Presenta AMLO Plan de Acción para frenar la Privatización del Sector Energético y el Aumento de Impuestos
Comunicado b13-333
México, Distrito Federal, 06 de octubre de 2013
Discurso de Andrés Manuel López Obrador, presidente del Consejo Nacional del Movimiento Regeneración Nacional, durante la marcha-mitin en la defensa del petróleo y la economía popular en la Ciudad de México.
Amigas y amigos:
Gracias por mantener una inquebrantable fe en la lucha para transformar a México.
Expresamos de nuevo nuestra solidaridad con los afectados por las inundaciones en distintas partes del país. Sigamos ayudando a nuestros hermanos en desgracia de Guerrero, Veracruz, Tamaulipas y Sinaloa.
Reafirmamos nuestro respaldo a las maestras y maestros del país, que luchan por sus derechos; también nuestro apoyo sincero a los trabajadores electricistas injustamente despedidos y a todos los mexicanos que defienden el territorio, los recursos naturales y los derechos políticos, laborales, colectivos y humanos.
Son ya muchos las mujeres y los hombres conscientes de que las llamadas reformas energética y hacendaria significan un retroceso histórico. Quieren regresarnos al pasado para cancelar nuestro futuro y el de nuestros hijos y el de las generaciones por venir.
Sabemos que la reforma al artículo 27 de la Constitución significa, como ellos mismos lo afirman con cinismo, la posibilidad de otorgar contratos de utilidad compartida en la exploración y la perforación de pozos petroleros. Es decir, quieren compartir con las compañías petroleras extranjeras las ganancias del pueblo y de la nación.
Sabemos también que para compensar el desfalco que dejaría el traslado de la renta petrolera hasta el 50 por ciento a empresas extranjeras, pretenden aumentar impuestos para recaudar 250 mil millones de pesos y, al mismo tiempo, aumentar el déficit público en 1.5 por ciento del PIB, para contratar deuda pública por otros 250 mil millones de pesos. Es decir, su plan es obtener de los bolsillos de los mexicanos y endeudando al país, 500 mil millones de pesos, cantidad equivalente a lo que se entregará en utilidades a las compañías petroleras extranjeras.
Pensamos que es un agravio, una canallada, pretender aumentar los impuestos sin combatir la corrupción y sin eliminar, primero, el gasto superfluo y los privilegios de los altos funcionarios públicos. Consideramos que ya es tiempo de que sea el gobierno el que se apriete el cinturón y no la gente. Insistimos: es inmoral que haya gobierno rico con pueblo pobre.
Asimismo, estamos conscientes de que la reforma al artículo 28 de la Constitución, busca privatizar la refinación del petróleo, la petroquímica, el gas, la industria eléctrica, así como la distribución, la comercialización y el transporte de los energéticos; de esa forma nos dejarían sin la posibilidad de utilizar al sector energético como palanca del desarrollo para industrializar al país, crear empleos y reducir el precio de las gasolinas, el gas y la luz.
Por eso hemos dicho que si nos quitan el sector energético estarían desangrando a México.
También hemos advertido que si se abren de par en par las puertas a las grandes corporaciones petroleras extranjeras, la llegada de esos nuevos actores traerá una pérdida de soberanía.
Si los más recientes presidentes de México han sido títeres de los potentados nacionales, con el arribo de quienes pretenden convertirse en los nuevos amos de México, los próximos mandatarios quedarían completamente sometidos o pasarían a ser simples adornos o floreros, a los cuales se les dejaría, si acaso, funciones reales como jefes de policía o de encargados de la recolección de la basura.
Por todas estas consideraciones es que nos oponemos a la aprobación de la reforma energética si antes no se consulta a los mexicanos.
El día de hoy, ustedes han depositado en urnas las hojas de firmas de muchos ciudadanos que demandan ser consultados sobre este importante asunto del que depende el destino del pueblo y de la nación. Mañana se dará a conocer cuántas firmas se juntaron y, desde luego, vamos a continuar con esta campaña hasta que sea necesario.
Informo a ustedes que el pasado lunes 23 de septiembre, se entregó un escrito a la oficina de la Presidencia en el que se solicita a Enrique Peña Nieto que exhorte al Congreso y a su partido para celebrar una consulta ciudadana antes de imponer la reforma energética.
