jueves, 26 de marzo de 2009
Discurso del Presidente Legítimo de México durante la asamblea informativa en la Cámara de Diputados
No aceptaremos una Ley de Salarios Máximos sin contenido, aclara López Obrador
México, Distrito Federal
Miércoles 25 de marzo de 2009
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* Discurso del presidente legítimo de México, Andrés Manuel López Obrador, durante la asamblea informativa del Movimiento nacional en defensa de la economía popular, en la Cámara de Diputados
Amigas y amigos:
De nuevo, muchas gracias por su participación. Con ustedes ¡sí se puede!
Como lo acordamos el domingo pasado en la asamblea informativa del Zócalo, hoy nos congregamos para exigir que se apruebe la iniciativa de Ley sobre Salarios Máximos, aplicable a todos los funcionarios públicos de los tres poderes de gobierno.
Para nosotros la transformación que necesita el país –lo hemos dicho en otras ocasiones, pero hay que estarlo repitiendo— debe darse a partir de cuatro lineamientos básicos: rescatar al Estado, que está secuestrado y al servicio de una oligarquía.
Cambiar el modelo económico que no ha dado resultados, como aquí lo mencionó Raymundo Cárdenas, en 26 años no ha habido crecimiento de la economía, no se han generado empleos.
Tres, moralizar al gobierno y, cuatro, algo que es muy importante, crear una nueva corriente de pensamiento.
En esto con nuestro ejemplo, con nuestros hechos, con lo que ustedes hacen de manera cotidiana, se está creando mucha conciencia y se está dejando en claro que no es lo material lo más importante. Que lo más importante es la generosidad y el amor al prójimo. Y, en eso, es en lo que hemos estado avanzando.
En ese marco, de éstas cuatro tareas o propósito estamos aquí para insistir en la urgente necesidad de moralizar al gobierno de la cosa pública, del gobierno de la República.
Hablo del gobierno en general, por eso no hace falta precisar de que se trata de un gobierno usurpador.
Como es sabido, la llamada clase política, porque así se dice de manera pomposa, se ha corrompido y vive distanciada de los ciudadanos, del pueblo.
Uno es el mundo de los políticos y otro muy distinto es el de la gente, el mundo del pueblo, que, día a día, tiene que luchar por su sobrevivencia y por su bienestar.
Hay un divorcio entre el pueblo y la llamada clase gobernante, no hay correspondencia, son dos cosas totalmente distintas. Por eso se puede decir que no hay en nuestro país normalidad política, porque cuando los gobernantes no están actuando de acuerdo al sentir del pueblo, están totalmente incumpliendo con su responsabilidad pública.
La política, como lo hemos dicho en otras ocasiones, se ha convertido en sinónimo de corrupción, de prepotencia y de cinismo.
La mayor parte de los que ocupan cargos públicos, desde luego que hay excepciones, pocas, la mayoría no son más que empleados del grupo minoritario que realmente manda y decide en el país; es decir, han pasado a ser simples piezas del engranaje que legaliza e impone, mediante el influyentismo, la voluntad de los pocos, la voluntad de los potentados.
Esto hay que subrayarlo, porque hay muchos que piensan que actúan de manera independiente y no es cierto, son subordinados, que lo que hacen en esta Cámara de Diputados, en la Cámara de Senadores, en el Poder Judicial, es ponerse al servicio de los intereses de unos cuantos.
Pero el colmo o la burla mayor, es que éstos funcionarios, aunque trabajan para la mafia del dinero y de la política, cobran del presupuesto público, que es dinero de todo el pueblo. Como lo hemos dicho en otras ocasiones, en sentido estricto ni se les debería de pagar, nada.
Que les pague Salinas, que les pague Roberto Hernández, que les pague Claudio X. González. Que les paguen sus jefes, ¿por qué utilizar dinero del presupuesto para pagar sueldos elevadísimos y para mantener privilegios a la llamada clase gobernante?
Tal es el caso de los ministros de la Corte, que ganan hasta 600 mil pesos mensuales y ustedes van a decir que por qué lo repetimos tanto. Pues lo vamos a seguir diciendo, porque es una gran inmoralidad y eso los pinta como lo que son, gente sin convicciones, sin principios.
El que en este país, ante una circunstancia de crisis, que lleva a padecer a millones de mexicanos, se atreve a ganar 600 mil pesos mensuales, es un inmoral, es un corrupto.
Y, repito, lo peor de todo es que no están al servicio del pueblo. ¿Acaso los ministros de la Corte han resuelto algo en beneficio de la mayoría de los mexicanos?
Ahí está el asunto de la impunidad otorgada desde la Corte al gobernador de Oaxaca, al gobernador de Puebla, a Peña Nieto con la represión en Atenco.
¿Qué son entonces los ministros de la Corte? ¿Se puede llamar a ese Poder, Suprema Corte de Justicia de la Nación?
Por esta razón, desde hace mucho tiempo, hemos venido insistiendo en la necesidad de aplicar un plan de austeridad republicana, bajo el criterio juarista de que los funcionarios públicos deben aprender a vivir en la justa medianía.
Inclusive recientemente, aquí estuvimos, ustedes recuerdan, ante el agravamiento de la crisis económica, aquí presentamos a esta Cámara de Diputados una propuesta para eliminar el gasto superfluo del gobierno y ahorrar hasta 200 mil millones de pesos que deben destinarse a impulsar actividades productivas, a proteger el empleo y a garantizar el bienestar de la población.
Este ahorro –quiero recordarlo-- puede lograrse reduciendo a la mitad los sueldos, desde el presidente espurio hasta los directores generales y adjuntos del Poder Ejecutivo Federal.
Se tienen que reducir también a la mitad las percepciones de jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de los consejeros del IFE y de los magistrados del Tribunal Electoral, de diputados federales y de senadores.
Se puede lograr este ahorro suprimiendo las partidas de fondo de ahorro especial y de gastos médicos para atención en hospitales privados de la alta burocracia. Cancelando las pensiones millonarias a los expresidentes de México. Eliminando la entrega de bonos discrecionales, la compra de vehículos para altos funcionarios, los gastos de representación, los viáticos, la remodelación de oficinas, la renta de oficinas alternas, los boletos en primera clase y los gastos de vestuario. Reduciendo drásticamente las partidas de publicidad, de servicios telefónicos, celulares, fotocopiado y papelería, alimentación de funcionarios, servicios de asesoría, donativos, combustibles, arrendamiento de inmuebles, fideicomisos, entre otras.
Todo ello acompañado de la disminución de estructuras burocráticas para bajar los gastos de administración.
Como lo hemos dicho en otras ocasiones y lo tenemos que seguir repitiendo de manera sencilla: Le cuesta mucho al pueblo mantener al gobierno.
¿Saben cómo se distribuye el presupuesto? Este año se aprobó un presupuesto de tres billones de pesos, el 70 por ciento de ese presupuesto, de los tres billones de pesos, es gasto corriente, 20 por ciento es para servicio de la deuda y 10 por ciento es para inversión.
¿No creen ustedes que hay que bajar, que hay que reducir el costo del gobierno al pueblo?
Por eso ahora, que a propuesta de nuestros legisladores –como aquí se ha señalado-- se está discutiendo una iniciativa de Ley Sobre Salarios Máximos para funcionarios públicos, venimos a expresar nuestro apoyo para la aprobación de inmediato de esta reforma Constitucional.
¿Verdad que cuentan nuestros legisladores del Frente Amplio Progresista con todo nuestro apoyo?
Desde luego, los legisladores del PRI y del PAN, del PRIAN, deben saber que no aceptaremos el truco de que aprueben una reforma sin contenido, nada más porque se ven obligados por las circunstancia, porque son tiempos electorales.
Queremos que dicha ley incluya la reducción de sueldos a ministros de la Corte, senadores, diputados, gobernadores y a otros altos funcionarios públicos y que entre en vigor de inmediato, porque estos hipócritas panistas, me refiero a los de las cúpulas, porque tenemos que respetar a los panistas y priistas de abajo, y entender que con ellos no es el pleito, porque ellos están igual de amolados, igual de necesitados, igual de necesitados, como está la mayoría del pueblo.
Pero, en las cúpulas del PAN, lo que predomina es la hipocresía. Esa es la doctrina verdadera de los panistas de arriba.
Ahora ya han venido aplicado una estrategia, si se le puede llamar de esa manera, que no es más que pura simulación. Saben que, por ejemplo, en campaña, ya lo hemos dicho en otras ocasiones, Calderón dijo que iba a quitar la tenencia vehicular. Entonces, cuando le empezó a reclamar la gente, que por qué no cumplía, ¿saben qué cosa fue lo que hizo este reverendo mentiroso?
