En defensa del sufragio efectivo y libre
Con tal nombre y fin se ha conformado grupo ‘paraguas’ de red de iniciativas
Julio Boltvinik
Provenientes de diversas experiencias, formaciones y prácticas cotidianas, se ha venido configurando una red de iniciativas independientes coordinadas entre sí. Hoy se hace pública su existencia, su diagnóstico y propuestas a través de un desplegado en La Jornada titulado “El país no aguanta otra elección sin certeza”. Para dar a conocer las iniciativas que la conforman, los propósitos que la animan y el diagnóstico del que parte, mañana sábado 9 de junio habrá una conferencia de prensa en el Club de Periodistas (Filomeno Mata 8) a las 12 horas con acceso abierto al público al que se invita a participar. En la invitación se destacan: a) el escenario de alta competitividad política en las ya muy próximas elecciones, que se ha venido conformando por el despertar de la juventud mexicana y porque la ventaja de Peña Nieto en las encuestas ha venido bajando (además, véase la gráfica que destaca la variabilidad de las tasas de participación electoral entre entidades federativas con datos de 2006, misma que debería tomarse en cuenta en la interpretación de las encuestas, pero muy pocas lo hacen); b) la pasividad de las autoridades electorales, la parcialidad de los principales medios electrónicos (y habría que añadir, impresos), el dispendio de recursos de (algunos) partidos políticos y las campañas negras que han enturbiado la elección; c) la urgencia de que la sociedad se organice para defender la libertad del sufragio (y la limpieza del conteo de votos, añado) y evitar la imposición del nuevo presidente.
Firman el desplegado y convocan a la conferencia de prensa, seis grupos de personas: 1) Los integrantes de defensa del sufragio efectivo y libre, que tiene a su cargo las tareas políticas más amplias de la red; 2) los miembros de Observatorio Universitario Electoral que tiene a su cargo el análisis crítico de encuestas; 3) Los muy jóvenes integrantes de Todos contamos (contamos.org.mx), cuya misión es el monitoreo ciudadano de compra y coacción del voto y del dispendio electoral; 4) los miembros de Foto por casilla(que se ha fijado la ambiciosa tarea de organizar un conteo ciudadano, alternativo al PREP y al conteo distrital) de los resultados electorales del primero de julio; 5) adherentes distinguidos; y 6) una muy larga lista de otros adherentes.
El título del desplegado nos alerta a mantener viva la memoria de lo ocurrido en 2006. Uno de los impulsores más activos deDefensa del sufragio, Héctor Díaz-Polanco, ha contribuido recientemente de manera magistral a tal propósito en su libro La cocina del diablo. El fraude de 2006 y los intelectuales (Temas de Hoy, Planeta, 2012). Justamente, el autor comienza el capítulo cuarto de su libro, denominado Las urracas y los zorros1, diciendo que en las elecciones del 2006 se plantearon dos problemas fundamentales: el de la certeza y el de la limpieza. Una parte importante del mismo es un homenaje (muy merecido) al grupo de científicos mexicanos (de las áreas duras de las ciencias, la física sobre todo) que, como lo describe Díaz-Polanco citando a Juan Tubert-Oklander, produjeron un fenómeno particular e inédito en nuestro país: el análisis de los resultados electorales por parte de un gran número de científicos altamente calificados”. Describe así Díaz-Polanco el momento en que este fenómeno sorprendente empezó:
“Quizás fue el doctor Luis Mochán, investigador del Centro de Ciencias Físicas de la UNAM, uno de los primeros que, la misma noche del 2 de julio y la madrugada del día siguiente, se percató de la anómala información que estaba arrojando el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP); inmediatamente empezó a trabajar para despejar sus dudas. En un correo electrónico enviado a un colega a las 7:57 del 3 de julio comenzó a indagar el carácter estadísticamente razonable de los datos que había tomado de la página del PREP. En otro mensaje despachado a las 8:02 expresaba ya sus incertidumbres a otro colega. “¿Estoy paranoico –se preguntaba– o los resultados anexos son estadísticamente imposibles? ¿Es razonable que no se vean fluctuaciones? ¿Es razonable que haya una tendencia sistemática y que además se revierta a las 3 AM?” (pp. 61-62).
El autor expresa el homenaje a los científicos con las siguientes palabras:pensamiento, digna de ser valorada. Sobre todo porque fue también un logro de compromiso intelectual extraordinario en un momento crítico en que el papel de muchos académicos y escritores fue particularmente cuestionable. En cierto modo, las páginas que siguen son un homenaje a este grupo de científicos mexicanos, sin olvidar algunos extranjeros, que se arriesgaron a buscar evidencias y a construir argumentos en favor de la certeza, cuando muchos otros prefirieron callar, mirar hacia otro lado e incluso respaldar opiniones livianas e interesadas… La contribución al conocimiento que hicieron estos científicos es invaluable. Sus trabajos nos permiten formarnos una visión de lo que probablemente ocurrió en julio de 2006, que de otro modo sería imposible. Es una herencia preciada y ejemplar” (p.60).
Mientras en el capítulo cuarto Díaz-Polanco sigue, sobre todo, los análisis de Luis Mochán, en el capítulo quinto (La mecánica del fraude), se apoya muy de cerca en Víctor Romero Rochín quien, al igual que Mochán, es un físico muy destacado, que colabora en el Instituto de Física de la UNAM. Entre otras muchas cosas del análisis sistemático y persistente de Romero, destaca su análisis de las famosas actas inconsistentes del PREP, mediante el cual demostró que se trataba de una muestra virgen involuntaria en la cual López Obrador obtenía más votos que Calderón (3.5 por ciento más). En el Grupo en defensa del sufragio efectivo y libre nos sentimos orgullosos de que estos dos notables científicos formen parte del mismo. Es necesario aclarar que los científicos que hicieron agudos análisis electorales y que cita Díaz-Polanco son, al menos, una docena.
El desplegado “El país no aguanta otra elección sin certeza” retoma esta memoria, así como la evidencia creciente de malas prácticas, sobre todo del PRI (incluidos compra y coacción del voto, gastos de campaña que rebasan los topes legales, guerra sucia y el uso propagandístico de las encuestas) ante las cuales el IFE prácticamente se cruza de brazos. El desplegado concluye haciendo un llamado amplio a la población a que salga a votar porque está en juego el destino del país; y también llama a la población a organizarse (o a participar en las organizaciones existentes) para combatir el mapachismo electoral.
Hay datos duros para sostener que la elección presidencial no está decidida todavía, que mucho dependerá de la participación electoral de diversos grupos. Los hombres jóvenes y los habitantes del Distrito Federal votan diferente que las mujeres jóvenes y que los habitantes del noroeste o de Guanajuato. Todavía hay tiempo de movilizar el voto útil a favor de AMLO.
1En una nota al pie, Díaz-Polanco muestra su sentido del humor y, al mismo tiempo, explica parte del título del capítulo: “Durante el proceso de votación y cómputo en las casillas también operaron las urracas (que son un símbolo de la codicia, mientras los zorros simbolizan la astucia) a sus anchas, particularmente las pertenecientes a la familia magisterium y la especie endémica de México conocida con el nombre científico de sentes gordillus. Existieron, pues, grupos organizados que actuaron masivamente con el propósito de alterar los resultados” (p.65).
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