Asimismo, se le presentó un programa detallado de austeridad para ahorrar 385 mil millones de pesos del presupuesto público, eliminando gastos innecesarios y privilegios de los altos funcionarios públicos. Con la propuesta que hemos hecho no haría falta aumentar los impuestos ni el déficit público para endeudar al país.
Hasta ayer, a las 11 de la noche, se recibió una respuesta no satisfactoria, la cual no damos por definitiva. Hay tiempo todavía para que Peña Nieto piense en México y cambie de parecer.
Aunque, desde luego, no estamos sentados esperando. Hoy mismo vamos a decidir, en esta asamblea, las acciones de desobediencia civil que llevaremos a cabo, en el marco de la no violencia, en caso de que se insista en imponer la privatización del sector energético y los aumentos de impuestos.
Pero antes quiero compartir con ustedes algunas reflexiones sobre nuestra forma de lucha.
En primer lugar, debemos tener la certeza de que nuestro movimiento es realmente una posibilidad de cambio verdadero. El objetivo superior es transformar al país, no la obtención de cargos públicos o beneficios personales.
Estamos conscientes que la situación actual genera enojo y desesperación entre la población. Respetamos a quienes están, con razón, muy indignados y quisieran que lleváramos a cabo acciones que llaman contundentes, pero no podemos quedarnos en los desahogos emocionales, ni mucho menos, caer en provocaciones y en la trampa de la violencia. Estamos obligados a actuar con responsabilidad y a cuidar que no se descarrile nuestro movimiento porque es la esperanza de muchos. Si queremos poner fin a este régimen de corrupción, injusticias y privilegios, lo radical es no claudicar, no cansarnos y seguir trabajando para sumar voluntades.
A lo que más le teme el gobierno oligárquico, no es al enfrentamiento de los inconformes con los granaderos, sino al despertar y a la organización de los ciudadanos para ejercer, a plenitud, los derechos consagrados en la Constitución y hacer valer la justicia y la democracia.
Tengamos confianza. Vamos a poder transformar al país de manera pacífica. Soy optimista porque me consta que ya hay millones de mexicanos conscientes y, cada vez, seremos más. Y cuando logremos aglutinar una mayoría informada y organizada, entonces sí, ninguna maña, ninguna trampa, ningún fraude podrá evitar que llevemos a cabo la regeneración del país. Tengamos en cuenta, también, que la resistencia, la desobediencia civil y la no violencia, son caminos que ya han probado su eficacia para enfrentar a regímenes autoritarios como el que padecemos en nuestro país. Recordemos que esa fue la vía que escogieron Mahatma Gandhi, Martin Luther King, Nelson Mandela; así lograron impulsar la causa de la independencia, los derechos civiles y el fin de la segregación racial.
Una reflexión final: no dediquemos tanto tiempo a preocuparnos si vamos a poder o no transformar al país o a mortificarnos acerca de cuánto tiempo nos va a llevar el triunfo de la justicia sobre el poder. Mejor asumamos lo que hacemos como parte de nuestra existencia, de nuestra vida. La lucha nos hace mejores personas, más humanas y más libres. Y podemos encontrar la felicidad propia en la búsqueda de la felicidad del prójimo.
Recordemos que no hay nada más importante que el amor a la familia, a la naturaleza, a la patria y el amor al prójimo. Además, en el peor de los casos, si nosotros no vemos consumada la obra de transformación, si no vemos el triunfo, le dejaremos muy avanzado el trabajo a los que vienen detrás de nosotros: a nuestros hijos y a nuestros nietos. En otras palabras, más que deprimirnos, debemos entender que es un timbre de orgullo el luchar por el bienestar de otros. La vida es demasiado corta para desperdiciarla en cosas que no valen la pena. Esto que hacemos es realmente importante.
Amigas y amigos:
En días previos a esta asamblea, me reuní con un grupo de intelectuales, académicos y especialistas como Elena Poniatowska, Arnaldo Córdova, Hugo Gutiérrez Vega, Laura Esquivel, Carlos Payán, Víctor Flores Olea, Rafael Barajas, Carlos Pellicer, Héctor Vasconcelos, Jorge Eduardo Navarrete, entre otros, para discutir los métodos y alcances de la vía pacífica y, como conclusión, se elaboró una propuesta en el marco de la resistencia, la desobediencia civil y la no violencia. Pongo ahora a consideración de ustedes este Plan de Acción para frenar la Privatización del Sector Energético y el Aumento de Impuestos.