Mandó una iniciativa de ley para quitar la tenencia, pero que entra en vigor hasta el 2012.
Entonces, no queremos de nuevo eso, que sí se aprueba porque estamos en vísperas de elecciones, se lavan la cara y entra en vigor hasta que termine este sexenio. Nada de eso.
También vamos a seguir demandando la aplicación del plan de austeridad republicana. No sólo hay que reducir los sueldos de la alta burocracia, también hay que eliminar la partida de servicios médicos privados.
Miren, es ofensivo, les debería dar vergüenza que se estén destinando 5 mil millones de pesos anuales del presupuesto, para atender en clínicas particulares a la llamada sociedad política, cuando en los centros de salud de los pueblos no hay ni médicos ni medicamentos.
Asimismo, debe desaparecer de inmediato la caja de ahorro especial para altos funcionarios públicos. Aquí quiero recordarles en qué consiste esta caja de ahorro especial.
Si un alto funcionario público gana 200 mil pesos mensuales, deja de ahorro el 10 por ciento, es decir 20 mil pesos, y con dinero del presupuesto, que es dinero de todos, se les aporta otros 20 mil.
De modo que deja cada mes 40 mil pesos de ahorro, y cuando cambia de trabajo o cuando decide abandonar el gobierno, se lleva todo ese dinero. Eso cuesta este año cinco mil millones de pesos en el presupuesto público.
Y, como aquí lo mencionó Raymundo y todos lo sabemos, no vamos a dejar de insistir hasta que se suspendan las pensiones millonarias a los ex presidentes de México.
Asimismo, ya que estamos aquí, aprovechamos para decirles a los legisladores del PRI y del PAN que ya no sigan pretendiendo engañar a la gente con sus famosos exhortos al Ejecutivo para congelar los precios de las gasolinas, el diesel, el gas y la luz.
Esa es otra maniobra, porque tuvieron la oportunidad de tomar la decisión de bajar los precios de las gasolinas, aquí estuvimos, ¿se acuerdan?, del diesel, de la luz y del gas.
Y ahora, como hay elecciones, se reúnen y aprueban un exhorto para que el Ejecutivo congele los precios de las gasolinas, del gas y de la luz.
¡Al diablo con sus exhortos!
Ante esa burda maniobra, porque éstos creen que nos estamos chupando el dedo, que el pueblo es tonto. Les recordamos que tonto es aquel que piensa que el pueblo es tonto.
Solo es cosa de decirles, por si no lo saben, en una de esas a lo mejor hasta lo desconocen, que como parte del Poder Legislativo, ellos tienen facultad para presentar una iniciativa y aprobar una ley en defensa de la economía popular, que obligue al gobierno usurpador a bajar los precios de estos energéticos.
Este es un poder independiente, autónomo y se supone que es el Poder que representa al pueblo de México, si realmente quisieran también podrían derogar el IETU, podrían también derogar, quitar la tenencia vehicular, podrían también proteger los fondos de pensiones de los trabajadores que se están perdiendo en las bolsas de valores.
Podrían hacer muchas cosas si quisieran para proteger al pueblo ante la crisis, en suma les venimos a decir que basta de simulación y de engaños, que actúen con responsabilidad y como verdaderos representantes del pueblo.
Amigas y amigos:
Nuestro movimiento tiene que seguir impulsando los cambios que necesita el país, tenemos que hablar cada vez con más claridad, nada de dorarle la píldora a nadie. Hay que llamar a las cosas por su nombre.
Vamos a seguir haciendo uso de nuestros derechos constitucionales de libre expresión y de manifestación de nuestras ideas, aunque no les guste a los de la mafia del dinero y del poder, y a sus achichincles.
La libertad, como la justicia, como la democracia, no se implora, se conquista, que es lo que estamos haciendo, hacer valer el derecho del pueblo.
No olvidemos cuál es el propósito fundamental, tenemos que devolverle el poder al pueblo, porque actualmente el poder está en manos de unos cuantos y eso es lo que ha llevado a la ruina a nuestro país.
¡Que viva el Movimiento en Defensa de la Economía Popular!
¡Que viva México!
¡Que viva México!
¡Que viva México!
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