fútbol, a inglés, a dibujo, a la psicóloga, a
básquet, a volley, a danzas, a la casa de la amiga, a
la maestra particular, al dentista, al médico, a
comprar un pantalón...
Y armamos 24 bolsitas con
anillitos, pulseritas y sorpresitas y tratamos
de que la torta parezca un Pikachu y nos buscamos otro
trabajo y sacamos créditos y nos compramos libros y vamos
al psiquiatra y al pediatra y a los videos,
y negociamos con los maestros y los acreedores y recortamos
figuritas y estudiamos junto a ustedes ríos,
provincias, las capitales de los países de Europa y nos
ponemos lindas y nos enojamos y nos reímos y nos
salimos de quicio y nos convertimos en la bruja y la
princesa de todos los cuentos....
...Sólo y exclusivamente para verlos felices.
VERLOS FELICES ES LO QUE NOS HACE FELICES.
Ojalá pudiéramos pegar el mundo con cinta scotch
para que fuera un lugar mejor para ustedes.
GRACIAS POR HACERME SU MAMÁ. GRACIAS POR HACERME TAN IMPORTANTE.
Gracias por los abrazos, los besos,
las lágrimas, los dolores, los dientes de leche, las
cartitas, los dibujos en la heladera, el antibiótico.
...Por tantas noches sin dormir, los boletines,
las plantas rotas del jardín por jugar a la pelota,
por mi maquillaje arruinado por ser usado para jugar a la mamá,
por las fotos de la primaria...
Son mis mejores medallas. Gracias porque LOS AMO.
Y ese, es el amor que me hace grande. LO DEMÁS ES MARKETING.
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