Se trata de que, entre todos, decidamos lo que más conviene al movimiento y al país. Hay que escoger entre tres opciones. Aquí voy a explicarles en qué consisten. Y con respeto, porque sé del nivel de entrega a la lucha que han demostrado, no quiero dejar de señalar que cualquier opción que tomemos debe ser respaldada por todas y todos, ya que implica también un compromiso.
En estos momentos se está distribuyendo una hoja con las tres opciones, para que al final de la asamblea se vote en las urnas ya instaladas y hoy mismo o a más tardar mañana, sepamos el resultado y nos preparemos, con tiempo, para la acción.
La primera opción consiste en lo siguiente:
1) Organizar un cerco civil pacífico alrededor de la Cámara de Senadores, desde que comience a dictaminarse la iniciativa para reformar los artículos 27 y 28 constitucionales, por la cual México cedería el sector energético y la soberanía nacional a intereses extranjeros.
2) De aprobarse la Reforma Energética en el Senado, organizar el cerco pacífico en la Cámara de Diputados.
3) Cerco pacífico a los 31 congresos estatales para que rechacen la reforma. Al ser una reforma constitucional, requiere de la aprobación de por lo menos 16 congresos locales.
La segunda propuesta contempla las siguientes acciones:
1) Celebrar otra concentración nacional en el Zócalo de la Ciudad de México el domingo 27 de octubre, a las 10 de la mañana, con una mayor participación ciudadana.
2) Usar un listón tricolor como símbolo de nuestra lucha por la soberanía y contra la reforma energética y el aumento de impuestos.
3) No ver Televisa porque manipula la información, oculta la verdad y favorece intereses de los grupos de poder. También se dará seguimiento a los medios de comunicación para observar si respetan el derecho a la información.
(Aclaramos que esta acción no es contra los trabajadores de la televisora. Lo hacemos porque hemos llegado a la conclusión de que el régimen se sostiene, sobre todo, con el control de los medios de comunicación. Es tal la manipulación, que hay gente que piensa que no se van a privatizar la industria petrolera ni la eléctrica porque así lo dice la televisión; tampoco saben que se va a reformar los artículos 27 y 28 de la Constitución; y apenas el 0.5 por ciento de los ciudadanos sabe que Peña tendrá un avión de 7 mil millones de pesos). Por cierto, aquí exhortamos a Peña Nieto a que cancele esa compra y se destinen esos recursos para apoyar a los damnificados.
4) Promover el uso de las redes sociales y las nuevas tecnologías para informarse e informar sobre nuestro movimiento.
(Formaremos una comisión para hacer un plan sobre el mejor uso de las redes sociales y el Internet, integrada por Héctor Díaz Polanco, Epigmenio Ibarra y Afrodita Guerrero).
5) Acción permanente en redes sociales con la mención “EPN traidor a la patria” y el hashtag #EPNTraidorALaPatria, procurando que se sostenga esa frase el mayor tiempo posible.
6) No comprar a empresas que fueron cómplices del fraude electoral, como las tiendas Soriana.
(Sabemos que hay empresas y bancos como Monex y otras que también participaron en la compra de votos, pero comenzaremos con Soriana).
7) Apagar la luz a la misma hora y por el mismo lapso de tiempo, como acto de protesta nacional. Iniciamos una vez al mes, el día en que sube la gasolina de 7 a 8 de la noche.
8) Promover amparos masivos y acciones colectivas para no pagar la electricidad ni los aumentos de impuestos. Ya tenemos la justificación y los formatos de amparos que en su momento empezaremos a distribuir.
9) Formar brigadas para informar a la población del saqueo de los bienes y recursos de la nación y de las personas y grupos de poder involucrados.
10) Construir una alianza nacional con organizaciones sociales, políticas y ciudadanas con el objetivo de frenar la reforma energética y los aumentos de impuestos, y echar abajo las reformas aprobadas.
