Corrijamos la historia desde las calles; recuperemos la dignidad de los mexicanos
El regreso del PRI a la presidencia es un atentado contra la memoria, la inteligencia y la dignidad. Es un partido que construyó su poder por encima de la voluntad de los mexicanos, sistematizando la violación de los derechos humanos; manipulando la historia para borrar de la memoria todo vestigio que le resultara incómodo. Crearon instituciones que reflejaron su intolerancia: persecución a luchadores sociales, han mantenido su poder a costa de genocidios, fabricando toda una industria de la corrupción y la impunidad sobre la expansión cabalgante de la miseria, lo cual les ha servido para realizar fraudes electorales. Recuperemos la dignidad y la memoria. La búsqueda de la Memoria Histórica es la base de muchas reivindicaciones sociales y en especial es lo que le puede dar sentido a la resistencia civil. Hay que recobrar los espacios y monumentos que la historiografía oficial nos impone.
Ellos nos robaron con dinero la esperanza de un cambio verdadero, nosotros los vamos a borrar de las calles. Adopta una calle, avenida, camellón, parque público, boulevard, circuito… que tenga nombre de un personaje priista o que haya hecho daño a los mexicanos y cámbiale el nombre por uno que sirva para la construcción de la IV República.
Pasos:
1. Localiza una calle (ejem. Boulevard Díaz Ordaz. Documenta quién fue Díaz Ordaz. Piensa y propón un nombre histórico familiarizado con la comunidad o la contraparte histórica de dicho personaje: Tlatelolco, 2 de octubre… o calle o colonia o metro Villa de Cortés y pongámosle Cuauthémoc);
2. Fundamenta por qué se debe cambiar el nombre;
3. Piensa en una fecha y planea un evento con protocolo;
4. Elige a un ciudadano cuya moral sea intachable y que sea el que le dé el banderazo oficial;
5. Hacer difusión invitando a la comunidad por medio de volantes, por redes sociales, para el gran evento de.
6. El día del evento levanta un acta que dé constancia del nombre anterior y que quede asentado el nuevo nombre, con las firmas de testigos.
7. Manda hacer una placa que dé constancia del nuevo nombre, con fecha y protocolo (una placa según tus circunstancias económicas o una provisional).
8. Filmar el evento y subirlo a la página
La "historia oficial" a modo debe ser rebasada, por la indispensable creación de un espacio independiente, ciudadano, que evite que los nuevos gobiernos o los partidos políticos, sean del signo que sean, caigan en la tentación de manipular la memoria del pasado a su gusto y conveniencia. Un espacio que proporcione al pueblo elementos para acercarlo al conocimiento de la historia como parte de una cultura básica, que le permita valorar lo bueno y lo malo de aquella para aplicarlo a sus experiencias presentes. Pero que además vincule la recuperación de la memoria y el conocimiento de nuestra historia con la formación de nuevos cuadros políticos.
El afán de darle a la historia un lugar privilegiado en la cultura de nuestra sociedad es trascendente porque es un hecho que la enorme falsificación histórica que hemos vivido los mexicanos explica la degradación y deshonestidad en nuestra vida pública y ciudadana; y porque es obvio que un pueblo que no valora su pasado y lo usa indebidamente para fines sectarios, favorece la utilización de la voluntad popular para objetivos que no corresponden a los de un país democrático.
Hasta ahora lo que hemos tenido se ha reducido a escribir, documentar y difundir la historia de los vencedores y exaltar modelo de liderazgo “empresarial” que exalta la “competitividad” y desprecia la conciencia social. La democracia exige otro tipo de investigación y otro tipo de liderazgos. Esencialmente, porque nuestro país necesita juventud preparada pero, sobre todo, jóvenes conocedores de su historia y también de las ideas políticas, comprometidos con las causas progresistas y con su defensa.
Y dado que el conocimiento de la historia es además un derecho irrenunciable del que no se puede privar a las generaciones actuales y futuras, esto hace indispensable restañar con urgencia los huecos generados en la memoria colectiva y en la historia oficial ya que, por razones obvias de edad, muchos de los testigos directos o indirectos de importantes hechos del siglo anterior, así como una importante documentación conservada privadamente, en un plazo breve de tiempo podrían desaparecer y, con las personas y los documentos, también serían pasto del olvido los testimonios y las evidencias que muestran palpablemente las tremendas omisiones de la historia oficial del siglo XX.
Ese es otra de las razones que animan nuestro trabajo de recuperación de la historia, crear conciencia sobre lo que significa el PRI, y poner a cada quien en su lugar, mediante actividades diversas: jornadas de reivindicación histórica (cambio de letreros de calles y avenidas, nombres de jardines, cancelación simbólica de monumentos, conferencias mediante convocatorias a protagonistas y testigos vivos, estudiosos y ciudadanos en general, para que aporten sus recuerdos, sus experiencias, así como documentos y fotografías que nos permitan organizar un Gran Centro de Documentación, rico en información y en evidencias, que permitan reconstruir las luchas por la Democracia en México, aclarar los silencios y llenar las lagunas inmensas de nuestro pasado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario