sábado, 16 de mayo de 2009

La crisis de la mafia

Luis Javier Garrido Las declaraciones del ex presidente Miguel de la Madrid señalando a su sucesor Carlos Salinas de Gortari, protector y guía del presidente de facto Felipe Calderón, como un delincuente enriquecido con el narcotráfico, no han hecho más que evidenciar la crisis interna de la mafia PRI-PAN en el poder y la gravedad de la situación en la que se halla México tras el fracaso histórico del gobierno calderonista impuesto por ellos. 1. La crisis política por la que atraviesa el gobierno calderonista, instaurado por la mafia panista-salinista tras el fraude electoral de 2006, y que estalla justo antes de llegar a la mitad del sexenio, es consecuencia de la ineptitud de Calderón y de su equipo, y evidencia, una vez más, las crecientes desavenencias en su interior, que se agravan por la incapacidad del gobierno no sólo para responder en un mínimo a las demandas populares, lo que poco parece importarles, sino para satisfacer las expectativas de los grupos oligárquicos que lo impusieron violando la institucionalidad del país para establecer ese poder de facto, y que ahora parecen sorprendidos, no por su venalidad, sino por su ineptitud. 2. El proceso electoral de 2009, que supone la renovación de la Cámara de Diputados, que muchos siguen entendiendo como la representación nacional y diversas elecciones locales, está siendo visto en consecuencia por las propias encuestadoras del régimen como un episodio en el que el saldo de cuentas entre panistas y priístas continúa agravando la situación del país y la inconformidad de los mexicanos que le están dando la espalda. 3. El libro del corrupto aventurero argentino Carlos Ahumada, Derecho de réplica (Grijalbo, 2008), redactado a todas luces con el aval del gobierno calderonista con el propósito de insistir en lo mismo y de saldar cuentas personales, no logra finalmente más que revertirse contra él y evidenciar de nueva cuenta que en 2005 organizaron un complot Fox, Salinas y Diego, en el que participaron Rosario Robles y varios cardenistas, para imponer a Calderón ilegalmente en la silla presidencial, y de paso hace ver que el narcopoder, que Calderón pretende combatir, estaba también en esta empresa. 4. Las acusaciones van y vuelan en todas direcciones, y si hace un mes Jesús Murillo Karam señalaba a los panistas que Calderón había asumido el poder gracias a ellos (9 de abril), ahora en su libro El despojo (Planeta, 2008), Roberto Madrazo le revira a los panistas las acusaciones contra su partido sobre las que busca el PAN articular su campaña electoral, y acusa directamente al gobierno panista de Vicente Fox de una corrupción desenfrenada por su abierta vinculación con el narcotráfico (pp. 241 y ss.). 5. La crisis de la mafia gobernante se acentuó, sin embargo, de manera mucho más crítica con las declaraciones hechas por el ex presidente Miguel de la Madrid Hurtado a la periodista Carmen Aristegui, durante la entrevista que le concedió en su casa en Coyoacán –a lo largo de una hora y 29 minutos–, y que fue parcialmente transmitida en su programa matutino de MVS radio del miércoles 13, en las que reconoce que su sucesor en la silla presidencial, Carlos Salinas de Gortari, fue un delincuente que acumuló durante su gobierno una inmensa fortuna y poder político por la vía del tráfico de influencias, el peculado y, sobre todo, el narcotráfico, y reconoce haberse equivocado al imponerlo como su sucesor (La Jornada, 14/5/09), declaraciones de las que se retractó por la noche tras recibir durante dos horas la visita de Emilio Gamboa, el amenazador enviado de Salinas (www.elgolfo.info), publicando un comunicado declarándose un anciano irresponsable.

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