(Saludamos la formación reciente de la Unidad por la Rescate de la Nación que agrupa a muchas organizaciones y a ciudadanos libres. También hacemos el compromiso con los trabajadores de México de luchar para modificar el esquema de los afores, que están dejando sin futuro a los pensionados. Asimismo, nos comprometemos a suprimir de la reforma laboral aprobada, todo aquello que afecte las conquistas históricas de los trabajadores. Al mismo tiempo, le decimos a las maestras y los maestros del país, que vamos a estar demandando la derogación de la mal llamada reforma educativa, que en realidad no está destinada ni a mejorar la calidad de la enseñanza ni a garantizar el derecho a la educación de los mexicanos, se trata de una simple reforma administrativa o laboral para quitar derechos y prestaciones al magisterio).
11) Enviar cartas a las petroleras extranjeras para informarles que los contratos de utilidad compartida no tendrán validez legal. El petróleo no es de Peña, es del pueblo y de la nación.
(Enviaremos cartas a los presidentes de las petroleras extranjeras como Exxon, Chevron y Shell, entre otras, para informarles que los contratos de utilidad compartida no tendrán validez ni legal ni legítima, porque Enrique Peña Nieto está entregando recursos que no le pertenecer. El petróleo no es del gobierno ni siquiera del Estado, el petróleo es del pueblo y de la nación. No está demás advertirles que lo que van a hacer es como comprar algo sin factura, algo chueco, que es propio del hampa de la piratería de cuello blanco. Por ejemplo, le vamos a mandar una carta a Rex W. Tillerson, presidente del Consejo de Administración de Exxon; otra a John S. Watson, presidente de Chevron o a Jorma Ollila presidente de Shell).
12) Crear una comisión de seguimiento de los contratos de utilidad compartida con empresas privadas nacionales y extranjeras.
(Esta comisión dará seguimiento de los contratos de utilidad compartida con empresas privadas nacionales y extranjeras, así como los de exploración, explotación, refinación, petroquímica, comercialización y transporte. Estará integrada por Claudia Sheinbaum, Javier Jiménez Espriú y Antonio Gershenson).
13) Elaborar un memorial de la ignominia, con los nombres de los legisladores federales y estatales que voten por la reforma energética y por el aumento de impuestos. Informar a la población, mediante volantes, distrito por distrito y estado por estado, sobre el comportamiento de estos llamados representantes populares.
Y la tercera opción es la suma de las dos propuestas anteriores.
¿Cómo la ven? ¿Están de acuerdo que entre todos decidamos el camino a seguir?
Amigas y amigos:
No cerremos la posibilidad de que el gobierno reaccione positivamente porque nuestro planteamiento de que se consulte a los ciudadanos antes de imponer la reforma energética, así como el que no aumenten los impuestos, es una demanda racional, democrática y de elemental justicia.
Es claro que no existe intransigencia de nuestra parte. Lo único que queremos es que sea el pueblo de México el que decida sobre este asunto, en el que está de por medio su destino y el de la nación.
Además, Peña Nieto está emplazado a que confirme o desmienta que hizo un pacto, fuera del país, con las petroleras extranjeras, lo que podría llamarse el pacto de la traición a México.
Amigas y amigos:
Perdonen mi insistencia: nada, absolutamente nada, de violencia. Tenemos la razón y la razón siempre triunfa.
México esta es riesgo. Vivimos una emergencia nacional. Se requiere de una voluntad y un espíritu de unidad con todos los mexicanos dispuestos a defender las conquistas del pueblo mexicano y la soberanía. La recomendación que hacemos a los dirigentes de nuestro movimiento es clara y precisa: vamos a unirnos, a sumarnos, más allá de nuestras diferencias, porque la patria es primero.
El petróleo es de los mexicanos y la electricidad también. El futuro es nuestro y el presente también. Es hora de defender a México. Sigamos construyendo un país justo, libre y fraterno.
¡Viva la desobediencia civil pacífica!
¡Viva el petróleo en manos de los mexicanos!
¡Viva la lucha en defensa de la soberanía nacional!
¡Viva México!
¡Viva México!
¡Viva México!
Ciudad de México, 6 de octubre de 2013
Descargar discurso 13-331
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