jueves, 19 de marzo de 2009

La política económica mexicana es "vandalismo": AMLO

Se convirtió en México la política económica neoliberal en un auténtico vandalismo, en una política de pillaje: AMLO

México, Distrito Federal Jueves 19 de marzo de 2009


* Discurso del presidente legítimo de México, Andrés Manuel López Obrador, al participar en el XIII Seminario Internacional “Los partidos y una nueva sociedad”, organizado por el Partido del Trabajo, en la Ciudad de México Amigas, amigos, compañeras del partido, dirigentes del Partido del Trabajo, compañero Alberto Anaya. Me da mucho gusto estar con ustedes aquí en este seminario internacional de partidos políticos del mundo, estar con dirigentes de partidos de izquierda. Me invitaron a platicar con ustedes, a conversar sobre nuestro proceso y seguramente, muchos se preguntarán por qué aquí en México no se logró, como viene sucediendo en otros países de América Latina y del Caribe, un cambio a favor del pueblo. Por qué aquí se interrumpió ese proceso. La respuesta que yo puedo dar es de que en México, como en ninguna otra parte de América Latina y del Caribe, se padece de un Estado mafioso y de un gobierno usurpador y fallido. No hay en toda América Latina y en el Caribe una acumulación de riqueza en poco tiempo y en unas cuantas manos como la que se ha visto en México. Los hombres más ricos de México acumulan más capital que todos los ricos juntos de América Latina y del Caribe. Esto comenzó desde que se puso en práctica la llamada política neoliberal, en todo el mundo, pero en México se convirtió esta política económica neoliberal en un auténtico vandalismo, en una política de pillaje. Salinas de Gortari empezó a entregar bienes de la Nación y del pueblo de México a sus allegados, así se inició la conformación de un grupo oligárquico y un grupo muy reducido de mexicanos. Para tener un antecedente histórico durante la dictadura porfirista eran 300 los que mandaban en el país, ahora son alrededor de 30 los que se creen amos y señores de México. Este grupo que se quedó con empresas públicas, que se quedó con los bancos, pasó a formar parte de los hombres más ricos del mundo, en un abrir y cerrar de ojos. Para que tengan una idea, la revista Forbes que publica cada año la lista de los hombres más ricos del mundo, empezó a publicar esta lista en 1987 y en ese entonces sólo aparecía un mexicano con más de mil millones de dólares. Al año siguiente son las elecciones presidenciales, hay un fraude electoral, imponen a Salinas de Gortari, del PRI, despojan de su triunfo al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas y en ese sexenio empieza el saqueo de los bienes de la Nación. Al terminar el gobierno de Salinas, 1994, ya en la revista Forbes aparecían 22 mexicanos, quiénes eran esos 22 multimillonarios mexicanos los que se habían quedado con las empresas y con los bancos en el sexenio de Salinas. El año pasado, sólo diez acumulaban 100 mil millones de dólares. Del 83 a la fecha, con esta política de pillaje se fue acumulando esta fortuna en muy pocas manos, pero al mismo tiempo este grupo fue adquiriendo poder político al grado que llegaron a situarse por encima de las instituciones y de las autoridades legalmente constituidas. Ellos han confiscado todo los poderes, han convertido al Estado en un comité al servicio de una minoría. En el 2006, eso fue lo que estuvo en debate, esa fue la cortina detrás de las campañas, dos proyectos distintos, contrapuestos de Nación. Así como sucedió en Estados Unidos, en las elecciones recientes, y como acaba de suceder en El Salvador, aquí nosotros padecimos toda una embestida, toda una guerra sucia. Para ubicarnos, aquí experimentó la derecha cómo tenía que actuar para detener procesos de cambios verdaderos, de cambios reales. En el 2006, está mafia contrató a dos publicistas, uno norteamericano y el otro español, acuñaron la frase de que yo era un peligro para México. En esa campaña en medios de comunicación, en la que gastaron dinero a raudales, se decía que si se optaba por el cambio iba a ver devaluación, fuga de capitales y toda una serie de calumnias para atemorizar a la gente. El mismo publicista norteamericano que trabaja en esa guerra sucia es contratado después por el Partido Republicano para ayudar a McCain y repiten lo mismo. Había anuncios en la campaña presidencial en Estados Unidos iguales a los que se aplicaron en México, anuncios diciendo que Obama era un peligro para Estados Unidos. Recientemente en El Salvador, al publicista español Solá también lo contrató la derecha en ese país con el mismo propósito. Yo quiero decir a ustedes, que a pesar de esa guerra sucia, así como ganó Obama en Estados Unidos y así como ha triunfado la izquierda en El Salvador, nosotros también ganamos en nuestro país. La diferencia es de que aquí por el poder de esta mafia, entre otras cosas, se tiene el control total de los organismos electorales o para reiterarlo, este grupo tiene en sus manos el Estado por completo. No hay en México un Estado de derecho, este grupo ha conquistado todos los poderes, aquí se ganó y no se respetó el triunfo. Es a veces increíble que en otras partes, en el caso a que hecho referencia de Estados Unidos, en el caso de El Salvador, hay más independencia del Estado y todos los órganos electorales actuaron con apego a la legalidad, y eso no sucedió en nuestro país. Aquí ganamos, no es que les haya funcionado la guerra sucia, sino que actuaron de manera cínica, alteraron resultados electorales, falsificaron actas, si ustedes tienen tiempo y hoy quieren consultar los resultados electorales de la elección de 2006 y van al Internet y revisan las estadísticas electoral de 2006, van a encontrar todavía que hay casillas en donde el PAN obtiene mucho más votos que el número de ciudadanos de esa sección electoral. Es decir, en lugar en donde hay 300 ciudadanos, el PAN aparece con 600 votos y estoy hablando de más de 100 casillas y así se calificó la elección, después del fraude, nuestra demanda principal consistió en que se hiciera un recuento de la calle, surgió una consigna: “voto por voto, casilla por casilla”, porque aún con las cifras oficiales estamos hablando de una diferencia de medio punto. Se negaron por completo a hacer el recuento. Hablando de otro país de América Latina, hay que recordar que en Costa Rica en una ocasión en una elección cerrada había no medio punto, pero sí creo que un punto de diferencia. La fuerza política que demandó el recuento planteó que eso era lo que más convenía para darle certidumbre, legalidad a todo el proceso. Quienes tenían más votos aceptaron el recuento y se fueron a la revisión casilla por casilla. Al final se demostró que en efecto había esa diferencia de un punto y todo mundo aceptó el resultado. Aquí se negaron al recuento, una y otra vez planteamos que eso era lo más conveniente para nuestro país, dijimos que si no se hacia ese recuento se iba a generar una crisis política profunda en México, que no se podía tener una autoridad surgida del fraude electoral, incluso le recordamos a Calderón que el fraude electoral no se quitaba ni con toda agua de los océanos. Con mucho cinismo decidieron robarnos la Presidencia y hacer un fraude, y esto ha provocado un trauma político en nuestro país, el haber interrumpido ese proceso de cambio que se viene dando en toda América Latina y el Caribe. Como aquí lo comentó el senador Gonzalo nosotros desde luego que decidimos darle continuidad a esta lucha, como ustedes imaginarán pasamos momentos muy difíciles, porque la gente tenía fincada las esperanzas en que las cosas verdaderamente cambiaran en nuestro país. Nos reconocieron alrededor de 15 millones de votos para entender lo que implicó este proceso, mucha gente se enfermó, hubo depresión, tristeza, llantos, también mucho enojo y decidimos conducir el movimiento con responsabilidad, cuidando no caer en ninguna provocación, porque sostenemos que podemos transformar la vida pública del país de manera pacífica. No se cayó en la trampa de la violencia, no se rompió ni un solo vidrio en las protestas postelectorales. También hubiese sido un error, más que eso, una traición al pueblo, el haber aceptado un arreglo después del fraude electoral, como suele pasar. Para nosotros Calderón siempre va a ser un usurpador, un presidente espurio, nosotros no vamos nunca a reconocer a un gobierno que no es producto de elecciones limpias y libres, que no es producto de la voluntad mayoritaria de nuestro pueblo. También hubiese sido un error el dejar tirado después del fraude todo el movimiento, en retirarnos y decir vamos a esperar a que se presente otra oportunidad, que venga otra elección, si hubiésemos actuado de esa manera, pues ahora hubiese mucho desánimo. Qué es lo que se decidió seguir adelante, y desde hace dos años mantenemos nuestro movimiento con dos objetivos fundamentales: defender al pueblo y defender al patrimonio de la Nación, y al mismo tiempo trabajar en la organización para lograr la transformación de la vida pública de México. El año pasado, con nuestro movimiento evitamos la privatización del petróleo, porque esta mafia, este grupo no tiene llenadera. En 26 años se han privatizado más de mil empresas públicas, como Teléfonos de México, las minas, los ferrocarriles nacionales, los aeropuertos, los puertos, las líneas aéreas, los bancos, están privatizando la industria eléctrica nacional. Ya la mitad de la luz que consumimos en México la está comprando la Comisión Federal de Electricidad a empresas extranjeras, que les permitieron instalar plantas de generación de energía en nuestro territorio, violando la Constitución, con el compromiso de que la Comisión Federal de Electricidad les compra todo lo que producen a precios elevadísimos. Por eso se paga tanto por la luz