MUJERES INDÍGENAS SE PRONUNCIAN: ALTO A LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES
En el marco nacional e internacional de la lucha contra la violencia hacia las mujeres, este 25 de noviembre, nosotras, mujeres indígenas tsotiles, tzeltales, choles y zoques, recordamos que esta fecha tiene su origen en el asesinato a las tres hermanas Mirabal, de República Dominicana justo este día en el año de 1960. La fuerza de ellas sigue presente en nuestras luchas y resistencias por erradicar todo tipo de violencia.
Como mujeres indígenas, hoy constatamos las transformaciones que se están dando en nuestros municipios: la prostitución forzada, la Trata de Personas, los feminicidios, la desaparición forzada de mujeres, los secuestros, la militarización, la discriminación, la pobreza y el aumento de centros clandestinos de prostitución sexual donde las agencias de turismo nacional e internacional ven nuestros cuerpos como un objeto.
El gobierno estatal invierte en publicidad donde nuestros rostros son usados a lado del actual gobernador, quien ofrece discursos y ejecuta políticas que van encaminadas a dividir nuestra fuerza organizativa. Basta pasearse por el municipio de Chenalhó para contrastar lo que él promueve junto con Enrique Peña Nieto en una supuesta Cruzada Contra el Hambre. En este municipio, cientos de mujeres indígenas se ven obligadas a prostituirse, al quedarse solas por la migración de sus esposos e hijos, las autoridades mantienen un silencio cómplice con los dueños de estos centros de prostitución clandestina que se van extendiendo en otras regiones en Chiapas. Un fenómeno que conlleva lentamente la destrucción de nuestra cultura.
En el sexenio pasado y en el actual, el índice de violencia política es alarmante e indignante, los asesinatos de mujeres líderes, activistas, periodistas y defensoras de derechos humanos tales como: Josefina Reyes, Bety Cariño, Marisela Escobedo Ortíz, Regina Martínez Pérez, Digna Ochoa, Rocío Mesino Mesino, la detención arbitraria e ilegal de Nestora Salgado, así como la desaparición forzada de Daniel y Virginia Ortíz Ramírez, indígenas triquis, Ernestina Ascencio, mujer indígena violada y asesinada por militares, entre otras miles de mujeres (feminicidios o desaparecidas).
Tanto la ONU-Mujeres, Cámara de Diputados, Observatorio de Feminicidios o de Género, así como diversos organismos de derechos humanos y de las mujeres dan cifras, índices elevados pero tenemos un gobierno que se niega a la impartición de justicia, porque toda su estructura política está implicada en el narcotráfico, mientras las mujeres nos negamos a seguir sosteniendo y fortaleciendo una cultura del silencio, trabajamos por desnaturalizar la violencia impuesta por este sistema capitalista, neoliberal, patriarcal y neocolonizador.
Exigimos impartición de justicia y castigo a responsables de todos estos crímenes inhumanos, un alto al hostigamiento y persecución para todas aquellas mujeres activistas y defensoras de derechos humanos, la militarización y paramilitarización no son la solución para un país que soñamos “libre de todo tipo de violencia”, tenemos derecho a vivir y abrazar la vida con amor. Por ello y más saludamos todo esfuerzo y lucha de mujeres en el mundo.
¡¡Por una Vida Libre de Violencia!!
¡¡Ni una Muerta Más!!
¡¡Alto a la militarización!!
¡¡Contra la Desaparición Forzada!!
¡Mañana no debe ser un día gris!
Monitoras Indígenas de Derechos Humanos y de Las Mujeres
Región Altos, Norte, Marqués de Comillas, Norte-Selva
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