viernes, 5 de marzo de 2010

La “fina” puntería de la OTAN

Escrito por: sonrics.

“Ay que maquillar la verdad para no espantar a los votantes, la única verdad la brutalidad para mantener el orden mundial, la mirada de un niño destrozada por un obús, la sonrisa de una mujer borrada por el terror, las guerras siempre han sido instrumentos del poder, brazo militar, potencia global, el capital señala, l a OTAN ataca, vuelven los soldados, regreso a casa regusto en la boca a sangre y coca- cola, la conciencia tranquila pues no eran personas, dime tú qué vale un daño colateral.”

Sin dios.

Hace mas de una semana, del 13 al 21 de febrero para ser precisos, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) asesino en distintas provincias afganas aproximadamente a 45 civiles, entre los cuales se encontraban mujeres y niños; esto como parte de la ofensiva Moshtarak, la segunda campaña militar más grande desde el inicio de la ocupación estadounidense en ese país a finales del 200, la cual inicio justificando directamente la producción-distribución-comercialización de armas como parte de la guerra antiterrorista ficticia consensuada después del histórico 11 de septiembre para, supuestamente, acabar con Al Qaeda, el talibán y las organizaciones islámicas radicales apostadas ahí, que “representaban” una amenaza al “mundo libre”, a la “democracia” y a la “civilización” occidental.

Después de que en noviembre pasado Anders Fogh Ramussen (secretario general de la OTAN y primer ministro danés 2001-2009) anunciara en entrevista para la BBC sus intenciones de trasladar el mando de la fuerzas militares de la OTAN a las fuerzas afganas, el 13 de febrero este conglomerado militar asesinó a 12 civiles que supuestamente fueron confundidos con talibánes; ante este atroz hecho, llegó el cinismo del general ingles Gordon Messenger quien declaro que había sido un hecho desafortunado y que la ofensiva militar estaba en una etapa fácil, la difícil para él seria calmar a la opinión publica.

El segundo ataque contra civiles fue en Kandahar el lunes 15, donde murieron 5 hombres que cavaban en un camino, asesinados por que los soldados pensaron que armaban un explosivo. El domingo 21 fue atacado desde el aire un convoy de 3 minibuses en la provincia de Uruzgan; alrededor de 27 civiles fueron masacrados, comprobando una vez mas la indiferencia de los mandos militares al señalar sus blancos.

Estas acciones nos muestran una vez más la asimetría que existe tanto en la geopolítica mundial como en la propaganda oficial, donde se trata de vender la idea de una guerra de liberación cuando es realmente una ocupación genocida de un territorio estratégico, disfrazando la militarización con la “ayuda humanitaria”.

El colmo del cinismo es la llegada de 30mil tropas más (anexadas a las 68mil existentes) a petición del premio Nóbel de la paz Barack Obama, cuyas políticas militares han sido las sucesoras perfectas de las que implementaron en su momento el trío Bush-Cheney-Gates, ejemplos sobran (Guantánamo, Palestina, Colombia, etc.) y ahora en Afganistán se han recrudecido dejando montañas manchadas de sangre en el sur y protestas tibias en Kabul, como la del presidente de esa nación Hamid Karzai (acusado de fraude electoral) donde por un lado “condena” la matanzas llamándolas “acciones injustificables” y por otro le pide a la OTAN “coordinar mas de cerca y poner mas atención en las ofensivas bélicas”.

Aunadas a las declaraciones de Messenger, Obama y Karzai figuran las del general estadounidense Stanley Mc Chrystal “es lamentable que en el curso de nuestros esfuerzos se pierdan vidas inocentes” (la Jornada 15/02/2010) después de que sus fuerzas lanzaban proyectiles contra las casas de la familias indefensas, mientras Barack Bush Obama descansaba en Camp David y perecía le gente en Marjah y Helmand, nuevamente utilizando como pretexto el combate a el talibán y criminalizando desde la óptica militarista a la sociedad civil, donde cualquier ciudadano afgano es un terrorista potencial.

Soldados estadounidenses, ingleses, alemanes, franceses, italianos, españoles y demás engrosan las filas de la genocida OTAN; sin embargo el rechazo social que existe tanto a este conjunto de asesinos como a la perversa ocupación también es transnacional y ya sea en las calles, los periódicos alternativos, las radios libres o en espacios como este se esta haciendo presente.

En un mundo donde los daños colaterales son algo ya común, es imprescindible no caer en el vicio de creer que la guerra es inherente a esos territorios y que siempre será así; es decir debemos de denunciar y no acostumbrarnos a las injusticias globales con las que convivimos a diario, que como estas matanzas llenan gota a gota el gran vaso de la ignominia mundial.

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