en nuestro país y, desde luego, lo que más ambicionan de todo es el petróleo. El año pasado, con la participación de millones de ciudadanos, con la participación de brigadistas, mujeres y hombres, se pudo detener este afán privatizador de la derecha y qué bien que aquí lo mencionó el senador Gonzalo. Para no andarnos confundiendo, el PRI y el PAN representan lo mismo. Nosotros respetamos mucho a los priistas y a los panistas de abajo, porque con ellos no es el pleito, porque ellos están igual de amolados, de desinformados y de esperanzados, como lo está la mayoría del pueblo. Pero arriba, en las cúpulas, no hay ninguna diferencia. En todo este proceso de privatización han actuado de manera conjunta las cúpulas del PRI y del PAN. En la privatización de los bancos y el rescate de los bancos que significó una deuda de 100 mil millones de dólares, porque convirtieron deudas privadas de banqueros en deuda pública, la aprobación contó con el apoyo, con el respaldo, votaron por esta decisión PRI y PAN. Aquí me podría pasar toda la tarde relatándoles cómo hacen los enjuagues arriba. Baste decirles que en el 88 quien le ayuda al PRI en el fraude es el PAN y en el 2006 quien le ayuda al PAN en el fraude es el PRI. Esto lo subrayo porque a veces nos confundimos, vemos matices, siempre decimos que tenemos que aliarnos contra la derecha y se está pensando nada más en el PAN y no es así. La derecha en México es PRI y PAN. O para expresarlo, a lo mejor de manera esquemática, pero con mayor claridad cómo está el ejercicio del poder en México, cómo se ejerce el poder actualmente en nuestro país. Son 30 los que verdaderamente mandan y deciden y tienen dos partidos, ya compraron las franquicias de estos dos partidos, del PRI y del PAN, y utilizan a un partido o a otro, de acuerdo a lo que les conviene. En la elección del 2006, como no les daba el candidato del PRI, decidieron impulsar al del PAN, y ya están pensando también en una estrategia parecida para el 2012, como el PAN se les está cayendo y como Calderón, aparte de no tener autoridad moral, se ha revelado como todo un inepto, ya están buscando la forma de que con el PRI mantengan el mismo régimen de opresión, de corrupción y de privilegios. Entonces, tienen dos partidos, tienen un representante en la Presidencia, por eso le decimos a Calderón pelele, que no es ningún insulto, es una descripción, y una tercera rienda, que es lo que más les ayuda, el control casi absoluto de los medios de comunicación. Este grupo es, al mismo tiempo, dueño de los principales y más influyentes medios de comunicación de nuestro país. Hay, desde luego, en México, como siempre en su historia, honrosas excepciones, un periodismo muy cercano al pueblo, cercano a la verdad y alejado del poder. Pero desgraciadamente la mayoría de los medios de comunicación están totalmente apergollados a esta mafia, o son los dueños o tienen el control de la mayoría de los medios de comunicación. Y están atenidos de que, por ese control, van a poder perpetuarse, que pueden seguir administrando la ignorancia en el país, se les olvida que, como decía Abraham Lincoln, al pueblo se le puede engañar una vez, dos veces, pero no se le puede engañar toda la vida. Entonces, ante esto, ¿qué es lo que nosotros estamos haciendo? Como les comentaba, defendiendo la economía del pueblo, defendiendo el patrimonio de la nación, pero al mismo tiempo organizándonos desde abajo, para lograr los cambios que necesita el país. Y estamos muy optimistas, porque en dos años no han podido destruirnos, porque no sólo querían robarnos la Presidencia, no quieren que exista este movimiento, quisieran que desapareciera, porque este movimiento realmente les preocupa a estos mafiosos, porque este movimiento va a significar una renovación del país, para llevar a cabo una nueva política económica, una nueva forma de hacer política y, sobre todo, una convivencia social más justa, más humana y más igualitaria, porque nuestro país, así como está acumulada la riqueza en unas cuantas manos, millones de mexicanos viven en la pobreza y en el abandono. Por eso es que estamos trabajando abajo en la organización. Como decía aquí, de nuevo lo cito, lo menciono, al senador Gonzalo, con esta organización que estamos consolidando, vamos a lograr los cambios que necesita nuestro país. Me da muchísimo gusto que estén aquí con nosotros. Yo les felicito por lo que han hecho en sus países, por la forma como han venido luchando para liberar a los pueblo, para que haya justicia, para que haya igualdad, para que haya respeto a la soberanía de las naciones. Y les digo que lo que ustedes están haciendo en cada uno de sus países, lo estamos haciendo también nosotros y que más temprano que tarde va a triunfar la causa de la justicia, la causa de la igualdad, la causa de la verdadera democracia. Muchísimas gracias.

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